Kicillof complicado: sin interlocutores del Pro, avanza con proyectos propios

Kicillof complicado: sin interlocutores del Pro, avanza con proyectos propios

El Gobernador bonaerense está preocupado por el funcionamiento legislativo.


El Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, mira con algo de preocupación el tardío andar de la Legislatura para la aprobación de algunos proyectos propios y designaciones de cargos que deben aprobarse vía prestación de acuerdo.

La demanda del oficialismo es hacia la oposición y pasa por la demora en la aprobación de una iniciativa para reformar el funcionamiento de la caja de jubilados del Banco Provincia y la designación de Federico Thea al frente del Tribunal de Cuentas. Por su parte, la oposición pide que se abra la negociación por cargos en el directorio del Banco Provincia y en la Defensoría del Pueblo.

Según Infobae, todo venía sobre rieles, hasta que uno de los negociadores el intendente de Lanús, Néstor Grindetti pegó el portazo de la mesa provincial de Juntos, en medio de la interna del partido, y el Frente de Todos se encontró sin una referencia opositora para ir a buscar los votos que le hacen falta.

En el Ejecutivo bonaerense aseguran que el intendente de Lanús dejó el lugar de representación ante la decisión de volver a confrontar y diferenciarse del oficialismo, tal como ocurrió en la primera etapa de la gestión de Kicillof.

“La decisión de Macri de no seguir los proyectos de la UCR tensionó dentro del bloque y del espacio nuestro donde ya son diversos los sectores Pro”, reconoció a Infobae un diputado provincial de esa fuerza política que legislativamente en la provincia de Buenos Aires se compone de legisladores que responden a intendentes, a la exgobernadora María Eugenia Vidal, a Patricia Bullrich o a Jorge Macri. Dicha tensión a la que se refiere el legislador desencadenó en la salida de Grindetti, que ahora no oficiará de interlocutor.

Cerca del intendente de Lanús sostiene esta versión, pero advierten que el problema está en buena medida con los propios. “Néstor alcanzaba un acuerdo y cuando era el momento de efectivizarlo siempre aparecía una nueva demanda. Su rol empezó a desgastarse y entendió que no tenía sentido seguir en el medio”, explica un dirigente con línea directa al hombre de Lanús.

El impacto también se sintió en quién juega un papel importante en esa negociación, el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde. El intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora es quién le garantiza al Ejecutivo las leyes y negociación con la oposición. De hecho, desde hace un tiempo que venía trabajando a través de la Legislatura con el presidente de la UCR bonaerense y jefe de bloque de Juntos en la Cámara de Diputados, Maximiliano Abad, y con el propio Grindetti para avanzar en una ley que Kicillof considera importante y una deuda con el gremio La Bancaria: la derogación de la actual ley del régimen previsional de la Caja del Banco Provincia establecida bajo el gobierno de María Eugenia Vidal para avanzar con un nuevo esquema jubilatorio para los empleados del BAPRO.

Kicillof hizo saber esa situación a un grupo de intendentes del Pro. “Para nosotros es muy importante, lo quiero comentar porque no sé si todos saben en qué habíamos quedado. Necesitamos que se arregle el régimen del Banco porque está judicializado y la Justicia nos pidió que llegáramos a un acuerdo. Hoy hay un régimen, venimos sin vencedores ni vencidos, pero todo lo que podamos hacer para solucionar las jubilaciones de los bancarios bienvenido”, dijo al finalizar una reunión con jefes comunales oficialistas y opositores entre los que se encontraban el platense Julio Garro y el pinamarense, Martín Yeza. Las palabras del gobernador no calaron hondo.

Más allá del proyecto puntual de la jubilación del Banco Provincia, la preocupación del gobierno también pasa por quién ocupará el lugar de Grindetti. Días atrás corrió el nombre del presidente del bloque de Juntos en el Senado bonaerense, Cristian Gribaudo. Sin embargo, según pudo saber este medio, el legislador no contaría con todos los consensos necesarios dentro del Pro para ocupar una silla en la mesa provincial y oficiar de negociador con el Ejecutivo.

Según Infobae, Las internas en el Pro y puja de representatividad en la alianza opositora existen. “Las peleas son porque vemos que se puede ganar en 2023, nadie se pelea por algo que sabe que no va a tener”, resumió otro legislador con anclaje en un intendente del Pro.

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