Scioli buscará despegarse de la interna y mira el 2023

Scioli buscará despegarse de la interna y mira el 2023

El flamante ministro de Producción llega con agenda propia y se anota como presidenciable.


El acto de asunción de Daniel Scioli al frente del Ministerio de Producción tuvo todos los condimentos que se esperaban para un desembarco de alto voltaje. La puesta en escena en la Casa Rosada, donde se toma habitualmente el mando a los nuevos ministros, contó con una cantidad de público inusual y, sobre todo, heterogéneo, con representantes de todo el arco oficialista, del sindicalismo y del empresariado.

Además, a pesar de la interna que divide en dos bandos al Frente de Todos, la llegada del exgobernador logró reunir a la primera plana del albertismo -con Alberto Fernández como anfitrión- y del kirchnerismo -sin Cristina Kirchner-, aunque excluyó al tercer miembro fundador del Frente de Todos, Sergio Massa, ofuscado con la llegada de Scioli al Gabinete, que alegó motivos de la agenda legislativa para ausentarse.

Según las fuentes consultadas por Infobae, desde hace diez días, cuando Alberto Fernández lo convocó, Scioli se prepara para un rally de actividades diarias que no frenarán hasta el día de las elecciones presidenciales, es decir, la meta final de su gestión. Se esperan actos, inauguraciones y reuniones, con foco en las Pymes, todos los días, con los fines de semana incluidos.

“Daniel se levanta a las 6, lee todos los diarios, empieza a llamar (a su equipo) a las 7 y no para hasta la una”, describió un histórico colaborador del flamante ministro, que conoce bien de madrugadas y cenas con extensas comitivas hasta altas horas en la quinta La Ñata. “Kulfas estaba siempre en la oficina. Ahora va a ser todo lo contrario, Daniel va a pasar el tiempo afuera, recorriendo, en contacto con la gente”, agregó un integrante de su círculo íntimo.

Se descuenta que el eje central de su administración, más allá de la producción, sea la comunicación de la gestión. Scioli ya decidió que dirija ese equipo David Kemper, su histórico vocero, que durante los dos primeros años del mandato de Alberto Fernández fue director bajo la órbita de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia. Mantendrá a su lado, también, al estratega Carlos Gianella, otro fiel colaborador que también pasó por la Casa Rosada, aunque no tendrá un cargo en el ministerio.

Los armadores de Scioli diseñaban, por estos días, un equipo de trabajo enfocado en la difusión de sus actividades. Pero, por las características demandantes de su forma de trabajo, conocidas por todos en el mundillo político, al nuevo ministro le estaba costando conseguir perfiles aptos y que sean, además, fieles, en un contexto de internas como nunca se vio en el oficialismo.

▶ Scioli 2023

Todos en el Gobierno dan por sentado que Scioli se postulará como precandidato en 2023, aunque él mismo se encargó de relativizarlo, ayer, en una conferencia de prensa posterior a su asunción. Allí, sin embargo, abordó un abarcativo temario, al estilo de un aspirante al premio mayor. En su entorno no descartan una postulación, aunque se encargan siempre de señalar que la “primera opción” es Alberto Fernández.

Si el Presidente no juega por la reelección, le dijeron a Infobae en la Casa Rosada, probablemente apoye a su flamante ministro, en un proyecto al que se ya refieren como “el plan D”.

De todas formas, en la Casa Rosada admiten que el candidato para 2023 será seleccionado, en última instancia, por Cristina Kirchner. En el Instituto Patria, claro, acuerdan. Hoy, la gran pregunta central es por el perfil del postulante que nombrará a dedo la Vicepresidenta. Sus criterios son, naturalmente, un misterio, y no se conocerán probablemente hasta el día que anuncie el nombre. Pero las especulaciones ya están lanzadas.

En el albertismo creen que el perfil del candidato dependerá, principalmente, de las proyecciones de imagen del Frente de Todos. Si se registran posibilidades medianamente certeras de ganarle al postulante de Juntos por el Cambio, creen, apostará a un moderado que le permita abarcar la mayor cantidad de adhesiones. Si las chances se desdibujan, consideran, encabezará la lista con un kirchnerista que garantice el apoyo de los propios, para asegurarse ocupar la mayor cantidad de lugares para preparar los cimientos, en el Congreso, de una nueva “resistencia” como la que montó durante los cuatro años de macrismo. Esta última opción desfavorecería a Scioli, que se presenta como peronista racional, de buen diálogo con los empresarios como con los sindicalistas.

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