Fuentes de la empresa EDENOR le aseguraron a NOTICIAS URBANAS que los 167 transformadores que utilizaban PCB (policloro bifenil) fueron erradicados del territorio de la Ciudad de Buenos Aires. Esta agencia se comunicó también con la empresa EDESUR, pero sus hombres de prensa se encontraban demasiado atareados para atender nuestros requerimientos, por lo que omitieron contestar nuestras preguntas acerca de este tema.
El funcionario de EDENOR también afirmó que en enero de 2001 partió por mar -con rumbo a un puerto francés- la última tanda de generadores contaminados con PCB, donde fueron destruidos. También le manifestó a NOTICIAS URBANAS que aún quedan en actividad una serie de equipos que pueden ser descontaminados, porque presentan una concentración del producto menor a 50 partes sobre un millón, lo que permite -según la ley 24.051- su utilización, previo proceso de limpieza.
Los equipos que utilizaban PCB fueron reemplazados por otros que utilizan dos tipos de aceites refrigerantes minerales. El primero lo fabrica YPF y se lo conoce como Tipotransf 64 SSA – YPF – LB – AT – 2 – 05 – 1216 y el otro lo elabora Shell y es el SHELL ELECTRO AX1.9.4992.
Los directivos de EDENOR, de todos modos, se encuentran a la espera -según manifestaron- de que la Secretaría de Medio Ambiente homologue un método de descontaminación del PCB para proceder a la limpieza de aproximadamente el diez por ciento de su parque de maquinaria eléctrica.
De todos modos, si bien el PCB ya no existe en Buenos Aires -y esa es una buena noticia- la medida llegó tarde para Nahuel Lorenzo, el chico de Pilar que falleció de leucemia. Su madre, Mabel Bastía, fue quien denunció ante las cámaras de Telenoche Investiga la presencia contaminante del PCB, desatando una serie de medidas y prohibiciones que culminaron el 27 de noviembre pasado con la sanción por parte de la Cámara de Diputados de una ley que prohibe expresamente el uso y la importación de la peligrosa sustancia.
UN PODEROSO CONTAMINANTE
El bifenilo ploriclorado (PCB) es un compuesto químico formado por cloro, carbón e hidrógeno que fue sintetizado por primera vez en 1881. Es resistente al fuego, muy estable, no conduce electricidad y tiene baja volatilidad a temperaturas normales. Éstas y otras características lo han hecho ideal para la elaboración de una amplia gama de productos industriales y de consumo.
Paradójicamente, su estabilidad química, que ha contribuido a su habitual uso industrial, es uno de los aspectos que causa más preocupación. Pero el principal riesgo ocurre si los transformadores explotan o se prenden fuego, porque en ese caso, el PCB se transforma en un producto químico denominado dioxina, que se produce a través de la combustión. Las dioxinas son las sustancias más dañinas que se conocen. Son cinco millones de veces más tóxicas que el cianuro y se ha comprobado que son cancerígenas.
El PCB se utilizaba en muchas partes del mundo como refrigerante de transformadores, pero en 1976, luego de un accidente, fue prohibido en Estados Unidos y Europa. Hoy existen alternativas mucho más seguras, como los aceites de siliconas u otros tipos de aceites minerales dieléctricos. También se utilizan transformadores secos para reemplazar a los que necesitaban refrigerantes líquidos.
EL PCB Y LA SALUD
El PCB puede causar una gran variedad de efectos adversos sobre la salud. Está comprobado que en los animales causa cáncer, además de provocar graves trastornos en los sistemas inmunológico, reproductivo y nervioso. Los análisis realizados en trabajadores expuestos al PCB fueron como para tomarlo en serio: se descubrieron casos de cáncer de hígado y de melanomas malignos. También se conocieron casos de leucemia y de otros tipos de tumores malignos.
