Y un día Martín Lousteau reapareció. El hombre que hizo tambalear al PRO durante las elecciones porteñas decidió retomar su rol de referente opositor en la Ciudad y reunió a la tropa de ECO, en medio de los coqueteos de algunos de sus integrantes –como Graciela Ocaña- con el macrismo.
El diputado nacional encabezó este martes un desayuno en El Viejo Almacén, del que participaron legisladores y comuneros electos. A quienes les planteó la línea a seguir frente al nuevo gobierno porteño que liderará el actual jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, a partir del 10 de diciembre.
Según trascendió, Lousteau le ordenó a su bloque legislativo “resistir” al poder del PRO y no caer en la tentación de “canjear” leyes por cargos. A su lado se encontraba Ocaña, a quien muchos dan como futura ministra de Salud de Larreta y que, fue designada por Mauricio Macri como vocera de Cambiemos en el área.
El liderazgo del ex ministro de Economía quedó en jaque cuando se presentaron los candidatos a diversos organismos porteños. Ya que en ECO no hubo consenso y cada una de las fuerzas que componen el interbloque terminaron apoyando a diferentes postulantes.
De todas formas, cuando los rumores de fractura crecían fue un hombre de su riñón, el legislador Hernán Rossi (SUMA +) quien aclaró en Noticias Urbanas que pese a los matices existentes entre los bloques que componen ECO, “el liderazgo del espacio lo ejerce Lousteau”.
Sin embargo, será en la sesión en la que la Legislatura trate las ventas del predio El Dorrego y de una parte del Autódromo Oscar Gálvez cuando se compruebe si el discurso de Lousteau supo calar entre sus hombres o si, como viene sucediendo hasta el momento, cada cual atenderá su juego. En gran parte, de cómo le respondan dependerá su futuro político en territorio porteño.
