Una fecha que también interpela a los Argentinos

Una fecha que también interpela a los Argentinos


En el día de ayer se cumplió el 75º Aniversario de la liberación de los prisioneros de Auschwitz, el campo de concentración y exterminio más grande que forjaron los Nazis para aniquilar -en su mayoría- a los judíos de Europa, pero también a polacos no adherentes al nacional socialismo y gitanos.

Este lugar es, a su vez, una evidencia del terror que sufrió la humanidad en el siglo pasado, pero también debería ser un sitio que nos recuerde que nunca más debemos cometer los errores del pasado, que nos ha traído consecuencias catastróficas.

Como todo hombre de bien, quisiera rendir un homenaje quienes perdieron la vida en este sitio tan terrible y mostrar mi admiración al pueblo judío que tres años después de su liberación, supo construir uno de los Estados más avanzados social, económica, tecnológica y culturalmente del mundo.

Como argentino, pedir disculpas y no olvidar que Cristina Fernandez de Kirchner -fiel a la doctrina del negacionismo- en esta misma fecha, pero hace siete años, firmó un memorándum con Irán que ignoraba a las víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, para encubrir a los terroristas y colaborar con regímenes que promueven este accionar despreciable. Peor aún, saber que al Fiscal que denunció esta artimaña lo asesinaron 4 días después de erradicar la misma ante la Justicia.

Asimismo, volver a pedir disculpas por ver a nuestros actuales gobernantes reían sin escrúpulos en pleno Museo de la Shoá en Israel o como ver a nuestro Presidente que sea el único de la Comunidad Internacional que no vistió de luto en su conmemoración.

Argentina es un país nutrido en distintas culturas que coexisten en paz y esto es rescatable. De la misma manera que -como mancha también de nuestra historia- hemos sido neutrales durante la Segunda Guerra Mundial y refugio de criminales contra la Humanidad, también con mucho orgullo podemos decir que fuimos hogar y hemos recibido con los brazos abiertos a miles de perseguidos, desposeídos o familias enteras que vinieron a forjar un mejor futuro a nuestro increíble país.

Interperlarnos ante éste u otros temas no debería ser considerado una auto-flagelación, sino todo lo contrario: una oportunidad para pensar qué hicimos y qué queremos forjar como proyecto de una Patria inclusiva y con los brazos abiertos a recibir a todo aquel que quiera hacer grande a nuestra Nación.

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