La polémica decisión de Graciela Ocaña de romper su bloque (Confianza Pública) a dos semanas de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que la tienen como precandidata a jefa de Gobierno por el Frente ECO, espacio en el que competirá contra Martín Lousteau y Andrés Borthagaray, no le saldrá gratis.
Un anticipo de eso pareció ser el duro discurso que pronunció en su contra su ex compañera de bancada, Cristina García, quien al ser expulsada sin previo aviso por “La Hormiguita” se vio obligada a crear un monobloque al que, chicana mediante, decidió bautizar “Confianza Pública Democrática”.
Vale recordar que García entró a la Legislatura junto con Ocaña en diciembre de 2013, cuando ésta, con el apoyo del ex legislador Daniel Amoroso, decidió presentarse con “boleta corta” a las últimas legislativas.
En diálogo con Noticias Urbanas, la ahora representante de la corriente “Democrática” de Confianza Pública dio detalles sobre el divorcio entre la ex ministra de Salud de Cristina Kirchner y el sindicalista del juego, a quien responde políticamente.
-¿Cómo se dio este quiebre entre Ocaña y el sector que usted representa?
Este quiebre fue una sorpresa para nosotros. Entiendo que se ha tomado una triste decisión, ya que si bien es cierto que teníamos alguna diferencia respecto del cierre de las listas, también creo que en un partido político pueden tenerse posiciones o criterios diferentes. Aún teniendo esas diferencias yo seguí trabajando e integrando el bloque Confianza Publica desde diciembre del 2013 en la Legislatura ya que así lo decidió el voto popular. Jamás hubiera pensado en que podía llegar ser desplazada de esta manera autoritaria y arbitraria, hecho que marca un serio precedente en esta Legislatura.
-¿Cuándo se enteró de la decisión de Ocaña de romper el bloque?¿Cómo se explica que yéndose ella usted termine expulsada?
Me enteré en el recinto. Existían rumores pero nunca creí que podía suceder. La verdad, como expresé anteriormente, no se entiende, no tiene fundamento serio y te diría que fue una decisión hasta apresurada e infantil. Se podría haber conversado, nadie está atado a quedarse en algún lugar si no se está cómodo.
-¿Cuál es el mensaje que buscó darle a la diputada Ocaña al seguir usando el nombre Confianza Pública con la aclaración “Democrática”?
Ninguno en particular. Yo sigo representando al partido Confianza Pública pero al tener que ponerle un nombre al bloque, por que así lo exige el reglamento, me pareció oportuno destacar “democrática” porque es la forma de organización social que identifica al espacio que integramos; espacio en el cual los vecinos y vecinas de la ciudad en diciembre de 2013, pusieron su confianza y me dieron la oportunidad de representarlos en el recinto.
-¿Cómo queda el partido después de esto? ¿En manos de quién?
Actualmente, el partido esta conducido por Ocaña como Presidente. El Secretario General es Juan Ignacio Martuccio, un compañero de nuestro espacio. Entiendo que al existir esta división solicitaremos internas partidarias para que los afiliados, los verdaderos “dueños” del partido, decidan libremente si continuar con esta conducción o no.
-¿Tuvo algún indicio previo que pudiera delatar una maniobra semejante?
Ninguno. Como te comente anteriormente, solo algún rumor como se dice “radio pasillo”. Jamás me imaginé semejante maniobra por parte de Ocaña, una dirigente que pregona el diálogo, la transparencia y el consenso. Hasta hace unas pocas semanas éramos el mejor equipo con el que había trabajado y como se le plantearon algunas diferencias, de la noche a la mañana, pasamos a ser los peores y nos excluyó arbitrariamente del bloque que integrábamos, en esta última sesión ordinaria de la Legislatura. Y además, sin dar la cara. Ya que no asistió a la misma.
-¿Cómo fue la relación hasta el cierre de listas?¿Es cierto que Ocaña se cortó sola para arreglar una fórmula con Lousteau?
La relación siempre fue excelente, y de respeto mutuo con ella y con su equipo de trabajo. Pero es cierto que se corto sola, esa fue una de las diferencias que teníamos y lo que me desilusionó, ya que nuestro objetivo político en común no era esto, sino posicionarnos como tercera fuerza política en la ciudad. Somos un partido nuevo y en nuestro debut electoral en 2013, con una lista corta, sacamos más de 120.000 votos lo cual nos posibilitó ser la cuarta fuerza política. Entendíamos que participando de estas elecciones con nuestro propio partido, luego de la ruptura de UNEN, teníamos serias posibilidades de ser la opción entre el PRO y el FPV.
-¿Cómo y con quién trabajará de ahora en más? ¿Hay chances de que se incorpore a algún interbloque?
Continuaremos trabajando como hasta ahora. En la Legislatura se trabaja con consensos permanentes ya que nadie tiene mayoría parlamentaria absoluta, así que lo haremos con nuestro bloque ahora denominado Confianza Publica Democrática.
-¿De las fuerzas que integran la Legislatura, dejando de lado ECO y el FPV, de cual se siente más cercana?
Desde hace diez años trabajo en la Legislatura y dentro de mis funciones como Directora General de Gestión y Participación Ciudadana me tocó conocer mucha gente valiosa, más cercana hacia lo que son mis orígenes, como Cristian Ritondo y Roberto Quattromano y, por una cuestión generacional, con Agustín Forchieri. En el último tiempo, desde que soy legisladora, tengo excelente relación con varios colegas de diferentes fuerzas políticas que no quiero dejar de nombrar, compañeros como María Rosa Muiños, María Inés Gorbea, Paula Oliveto, Claudio Palmeyro, Enzo Pagani, Alejandra Caballero, Juan Pablo Arenaza, Helio Rebot, Gaby Seijo, Raquel Herrero, Carmen Polledo y Oscar Moscariello son los que entre los que más cercano me encuentro. Aprovecho esta nota para agradecer el apoyo que recibí de la mayoría de mis pares sin distinción política que así me lo hicieron saber.
