El Estado compró potabilizadores en 2019 pero todavía no se utilizaron

El Estado compró potabilizadores en 2019 pero todavía no se utilizaron

Podrían aportar a liberar camas y aliviar el sistema hospitalario. Su desuso sería a causa de la la "falta de información".


La zona metropolitana de Buenos Aires concentra más del 90% de los casos confirmados de Covid-19. Actualmente, el país supera los 75.000 contagios y las 1.500 muertes por esta enfermedad.

Por estos números ascendentes es que el Gobierno nacional retrotrajo al AMBA a la fase 1 del aislamiento social obligatorio y preventivo, aumentando sus restricciones con el fin de “aplanar la curva de contagios” y garantizar que el sistema de salud nacional pueda atender a cada uno de los actuales y futuros infectados.

Sin embargo, hay otra forma de aliviar el sistema hospitalario que el Ejecutivo no estaría vislumbrando: hay un stock de 400.000 estuches de potabilizadores de agua anclados en el Ministerio de Salud.

El dato es clave. Según la Organización Mundial de la Salud, al menos el 60% de las enfermedades que requieren de hospitalización son de origen hídrico, es decir, por el consumo de agua en malas condiciones.

Esta información es aportada por la dirección de la empresa nacional Laboratorio Pyam S.A., proveedora de estos potabilizadores que fueron adquiridos por la gestión de Mauricio Macri y que han quedado sepultados seguramente por el desconocimiento de la nueva administración gubernamental, a causa también del contexto de desorden y anomalía desencadenado por el escenario pandémico.

Dado el contexto se nos dificulta la comunicación con el Gobierno. Usualmente, con cada administración nos sentamos y charlamos para contarles cómo funcionan los productos y qué veníamos trabajando con la gestión previa y que proveemos al Estado hace 30 años, pero ahora hay un parate general y un desborde de tareas en el Ministerio que nos impide tener esa charla tradicional”, explicó a Noticias Urbanas Jorge Vigliani, presidente de la empresa. Y continuó:

“Cuando estaban empezando a acomodarse los agarró un cimbronazo terrible, donde la urgencia se antepuso a algunas necesidades, y es por eso que queremos hacerles saber la existencia de esta herramienta que tienen guardada en el depósito de Brandsen. Esto podría ser de gran ayuda porque ellos lo tienen a mano, lo tienen pago, listo para utilizarse”. 

 

Qué son estas pastillas

Desde la mencionada empresa indican que la desinformación es la génesis de la situación planteada: herramientas guardadas en un depósito que podrían descongestionar el sistema hospitalario, liberando camas para atender las urgencias actuales.

“Estos problemas se dan por falta de información. Estas pastillas potabilizadoras son efervescentes y se introducen en recipientes de agua de 3 a 5 litros; en tan solo media hora potabiliza todo tipo de agua porque mata cualquier virus, bacteria o germen”, explicó Vigliani.

El abastecimiento de agua no segura y un saneamiento e higiene inadecuados puede derivar en enfermedades de origen hídrico que son responsables de 1,8 millones de muertes por año, según señala la OMS. Es por esto que no hay protocolos de higiene y sanitización suficientes para combatir al Covid-19 ni ningún otro tipo de afección sin “agua segura”.

Entre los principales usos de estos elementos no solo está el consumo directo del agua, sino también la desinfección de frutas y verduras y de superficies con riesgo de infección. Ergo, el uso del stock en cuestión podría ser utilizado para la provisión de agua segura en zonas sin hidratación potable como algunas partes del Conurbano bonaerense, villas, e incluso como elementos complementarios para la desinfección de superficies en hospitales y otros espacios que ejerzan funciones de contención social.

De esta manera, podrían aliviar la carga hospitalaria no solamente liberando camas sino también alivianando las tareas de las y los profesionales de salud, al tiempo que se reducen las posibilidades de contagio en el acercamiento de más personas a los centros de salud.

 

La preocupación de AYSA

“Millones de dólares” afirma la presidenta de AySA, Malena Galmarini, que le significaría al Estado llevar al Conurbano bonaerense agua potable pensando obviamente en otras variantes estructurales para este  tema. “Yo creo que estas son cuestiones fáciles de resolver. Tienen la mercadería ahí, es una lástima que no se use. A veces se buscan soluciones en otro lado y las tenemos al alcance de la mano“, indica al respecto Vigliani. Y argumenta, en esa línea: “Llevar agua a distintos lugares significa llevar agua mineral en bidones, lo cual conlleva mucho tiempo, esfuerzo y espacio, en especial cuando en su lugar podría transportarse un blíster de pastillas para la potabilización de agua de todo un mes. Esto es mucho más eficiente y también más económico”.

Igualmente, Galmarini visualiza esta idea. Ante la denuncia de porteños por el mal olor y sabor del agua, la Directora explicó que le ponen “más cloro” a fin de evitar el contagio de coronavirus, a pesar de que no haya ninguna investigación que avale que el virus se traslada por esa vía:

“Cuando potabilizamos el agua, le estamos poniendo un poquito más de cloro. “No hay ningún estudio que haya dicho que el coronavirus pasa por el agua, pero por las dudas lo hicimos”.

Finalmente, según fue consultada la empresa proveedora por este medio, las pastillas potabilizadoras que se encuentran en posesión y disposición del Ministerio de Salud de la Nación tienen una vida útil de 5 años, y fueron compradas durante el 2019, por lo que solo se espera que el Ejecutivo pueda tomar conocimiento de la carta fundamental que ya posee para combatir y/o contener los efectos de la pandemia en épocas donde las urgencias sobran y los insumos escasean. 

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