La población urbana superó a la rural

La población urbana superó a la rural


En 2010 por primera vez la población urbana superó a la rural. Ante este indicador las ciudades de Buenos Aires y París, con apoyo de C40 y CGLU, crearon Urban 20, donde ciudades del G20 debaten problemáticas económicas y sociales. A la que vamos a sumar la ambiental. En octubre se hará el Foro 2018 y Buenos Aires será anfitriona.

Asistirán funcionarios de París, Milán, Berlín, Madrid, Moscú, Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Tokio, Seúl, Jakarta, Sidney, Melbourne, Ciudad de México, Río de Janeiro, San Pablo, Tshwane, Durban y Johannesburgo. Durante el encuentro, los representantes de las ciudades elaborarán tres documentos: Una Carta Conjunta para los Líderes del G20 (que tienen su asamblea en noviembre), un Plan de Acción y un Comunicado.

Que los jefes de gobierno de las principales ciudades se reúnan en Buenos Aires un mes antes de que lo hagan los presidentes del G20 es una gran oportunidad de participar de los debates que darán forma al mundo en el que debemos movernos, con mirada ambiental. Es integrarse en el mundo de los que hacen y deciden, y aprovecharlo para aportar una mirada latinoamericana y del sur global a los temas que golpean cada rincón de nuestro planeta. Los temas de trabajo son fundamentales para las ciudades, y por ello para sus países: la acción por el clima y las políticas ambientales, los empleos del futuro, la integración social, la igualdad de género y el acceso al financiamiento, son algunos de los temas que se van a tratar.

Buenos Aires fue un agente activo en la definición de esta agenda, especialmente en los asuntos referidos a la acción por el clima y las políticas ambientales que nos llevaron a ocupar este lugar, que son: La Ley de Pilas: diseñamos un plan para gestionarlas correctamente una vez que se agotan. Dentro del mismo, los productores, distribuidores y comerciantes deben hacerse responsables del enorme daño ambiental que generan las pilas usadas. El Plan de acción frente al cambio climático: Tenemos un Plan de acción frente al cambio climático 2016–2020, que desarrollamos a través de la Agencia de Protección Ambiental. El Estado es el principal impulsor de las políticas indispensables para enfrentar los efectos de: olas de calor, tormentas fuertes y cambios en cualquier variable climática. En abril de este año Buenos Aires fue reconocida por su lucha contra el cambio climático en Latinoamérica. El Grupo de Liderazgo Climático C40 nos ubicó en el segundo lugar.

Más espacios verdes: la mejor inversión que puede hacer una ciudad es la generación de espacios verdes. Con el Plan Verde contemplamos la intervención de 360 hectáreas, es decir, que de acá al 2019 vamos a llevar a cabo más de 30 proyectos. Estamos sumando 160 hectáreas de espacio público nuevo, de las cuales 110 serán puramente verdes, que es como agregar 31 Plazas Congreso, o casi un nuevo Parque 3 de Febrero a la ciudad. El objetivo de ser 100% LED: en 2013 iniciamos un proceso de recambio de luces de sodio por luces LED. Hoy, el 78% de las luminarias de la calles de la Ciudad son LED. Para el 2019, el 100% del parque lumínico será LED. Y para fin de año 135 plazas. También iniciamos el recambio a LED en edificios públicos y lanzamos la campaña Cambiá el Foco, para que los vecinos nos acerquen sus viejas lámparas de sodio a los Puntos Verdes y se lleven lámparas LED. Si logramos que la mitad de los hogares de la ciudad se conviertan a LED vamos a ahorrar la energía equivalente que producen 130 hectáreas de paneles solares, en la actualidad.

Reciclado: cada día se generan en la ciudad 6.750 toneladas de basura. La basura no surge de la nada, la producen los 3 millones de vecinos que tiene la ciudad, sumados a otros 3 millones que cada día entran y salen desde el conurbano. En la Ciudad tenemos un compromiso que hoy se mantiene más fuerte que nunca: fortalecer las políticas de reciclado. Trabajamos para incentivar la separación en origen, empezando por las casas y siguiendo por las escuelas, oficinas y edificios públicos. En septiembre de 2017 quedamos finalistas de los premios C40 Cities Awards por nuestro Centro de Reciclaje. Hoy estamos tratando el 78% de la basura que se genera en Buenos Aires y vamos por más. El no uso de bolsas plásticas: En enero de 2017 la ciudad prohibió la entrega de bolsas de nylon en las líneas de caja de los supermercados y autoservicios. Hasta entonces se entregaban 500 millones de bolsas por año: con esa cantidad se puede alfombrar la mitad de la superficie de la ciudad. Parecía una medida imposible, pero los vecinos se acostumbraron pronto y tomaron como propio este cambio cultural. La gran mayoría de los supermercados aceptaron la medida. En el 2015, el consumo anual de plástico por habitante era de 45 kilos. En 2017 esa cifra bajó a 41,9 kilos. Falta muchísimo por hacer, y en esta política no hay marcha atrás.

El tratamiento de RAEES: Durante 2017 se juntaron 151 toneladas de electrodomésticos fuera de uso en los Puntos Verdes Móviles. Los aparatos electrónicos están compuestos por un 72% de materiales reciclables, incluyendo metales ferrosos y preciosos que hoy se extraen indiscriminadamente de la tierra. El 90% de los componentes de estos residuos es reciclable, además. Las Energías renovables: Paneles solares: Hace 2 años instalamos paneles solares en las estaciones Obelisco Norte y Obelisco Sur del Metrobus. Entre las dos generamos 110.000 kwh por año de energía limpia que estamos inyectando a la red eléctrica y es aprovechada directamente por la ciudad. Esto es el equivalente a lo que consumen 193 hogares durante un año. Estos paneles son una prueba piloto importante para cuando se sancione la ley de inyección a la red que impulsa el gobierno nacional. AVUS: Durante 2017 se juntaron 20.000 litros de aceite de origen domiciliario, un 870% más que en el 2016. Una asociación civil local lo junta y lo lleva a las plantas operadoras para su transformación a biodiesel. Así conseguimos que vuelva al mercado como combustible. Al reciclar el aceite se evita la contaminación del agua y se la aprovecha como un recurso energético más. CIFA: Tenemos este espacio demostrativo y de concientización que es un lujo en la ciudad. Allí se estudian y tratan los temas ambientales y las propuestas tecnológicas y de diseño que luego mejoran la calidad urbana. Ofrecemos visitas guiadas y talleres abiertos a la comunidad en donde enseñamos las mejores estrategias para mitigar los efectos del cambio climático. Además, cuenta con proyecto que se llama Terrazas de Cultivo, que ofrece a la gente de escasos recursos, una oportunidad de inserción educativa, social y laboral.

Mapa de ruido: El ruido es un contaminante. Si queremos vivir en una ciudad amigable con el vecino y el visitante tenemos que tomar medidas para controlarlo. Vamos a llevar los actuales límites permitidos a revisión. La ciudad cuenta con un mapa de ruido, hecho en base al resultado de las mediciones que hicimos en las 15 comunas. Es una herramienta fundamental para saber en dónde estamos parados en este tema y para establecer una buena planificación en materia de reducción de ruido de acá en más. Economía circular: Se debe detener la generación indiscriminada de residuos. Estamos haciendo un uso abusivo e insostenible de los recursos. Consumimos mucho más de lo que el Planeta puede darnos en el largo plazo. En los países más avanzados del mundo, cuando un producto llega al final de su vida, la economía circular retiene los recursos dentro de la misma economía. La intención es seguir usándolos una y otra vez para crear más valor. Por lo que estamos fomentando este circuito en la Ciudad. Saneamiento de arroyos y ríos: En el 2012 la legislatura de la ciudad sancionó una ley para proteger el lago Lugano y su zona costera. Era un área históricamente postergada y descuidada del sur de la ciudad, Modificamos también su uso urbanístico y la reconvertimos en un parque con características de área protegida. Y gracias al trabajo de los técnicos ambientales armamos islas flotantes y humedales con vegetación nativa que captan los contaminantes y el material orgánico. Desarrollamos un total de 4 hectáreas que están mejorando la calidad del agua del Arroyo Cildañez y nos generan líneas de investigación. Con las balsas de biorremediación aumentamos la biodiversidad.

Mucho de esto llevó a Buenos Aires a entrar entre las 25 ciudades más influyentes del mundo, según un índice de la consultora de gestión global A.T. Kearney, 14 de esas 25 ciudades integran el U20, incluidas Nueva York, Londres, París y Tokio, que lideran el ranking. Yo hablo en particular de los temas ambientales que son los que me competen. Justo ahora, cuando Buenos Aires fue elegida nuevamente como la mejor ciudad para vivir en Latinoamérica, por la revista británica The Economist, y las ciudades del mundo por el Urban 20, en octubre, nos vengan a visitar.

Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires

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