La Argentina se queja más de la economía que de la corrupción

La Argentina se queja más de la economía que de la corrupción

Opinión


No hay nada peor que negar la realidad. Y ese defecto es inexcusable en el caso de algunos políticos, porque no es posible pelearse con los números. Las matemáticas son irrefutables. Y esas matemáticas hablan y les mandan un claro mensaje a Mauricio Macri y a Cristina Fernández de Kirchner.

Según varias encuestas, a las que tuvo acceso Noticias Urbanas, tanto el actual Presidente como la expresidenta cosechan una imagen negativa que roza el 70 por ciento. El número es contundente. Pero todavía hay más. Según los dichos históricos del consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, ese número es “ilevantable” para cualquier político. Lo pensará también ahora…

A partir de eso, se abre un debate muy grande y profundo en el macrismo, y el tema no es menor porque se trata de la propia supervivencia política de Cambiemos. El tema es el siguiente: cómo encarar el último tramo de gobierno teniendo en cuenta que el año que viene hay elecciones presidenciales.

En principio se va a seguir sosteniendo en todo el país la candidatura presidencial de Macri hasta las últimas circunstancias. Pero atentos, porque aquí nadie se va a inmolar, incluido el propio Presidente. Y es este punto, o sea qué hacer si Macri no es el candidato, algo que hoy no existe como debate interno dado el liderazgo del ingeniero.

Pero el Pro debería explorar en silencio, con previsión, inteligencia y creatividad una alternativa de poder que les posibilite ganar la elección del año que viene y mantener el poder. Los otros candidatos naturales son solo tres: María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Marcos Peña (el preferido de Macri), de eso no hay dudas.

Otro dato que refuerza el bajón de Macri frente a la por ahora buena percepción que todavía tiene la sociedad de Vidal y Larreta se dio en el último timbreo nacional de Cambiemos que se realizó el sábado.

A eso debe sumarse otro dato importante: el tema de “los cuadernos”, por ahora, no tiene incidencia en el escenario electoral de 2019. Es como si Cristina, que sigue teniendo un techo bajo de votantes y una muy mala imagen, hubiera llegado al piso. Ya no le entran más balas, al menos por ahora.

Lo que sí está golpeando a Macri no son los aportantes truchos ni el primo Calcaterra, sino la incapacidad demostrada hasta el momento para solucionar la creciente crisis económica. El dato clave tiene que ver con la caída que sufrió su imagen desde el triunfo de Cambiemos en las elecciones legislativas de octubre del año pasado hasta ahora. La caída comenzó en diciembre con el tratamiento de la reforma previsional y hasta ahora –salvo cortos veranitos– no se detuvo.

Otro dato importante al que accedió NU está relacionado con la imagen negativa de Macri y Cristina. El desprestigio de ambos es ya un clásico, pero el fenómeno parece abarcar a la dirigencia política en general. Ahora, surge igualmente un nuevo dato: también afecta fuertemente a los empresarios.

Según le dijo un importante encuestador a Noticias Urbanas, la reacción de la gente es la siguiente: “Mientas Macri me mata económicamente, me muestra como Cristina me robaba”. Ese análisis que tiene cierto realismo va llevando a la población –no por primera vez– a la siguiente conclusión: “Los políticos son todos iguales, roban todos”.

La mala imagen de los empresarios es un dato nuevo que se suma a la muy mala percepción que la sociedad tiene de corporaciones como los sindicatos, las fuerzas armadas, la Justicia y la política. Los empresarios son los nuevos integrantes de ese selecto club.

O sea que, por primera vez, “el poder real”, que manejó, entre otras muchas cosas, la obra pública, la energía y las grandes decisiones desde la última dictadura militar hasta nuestros días, quedó al desnudo frente a los ojos de la gente. El rechazo que provocó esa imagen es elocuente y no tiene vuelta atrás.

Nadie sabe cómo va a terminar y hasta dónde va a llegar la investigación de los cuadernos ya que se habla de algo que nunca ocurrió en el país. Lo que parece posible es que ese final –ojalá– se constituya en el despegue definitivo de otro modelo de gobernarnos y crecer, en el inicio de una nueva era.

O no, esto es la Argentina.

Lo que es seguro es que, antes de ello, el desarrollo de esta investigación va a producir un daño que ya pagamos y repagaremos todos.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...