En las últimas horas no sólo ratificó que competirá: ”Voy a ser candidato en la ciudad”, sino que puso online sus principales propuestas, con foco en “humanizar la Ciudad de Buenos Aires y resolver uno de los problemas urbanos más persistentes: la vivienda”.
En ese marco, indicó: “Creo que hay dos determinantes para este problema: el primero es la inflación y el segundo es la Ley de Alquileres, porque distorsionó mucho el mercado y no trajo los resultados que se esperaban, está claro. Es un problema global, pasa en todas las capitales del mundo, pasa en Lisboa, pasa en Madrid, pasa en París. En la provincia de Buenos Aires seguramente depende qué municipio. Hay municipios donde es más fácil, otros donde es más difícil”.
Y agregó: “Me parece una locura que los alquileres estén en dólares, es inaccesible para cualquiera. Lo que sí creo es que casi todas las capitales del mundo que estudié, que son pujantes como la Ciudad de Buenos Aires, no se lamentan frente al problema sin proponer soluciones, tienen políticas públicas concretas. Que complementan las políticas nacionales y que, muchas veces, son más importantes que las políticas nacionales”.
Santoro puso como ejemplo: “Berlín tomó una decisión súper importante como estatizar 300.000 departamentos para intervenir en el mercado de viviendas de alquiler. Cuando fui a Alemania y hablé con los Verdes para preguntarles cómo habían hecho me sorprendieron con la respuesta: me dijeron es que nos pusimos de acuerdo con el Partido Conservador. Los conservadores, los verdes y los socialdemócratas entendían que había que tomar una medida drástica para intervenir sobre un mercado muy complejo, porque si no lo hacían, la gente no iba a poder renovar su contrato de alquiler y se iba a quedar en la calle. Y tomaron esa decisión”.
El precandidato a jefe de Gobierno del Frente de Todos (FdT) también se refirió a las causas por las cuales el Pro gobierna la Ciudad hace 16 años: “Es una combinación de factores. Primero, en Ciencias Políticas solemos decir que las elecciones las pierden los oficialismos más que ganarlas la oposición. Y en general, en la Argentina, cuando un partido político llega a una gobernación es difícil que se vaya rápido. Preguntale a los radicales de Formosa lo que les está costando reemplazarlo a Insfrán. Es algo común en nuestra cultura política”.
Además enfatizó: “En segundo lugar, hay algo que vengo diciendo hace mucho tiempo: creo que el poder en la Argentina le perdona muchas cosas al Pro de la Ciudad porque tienen la sensación que si pierde las elecciones desaparece como partido y creen que es un elemento de compensación necesario para el peronismo. Fundamentalmente para el peronismo de la provincia de Buenos Aires”.
“Obviamente, creo que eso es un error, porque eso ha hecho que el Pro sienta que los errores políticos no tienen costos. Entonces, puede pasar lo que pasó con Marcelo D’Alessandro, por ejemplo, que era ministro de Seguridad que se lo enganchó haciendo todo tipo de tropelías, desde cobrarles coimas a los de la grúa hasta, no sé, prestarles autos públicos a los funcionarios, y sin embargo todo el gobierno protegiéndolo y el sistema de medios en su mayoría, no todos pero en su mayoría, haciéndose los zonzos con ese tema durante tres meses. ¿Por qué sucedió eso? Porque si a cualquier otro gobierno provincial le hubiese pasado un escándalo de semejante naturaleza, era un escándalo nacional. Creo que porque hay una intención de protegerlo”, sostuvo.
Y concluyó: “Y en tercer lugar -dos cosas más te voy a decir- creo que los tipos son muy inteligentes, que construyeron un partido político profesional, que saben lo que le pasa a la gente, que tienen focus que miden la opinión pública que son muy hábiles para dar respuestas cortas. Y por último creo que es un fenómeno global también”.