Aunque “la novela”, como la calificó el propio (Sergio) Massa, parecía decantarse a favor de Daniel Scioli, el protagonista, el diputado Martín Insaurralde, insiste en estirarla lo máximo posible y mantener el suspenso.
Este domingo por la noche, en una larga entrevista en el programa La Cornisa (América TV), el intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia evitó dar definiciones sobre la trinchera política en la que peleará por la gobernación bonaerense (algo que sí dejó en claro que hará).
“Me importa cuál va a ser el hombre que le devuelva la identidad a la Provincia”, fue una de las frases que disparaba para evadirse de la pregunta que una y otra vez le hacían Luis Majul, Ari Paluch y María Julia Oliván, quienes en más de una oportunidad se quejaron de que el diputado, en definitiva, “no responde nada”.
Incluso, tampoco quiso decir si renunciará a la banca y volverá a Lomas de Zamora, pero lo dio a entender, entre risas. “Mi sangre es ser intendente”, señaló, y dejó trascender los sinsabores de la tarea de ser hoy por hoy un diputado del oficialismo: “Yo obediente soy siempre (con la Casa Rosada), estoy de acuerdo en lo que voto pero a veces me gustaría discutir más algunas cosas, sin ninguna duda. A veces uno se siente aislado y ve que falta debate. Sé cuáles son las prioridades y a veces siento que no las puedo llevar a cabo porque existen mezquindades”.
En otro mensaje encriptado de cuestionamiento al trato que recibe del kirchnerismo, admitió haber visto algunos ataques de medios oficialistas hacia su persona en los días en que contrajo matrimonio y que vio las “pantallas partidas” (en alusión a imágenes de su boda compartiendo la pantalla con las inundaciones en el conurbano) como una amenaza: “Si creen que con eso algunos me van a dar miedo o van a hacer que cambie una forma de pensar, se equivocan”, subrayó.
Con respecto a la histeria política que caracteriza su año, se negó a responder si el futuro lo encontrará en la boleta del FR o del FpV, descartó que su esposa Jéssica Cirio envíe mensajes políticos a través de Showmatch y evitó criticarlo de cualquier manera al gobernador Scioli. Cuando lo consultaron por las inundaciones, no quiso hacer cuestionamientos y se limitó a decir que “faltan muchísimas cosas en la Provincia, por eso” dijo querer “presentar una propuesta superadora”.
Desde el massismo, sin embargo, las cosas han cambiado. El propio candidato presidencial dijo a sus colaboradores que Insaurralde “se pasó de especulador” y que las cosas “siguen igual, no cambiaron”, según pudo saber Noticias Urbanas.
Desde el comando de campaña explicaron que “el interesado en mantener el contacto y la negociación es Insaurralde. Massa ya no tiene tantas ganas de remarla, pero falta mucho, habrá que ver más adelante”, y explicaron que “la situación ahora está más complicada que antes, por cosas como las de Posse”, en referencia al anuncio del intendente de San Isidro de que si se sumara el lomense al FR optará por ser candidato a gobernador por su sello electoral propio, Espacio Abierto.
“Por ahora no pasa nada. Se verá el año que viene”, dijo uno de los armadores massistas en la Provincia, ratificando que por el momento, en el Frente Renovador, se tendrán que hacer a la idea de que los precandidatos serán los menos competitivos Darío Giustozzi, Felipe Solá, Mónica López y el propio Posse.
Pero para Insaurralde quedarse en el kirchnerismo no será una panacea. Un miembro de La Cámpora con buena llegada a su cúpula y a su vez con amistades en el entorno del lomense admitió: “Si me voy a trabajar con él tengo que renunciar a la Orga, porque con Martín está todo mal”. Una vez más, tarea de componer y conciliar para Scioli.
