“Se puede bajar la inflación sin ajustar”

“Se puede bajar la inflación sin ajustar”

Por Laura Di Marco

Hace campaña con el Pro en territorio bonaerense y podría encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales. Que la voten a Cristina no quiere decir que esté haciendo las cosas bien", desafía.


Carlos Melconian se convirtió en la alternativa más firme que tiene hoy Mauricio Macri para encabezar la lista de diputados bonaerenses de la provincia de Buenos Aires (el lugar del que se bajó Gabriela Michetti, con mucho ruido), de cara a las legislativas de este año. De hecho, ya actúa como candidato. Incluso empezó a hacer recorridas informales por el conurbano (estuvo en Florencio Varela y luego en Lanús, con Néstor Grindetti, el máximo referente de Pro en la Tercera Sección Electoral) y parece haber tomado como caballito de batalla la lucha contra la inflación como eje de su campaña. Con Melconian como nuevo candidato, el jefe de Pro parece haber archivado la idea de impulsar en territorio bonaerense al ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro.

Durante la charla con Noticias Urbanas hablará del “deterioro” de la economía (“por favor, a mí sacame del pelotón de economistas que pronostican un rodrigazo; yo nunca hablé de rodrigazo, pero sí del fracaso económico de un modelo que se puede medir en términos de un deterioro sistemático, y no de una crisis o un colapso”).

“Nací en Valentín Alsina –deslizará, como al pasar, casi al principio de la entrevista, como para remarcar su pertenencia bonaerense ya desde el arranque– y de allí me fui a los 40 años (hoy tiene 56). Uno de mis hijos, a los cinco años, empezó a jugar al baby fútbol y yo decidí ser técnico de esos chicos. Así que ya entonces recorrimos bastante el conurbano.”

“Hacen falta más legisladores que se opongan en el Congreso a la política inflacionaria del Gobierno”, explicará el economista que trabaja para Macri y que, desde hace tiempo, busca hacerse un espacio en la política.

El nombre de Melconian ganó puntos en Pro cuando Martín Redrado se negó a pintarse de amarillo alegando su pertenencia peronista y tomando distancia de Macri. “Hace mucho que Mauricio tiene peronismo en sus filas; desde que empezó el macrismo están los Ritondo y los Santilli”, retrucó usando el plural para referirse a los dirigentes peromacristas, como si fueran familias políticas y no los dirigentes individuales que son.

–Los economistas como usted vienen pronosticando una debacle económica, un rodrigazo, desde hace seis o siete años, a raíz de la inflación, y la comparan con la fiebre del cuerpo. La supuesta debacle no solo no se produjo sino que el kirchnerismo ha demostrado que se puede vivir con fiebre alta y que no pasa nada. O sí pasa: la Presidenta sigue ganando elecciones y la oposición pierde por goleada. ¿No estarán equivocados ustedes?

–A mí sacame de los que pronostican un rodrigazo porque yo jamás dije eso. Sí digo que el fracaso del modelo económico se puede medir en términos de deterioro, no es necesario que haya un colapso o una crisis. Si vos hicieras una nota sobre el deterioro económico de la Argentina, la pérdida de oportunidades, te aseguro que encontrarías un montón de ejemplos y de inconsistencias en el modelo, que conducen a un deterioro en la calidad de vida de la gente. Empezando por un razonamiento muy simple: ¿por qué, si venimos creciendo a tasas chinas desde hace seis o siete años, hay cuatro millones de chicos que no tienen clases? Vos vas a un hospital y hay carencia de tecnología para atender enfermedades importantes. La gente ha dejado de ocuparse de la prevención de la salud, lo que muestra otro deterioro. Viajar en subte o en tren en la Argentina es una odisea. Y hemos llegado al insólito récord de tener que importar diez mil millones de dólares de energía para el abastecimiento interno. Notás el deterioro de la calidad productiva en la indumentaria, en el packaging; en fin, hay miles de indicadores que hablan de la declinación de una economía que se ha ido aislando del mundo. Y en la que hoy hay estancamiento, inflación y problemas de empleo.

–¿Es de los que creen que hay dos modelos económicos, el de Néstor y el de Cristina, o hay uno solo?

–Hay uno solo, y ahora sufrimos las inconsistencias de lo implementado en los primeros años del mismo modelo. Yo hablo de oportunidades desaprovechadas en un escenario internacional extremadamente favorable. La Argentina ha tenido la soja, así como Bolivia tiene el gas, Venezuela el petróleo, y Perú, Colombia y Chile, la minería.

–¿Por qué quiere ser candidato en la provincia de Buenos Aires?

–Primero porque he nacido allí. Me fui de la casa materna a los 21 años. Era una casa en la que, fijate, había zanja y tierra pero siempre se enceraba el piso. Había respeto, educación pública, honestidad. Yo trabajé desde los 12 años porque, en mi caso, me gustaba ir a bailar y me tenía que comprar la ropa. Después empecé la facultad, siempre en la educación pública.

–No es de los que piensan que los honestos no sobreviven en política, como le sucede a la mayoría de la gente.

–Por supuesto que no. ¿Y qué ejemplo tengo para ofrecer? ¡El mío!

–Suena un poco autorreferencial, le voy a decir…

–Bueno, ¡pero es así! ¿Qué querés que te diga? Yo no le vendí mi alma a la sinarquía internacional y sin embargo he progresado. Y hoy puedo estar con mis amigos de Valentín Alsina, a los que jamás dejé de ver, y hacer una presentación en inglés en Wall Street. Además de que siempre voy a ver a Racing.

–¿Se puede bajar la inflación sin ajustar?

–La inflación en la Argentina se puede bajar. Y con consecuencias virtuosas, no ajustadoras. Pero deberán cumplirse un conjunto de pasos que definitivamente no están a mano ni cerca. Se puede hacer de forma gradual, con objetivos secuenciales.

–Pero ese no es solo un tema técnico sino que debería haber una coalición política para sustentarla.

–Efectivamente, cualquier medida deberá tener un respaldo político básico entre los tres poderes del Estado, el sector empresarial y los sindicatos. Bajar la inflación y recuperar una moneda local estable no es una cuestión macroeconómica. Se trata de una prioridad nacional a ser planteada como una política de supervivencia social. Porque, fijate, se está discutiendo el mínimo no imponible y el acuerdo es muy frágil. Durará hasta que se locoma la inflación. Lo mismo que las paritarias. Y cuanto más tiempo se tarde en resolver el problema, mayores serán las consecuencias y más costará solucionarlo. Una tarea que deberá resolver la próxima administración porque está visto que a esta no le interesa.

–¿Y qué sería retomar un círculo virtuoso?

–Por ejemplo, acostumbrarnos a que un presidente alternativo (a mí me gusta hablar de alternativa, no de oposición, que suena a obstrucción) puede venir detrás de otro exitoso, y no de un fracasado o de un desastre. Fijate que cuando un presidente asume detrás de un desastre, el crédito político que tiene es enorme. Desmesurado, te diría. Y eso no es una buena cosa. En el caso de Menem, tanto crédito político tuvo que logró acceder a la reelección, a través de la reforma de la Constitución. Porque, a propósito, a Menem también lo votaba la gente, y las consecuencias del modelo recién se dejaron ver en 2001. Con esto quiero decir que el hecho de que la voten a la Presidenta no significa que esté haciendo las cosas bien.

–El Gobierno nacional ha criticado duramente el aumento del subte y lo acusa al Pro de querer una ciudad para pocos.

–El tema del subte es parte de lo que hablábamos al principio de esta charla. Pongamos este ejemplo: el piso del valor del subte en América latina es de seis pesos, y aquí fue de uno. ¿Y quién pagó los cinco pesos restantes? Los subsidios. Ah, OK, entonces no es que el subte valía un peso sino que había un Estado (es decir, todos nosotros) que poníamos los cinco que faltaban. Ahora, de pronto, el Gobierno nos tira los subtes de la noche a la mañana y sin la transferencia de los subsidios, a sabiendas de que el Gobierno porteño no tiene un Banco Central para emitir moneda. ¿Cómo se sigue viajando, entonces, en esas circunstancias, sin aumentar?

–Pero hay gente que no podrá pagarlo, más allá de su análisis. ¿No piensan en un subsidio para ellos?

–No estoy en la gestión diaria. Pero entiendo que se está pensando en esas alternativas.

–¿Qué piensa de Scioli, con quien usted siempre tuvo buena sintonía? ¿Romperá con el Gobierno o seguirá siendo fiel?

–Yo no me fijo en los gestos de Scioli sino que en lo que dice y hace, y te aclaro que es un amigo. Scioli podrá comer con Cobos, pero al otro día jura su lealtad a Cristina. Y si vos mirás lo que hace, él es oficialista. Y siempre lo seguirá siendo.

 

Néstor Grindetti: “Carlos tiene una llegada muy especial a la gente”

El próximo lunes, en Lanús, Carlos Melconian comienza una serie de recorridas por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires, coordinadas por Néstor Grindetti, principal referente de Pro en esa circunscripción. El periplo seguirá, otros días, por Almirante Brown, Lomas de Zamora, Ezeiza, Ensenada, Berazategui, La Matanza y Quilmes, entre otras localidades del sur bonaerense.

“Conozco a Carlos desde hace muchos años, es un excelente economista y profesional. Creo que trascendió el hecho de ser economista y decidió dedicarse a la política, y su concepción de ella es la de estar cerca de la gente, como queremos desde el Pro. Carlos tiene una llegada a la gente muy especial, logra explicar de manera sencilla lo que parece difícil de comprender.” Así se refirió a Melconian el ministro de Hacienda porteño, en diálogo con Noticias Urbanas.

–¿Qué significado político, de cara a 2015, tiene la elección legislativa de 2013, tanto a nivel nacional como provincial y porteño?

–La elección de 2013 es muy importante. Es fundamental de cara a 2015 pero también porque se va a elegir un modelo a seguir de país. Si seguimos trabajando como hasta ahora, haremos una gran elección que luego nos servirá de base para lograr el sueño de que Mauricio sea presidente en 2015.

–¿Cómo está trabajando políticamente el Pro en la Provincia para los próximos comicios?

–Estamos trabajando mucho con nuestro equipo en la Provincia, recorriendo en mi caso toda la Tercera Sección electoral, con la conducción de Jorge Macri, que además tiene una ventaja adicional mostrando su gestión en Vicente López y creciendo también mucho a nivel país.

–Teniendo en cuenta el papel que usted cumple, que Melconian está jugando un rol de precandidato y los intentos de acercamiento del macrismo a Roberto Lavagna y Martín Redrado, ¿se puede decir que el Pro ha decidido, como estrategia, poner el acento en la economía?

–No es el objetivo buscar economistas, sino personas que coincidan con los valores y objetivos del Pro. Melconian ya es un político y tanto Martín Redrado como Roberto Lavagna son excelentes economistas pero todavía no hay acuerdos políticos con ellos. Además contamos también con Rogelio Frigerio, que es un excelente profesional, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda en la Legislatura, y que es un cuadro muy importante dentro del Pro.

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