Cómo es el plan de Massa

Cómo es el plan de Massa

Un documento que maneja el titular de Diputados está dividido en cuatro etapas.


El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, mantuvo reuniones con economistas de su confianza, tendientes a establecer una suerte de “programa económico” para aplicar desde las primeras horas siguientes a su nombramiento en el súper ministerio Economía. El diagnóstico de sus economistas apunta, desde ya, a la falta de dólares como problema número uno a solucionar.

El segundo problema, dicen, es lo que identifican hoy como una descoordinación de la política monetaria y cambiaria. Por lo que se deduce que Massa buscará imponer un nombre propio en la presidencia del Banco Central.

Para llevar adelante su cometido, los especialistas que trabajaron para Massa diseñaron cuatro fases para llegar al objetivo.

✔ Fase 1: dólar Soja

El documento que le acercaron a Massa habla de avanzar sin miedo con un “desdoblamiento cambiario” que permitiría crear un “dólar soja”. Pero a diferencia de lo que se terminó anunciando este martes por parte del Banco Central, lo que está en la cabeza de los economistas de Massa es permitir liquidación de dólares de la soja al valor del dólar MEP (ayer $ 325) por un período determinado de tiempo.

Si este plan funciona, los economistas de Massa esperan un shock de liquidación de soja de unos US$ 9.000 millones que servirían de puente para llegar más o menos cómodos a la próxima liquidación de la cosecha gruesa en 2023”.

Esos dólares convertidos al tipo de cambio MEP le servirían a los productores para aplicarlos a la adquisición de insumos y bienes de capital (si hay disponibles) y a financiar la compra de semillas para la cosecha. O en el peor de los casos, para “recomprar” dólares en el mercado paralelo.

✔ Fase 2: devaluación

Para los economistas que le armaron el plan a Massa, “una vez reconstituido el stock de reservas, el BCRA estaría mejor preparado para una devaluación discreta del tipo de cambio oficial. La devaluación discreta acelerará bruscamente la tasa de inflación pero, al mismo tiempo, licuará la oferta real de dinero y –según esta visión- bajaría la “brecha cambiaria” y devaluaría el peso en términos reales para desalentar el turismo y las importaciones. La espiralización devaluatoria e inflacionaria se lograría sacrificando parte de las reservas acumuladas en la primera fase.

✔Fase 3: política monetario-cambiaria

Tras devaluar el peso el BCRA debería alinear el ritmo de devaluación con las tasas de interés (activas y pasivas) para que al menos la tasa de interés “medida en dólares” sea positiva. Junto con la reducción de la brecha, se incentivaría el flujo de liquidación de exportaciones.

✔Fase 4: “Sobrevivir el segundo semestre”

Con esta batería de medidas, el gobierno atravesaría una crisis devaluatoria “controlada” que le permitiría alinear los incentivos para llegar a la liquidación de la cosecha fina hacia fines de año y “acercarse lo más posible” a la cosecha gruesa de 2023.

En la visión “de almacenero” que aplican los cultores de la “restricción externa”, si el mercado percibe que al gobierno le alcanzan las reservas para llegar sin sobresaltos a marzo de 2023, la corrida contra el peso se frenaría y la inflación se estabilizaría.

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