El gobernador cordobés tiene un nuevo plan que ya puso en marcha. Juan Schiaretti replanteó la estrategia y piensa en sumar y retener a los gobernadores peronistas para que no se vayan con Alberto y Cristina y además seguir con Sergio Massa y de esa manera acorralar a Roberto Lavagna, en buenos términos.
La idea es la siguiente: una vez que cierre con el grupo de gobernadores que todavía le responden y con Massa, decirle a Lavagna: “Tengo todo esto armado. O venís con nosotros o te quedas afuera con muy poco”.
El plan podría funcionar, pero para eso, hay que ordenar y poner a los patitos en fila.
Por eso, convocó y sigue manteniendo en pie la reunión del miércoles, que había sido programada la semana pasada, pero ahora con una nueva estrategia.
El cordobés convocó a una cumbre con los precandidatos presidenciales. También invitó a Lavagna.
La reunión será el próximo miércoles, nuevamente en Buenos Aires. Aunque esta vez la mesa podría ampliarse. Schiaretti también llamó a Miguel Lifschitz (con quien selló un acuerdo en Córdoba) para invitarlo y que le transmita la invitación a Roberto Lavagna, con quien tiene una relación tensa.
El cordobés le avisó a su par santafesino que uno de los objetivos de la reunión será un compromiso de que el candidato se definirá en las primarias si no hay acuerdo. Fue una forma de hacerle saber que si no acepta ir a las PASO, su presencia en la reunión no tendrá sentido.
Schiaretti quiere convocar a los gobernadores peronistas y aliados para terminar de “ordenar” el espacio como le pedían los propios y también los ajenos.
En Argentina Federal aseguran que el Gringo no está jugando a la división del peronismo y apuesta a ganar en serio.