Con menos gente -aproximadamente 50 personas- pero con la misma intolerancia continúa desarrollándose en el auditorio del Teatro San Martín la audiencia pública convocada por la Secretaría de Justicia y Seguridad Urbana del Gobierno de la Ciudad -cuyo titular es el ex produrador porteño Juan Carlos López- para debatir y analizar la reforma del Código Contravencional porteño.
Hasta el momento han pasado aproximadamente 175 de los 192 oradores inscriptos; mientras que de los 17 expositores anotados, muchos desistieron de hacer uso de la palabra frente a un auditorio que aprueba fervorosamente lo que quiere escuchar y lo que no, lo desaprueba notoriamente.
Consultado sobre la audiencia por NOTICIAS URBANAS, López señaló que "se desarrolló con un clima caldeado con poca tolerancia para oír opiniones contrapuestas. De todas maneras, va a servir para que el Gobierno porteño pueda sacar sus conclusiones pese a que no ha sido un debate de ideas sino más bien de posiciones personales. Eso me obligó a tomar parte en varias oportunidades, algo que no quería hacer".
En lo que respecta a la ausencia del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, y a la escasa presencia del vicejefe, Jorge Telerman, el secretario de Justicia y Seguridad Urbana -quien soportó estoicamente los gritos del auditorio reclamando que hubiera representantes del Ejecutivo en la audiencia, o sea, desconociendo su autoridad- afirmó que "de ninguna manera" se sintió solo.
"Ibarra pudo haber estado o no. Pero desde el momento en que se realizó la convocatoria estaba claro que el responsable iba a ser yo, porque estoy a cargo del área que opera en materia de seguridad y justicia. Igualmente, la audiencia sirvió. En el peor de los casos habrá más o menos aportes, pero hasta las exposiciones más locas tienen un punto de contacto con la realidad y eso es lo importante", concluyó López.
Por su parte, la defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini, sostuvo que "la audiencia empezó con mucho público y fue relativamente seria al comienzo. Después, mucha gente se fue retirando, quedó solamente una minoría vociferante. Yo cuando vi como venía la situación, también me retiré. La audiencia pública es una buena idea, si es que se promueve un ámbito de debate, de reflexión, donde cada uno opina y es escuchado respetuosamente por todo el mundo. Legisladores presentes prácticamente no había ninguno. Entonces, creo que lo que ocurrió es que se desnaturalizó la audiencia pública".
Según Pierini, "no está seriamente planteado en la Ciudad que significa un sistema contravencional, y entonces se lo mezcla con cuestiones de seguridad y con cuestiones penales. Lo contravencional es mucho más sencillo, es como se acuerdan las pautas de orden en el espacio público, es el horario para sacar la basura, es la ocupación de las veredas, es no ensuciar los frentes. Ahora, cuando se intentan hacer del sistema contravencional, por un lado algunos que quieren hacer una avanzada criminalizadora y por otro lado, los que no tienen ningún orden de ninguna clase. Queda absolutamente desnaturalizado el debate y son minorías que confrontan, por lo que virtualmente se da una imposibilidad de llevar adelante una reflexión seria, equilibrada, que recoja las preocupaciones de toda la ciudadanía y que legisle para las mayorías y no para las minorías".
En tanto, la diputada Silvia La Ruffa (Unión para Recrear Buenos Aires) aseguró que "resultaron claras las posiciones de algunos grupos de vecinos que tienen reclamos puntuales y se oponen a la modificación del actual Código Contravencional, pero creo que faltó la voz y la presencia de los que acompañaron con su voto los proyectos de Ibarra, Macri e incluso de Patricia Bullrich".
Mientras que César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), manifestó que "durante la audiencia pública de ayer hubo algunas expresiones, como pasa en cualquier ámbito político, pero no hubo un clima de intolerancia. Yo estuve todas las horas que duró el debate y sé exactamente lo que pasó. ¿Qué es lo terrible de que alguien grite?"
En líneas generales, durante los dos días, más del 90 por ciento de los participantes se manifestaron totalmente en contra de la reforma del actual Código Contravencional y críticos de todos los proyectos presentados en tal sentido en la Legislatura porteña. Las figuras que más rechazos cosecharon fueron las de acecho y merodeo, el intento de instalar la reincidencia, el arresto como principal pena, la salidera bancaria y bajar la imputabilidad de los menores.
Hubo también fuertes cuestionamientos a Mauricio Macri, Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y a los legisladores porteños, así como también al accionar de la Policía Federal. Los participantes recalcaron que las modificaciones propuestas intentan reprimir la protesta social y pidieron que se respete a las personas que trabajan en la calle porque no les queda otra alternativa.



