Massa baja línea y muestra músculo con el FR de cara al 2023

Massa baja línea y muestra músculo con el FR de cara al 2023

El presidente de la Cámara de Diputados recluta la tropa nacional del FR. Por qué y para qué.


Sergio Massa es quizás quien hoy mejor entiende dentro de la política local qué es lo que está pasando en el país, quiénes son los actores que tiene al lado, quiénes enfrente, los que pueden estar en los dos lados del mostrador depende del tema. Expertisse corporativo de la dirigencia política que le dicen, hasta donde llega cada uno y cómo entrarle. Lo aprendió -a pesar de su juventud- luego de un largo recorrido no carente de tropiezos, pero que le deja la mejor agenda para generar acuerdos en la República Argentina.

Combinando éxitos y fracasos en sus comienzos, ahora parece consolidado para distender duras tensiones, y este momento del Frente de Todos lo enfoca en dos cuestiones centrales. Intentar -con todas las terminales- que el fuego amigo de las otras dos cabezas del Frente de Todos no lastime de muerte a nadie y haga volcar una construcción que nadie tiene  tan claro hasta dónde llegará y, por otro lado, mostrarse por fuera de la disputa pública y ajena, con la cabeza puesta más en la agenda del Estado y de la gente, y ser identificado como alguien que está decidido a resolver los problemas que hagan falta para el desarrollo del país y las mayorías.

El 23 y 24 de abril en Mar del Plata se realizará el Congreso Nacional del Frente Renovador (nacido en 2013), en donde el tigrense mostrará a propios y extraños músculo político, su posicionamiento, su proyecto con los valores irrenunciables de ese espacio que ya una vez en 2015 fue por la Presidencia con el fallecido Juan Manuel De la Sota en la experiencia de UNA, en la que ambos redondearon casi 5 millones y medio de votos, cuando Mauricio Macri quién las ganó y Daniel Scioli (segundo) estuvieron en algo más de 12 millones. Una cantidad envidiable de sufragios, con mucho menos aparato y dinero que los dos representantes de la grieta, producto de una construcción interesante realizada anteriormente y que –a diferencia de José Octavio Bordón en 1995- no dilapidó jamás y la hizo valer tanto con Macri y María Eugenia Vidal como con Cristina, Máximo y Alberto Fernández hasta el día de hoy.

Es por ello que, en MDQ, Massa empezará a diseñar las bases del camino que lo conducirá a 2023, en donde sus actuales compañeros de ruta, uno ya lanzó la reelección tal es caso de Alberto mientras otros analizan la conveniencia del combo y la ecuación Nación – Provincia (o solo la segunda, quizás) para el caso de Cristina y Máximo.

En la Provincia de Buenos Aires el FR tiene 13 intendentes y concejales en todos los distritos, representantes en ambas cámaras del Parlamento, y una gama de alianzas que puede resultar cambiante en los socios, pero nunca en su conductor.

En el resto del país la construcción no tiene la misma solidez, pero es reemplazada por una transversalidad que es capaz de lograr consensos y compartir proyectos con buena parte de la dirigencia federal de nuestro país, más allá de los espacios políticos que ocupe cada uno.

Massa tuvo dos apariciones con diferencia de horas en las que pivoteó de manera vehemente sobre la necesidad de acuerdos, tales los discursos en el Consejo Económico y Social como en la Fundación Conciencia. El presidente de la Cámara de Diputados tiene el convencimiento absoluto que un puñado de acuerdos inteligentes sustentables en el mediano plazo (de 5 a 10 temas durante 15/20 años) pueden poner de nuevo a la Argentina en un lugar de privilegio en el concierto de las naciones del mundo, y es consciente que se viene un tiempo más proclive a esa tendencia que a la crispación social que construyó la grieta durante todos estos años y destruyó esa capacidad esencialmente parlamentaria. Ahora está en un lugar privilegiado para esa función, demostró su talento en la difícil coyuntura del acuerdo con Fondo Monetario Internacional. Y quiere seguir esa ruta, más allá de los socios, que en la práctica podrían ser cualesquiera.

El juego político que mira hoy en el menú depende más de las decisiones que se tomen el Frente de Todos en ambas variantes que las suyas, que son las de mantener la unidad hasta el límite de la imposibilidad de llevarla adelante. Se reconoce con mayor capacidad de armado que cuando ingresó en el último instante a esta coalición. Mantiene una buena relación con todos los principales actores, pero eso no garantiza nada a la hora de construir soluciones a futuro. En la Argentina de hoy importan más las cosas que hay que hacer que el con quién las hago. Y para eso se apoya en el Frente Renovador. Su herramienta para sostener ideas y llevarlas a la práctica.

 

 

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