Desde la presidencia de la FUBA repudiamos el aumento de tarifas en el transporte público entre el 35 y 42% en el área metropolitana por parte del gobierno nacional así como lo hicimos cuando Macri incrementó un 127% el subte el pasado enero. Debemos tener en cuenta que el transporte es un gasto básico de cualquier trabajador por lo que un aumento de estas características deteriora aún más el salario real que ya se encuentra afectado por la inflación existente en nuestro país.
El transporte es fundamental para el conjunto de la población, pero desde la presidencia de la FUBA queremos señalar que particularmente para los estudiantes el incremento del boleto equivale a un incremento en los gastos para estudiar. Por eso, si los aumento no alcanzará a quienes reciban planes sociales ni a los jubilados, entendemos que la forma de materializar la consigna “que la universidad se pinte de pueblo” y que las clases populares puedan acceder masivamente a ella, es que el Estado ponga la educación como prioridad y brinde, tal como se hace con los estudiantes primarios y secundarios, esta exención a los universitarios.
Por eso no sólo repudiamos el aumento de tarifas sino que sostenemos la lucha por el boleto educativo, tal como lo hace el movimiento estudiantil hace casi cuatro décadas. Esta lucha es parte de la pelea por el acceso y permanencia a la universidad y que el Estado se haga cargo.