Romero: “El protagonismo de Larreta lo expone a lo bueno y a lo malo”

Romero: “El protagonismo de Larreta lo expone a lo bueno y a lo malo”

Lucas Romero, analizó para Noticias Urbanas el escenario electoral.


Tras el cierre de listas para las próximas legislativas, el politólogo y director de Synopsis Consultores, Lucas Romero, analizó para Noticias Urbanas el escenario electoral. Romero destacó que el Frente de Todos buscó conservar la unidad y, sin figuras taquilleras en las nóminas, apostó al “sello” de la coalición para competir con la oposición.

En tanto, dijo el consultor, Juntos por el Cambio optó por dirimir sus diferencias internas en las PASO. Para Romero, el resultado de esa pelea será vital para la configuración de la nueva identidad del espacio opositor.

-¿Considera que la interna de Juntos por el Cambio en la provincia y en la Ciudad es funcional al Frente de Todos?

-Después de la elección 2019, las dos coaliciones tenían como objetivo prioritario mantener la unidad. Para el Frente de Todos, esto implicaba sostener la mayoría electoral. En cambio, Juntos por el Cambio necesitaba conservar la base del 40 por ciento para construir una nueva oferta electoralmente ganadora. El desafío era lograr que esa unidad quepa en las listas. El oficialismo lo logró con mayor facilidad. En el caso de la oposición, fue necesario abrir las disputas internas y trasladarle a la gente la decisión de confeccionar la lista de unidad. Si esa confrontación pone el foco en aspectos descalificadores del rival interno, esa disputa interna va a ser conveniente para los intereses del principal rival. Es decir, será funcional al Frente de Todos. Si se da en torno a los matices que dividen a las líneas internas y se refuerza el núcleo básico de consensos detrás de esa propuesta electoral, JxC podrá aprovechar la riqueza de una discusión interna para facilitar una mayor captación de votos.

-¿Facundo Manes puede atraer al votante que está disconforme con Mauricio Macri y que no encuentra una renovación en Santilli?

-El hecho que la discusión respecto de cómo conservar la unidad haya sido resuelta por la vía de la interna es síntoma de dos cuestiones: la ausencia de un liderazgo ordenador de la oferta electoral de JxC y la necesidad de renovar y resignificar la identidad del espacio. El desafío para JxC es tratar de dejar atrás el pasado frustrado de la experiencia de gobierno 2015-2019 y renovar la identidad para volver a representar una propuesta política que tenga capacidad de generar expectativas a futuro. El radicalismo reclama un nivel de renovación más intenso que el Pro, que cree que desplazar a Macri de la escena en términos de definición de candidaturas es suficiente para dejar atrás la experiencia de gestión frustrante de Cambiemos.

-¿Qué evaluación hace de las primeras intervenciones de Manes en la campaña?

-Sus primeras apariciones muestran con claridad la potencia que tiene la posibilidad de hablar sin prontuario político. Puede hablar en retrospectiva sin hacerse cargo de la frustración que generó la política durante los últimos diez años. De esta forma, se alinea con un sentimiento que hoy es mayoritario: la mirada crítica a la dirigencia. Manes tiene el activo de la novedad. Pero la inexperiencia lo ha llevado a menospreciar el valor de la corrección política. Hay frases que un político por gimnasia no suele decir, porque entiende las consecuencias de eso. Lo nuevo le ha traído ventajas, pero también desventajas.

“El desafío para JxC es tratar de dejar atrás el pasado frustrado de la experiencia de gobierno 2015-2019 y renovar la identidad”

-¿Rodríguez Larreta puede pagar un costo muy alto si su estrategia no funciona?

-Larreta ha tenido una participación decisiva en la formulación de la oferta electoral en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Su protagonismo lo expone a lo bueno y a lo malo. Pagará los costos si los resultados no son los deseados o buscados. ¿Esto significaría el fin de su carrera presidencial? Yo me animaría a decir que no. Falta mucho para 2023 y no necesariamente los ganadores de las elecciones de medio término terminan triunfando en las presidenciales. Si los resultados son buenos, estaremos hablando de un liderazgo que se encamina con pie firme a ser uno de los dos o tres aspirantes a protagonizar la escena presidencial en 2023.

-¿Cree que el Frente de Todos tiene menos figuras en su oferta electoral que JxC?

-Sí, las principales figuras de la coalición gobernante están en la gestión y no protagonizan la oferta electoral. Estamos registrando mucho nivel de desconocimiento de la figura de Tolosa Paz entre los propios votantes del Frente de Todos. Probablemente, la propuesta del espacio es que la gente vote a la marca de la coalición y no a la figura del candidato.

-¿Vidal puede pagar un costo por su mudanza a la ciudad?

-No tengo evidencia para ratificarlo, pero me inclino que la percepción de la gente puede ser más crítica que elogiosa. A la gente no le gusta ver a los políticos especular o rehuir los principales desafíos. Y la candidatura de Vidal en la provincia era natural. Es probable que le produzca algún daño en cuestión de imagen. Ese impacto será mayor o menor en función del resultado que tenga el espacio en estas elecciones.

-¿La lista de radicales díscolos en Ciudad es funcional a Larreta? ¿Le puede quitar votos a Ricardo López Murphy?

-Larreta enfrentaba un desafío en la ciudad, porque tiene que ratificar un gran resultado electoral de 2019. Entonces esto quizás obligaba a atender a un electorado muy heterogéneo, que no pide el mismo perfil de candidato. Larreta se inclinó por el perfil que entendió que le permitiría recolectar la mayor cantidad de apoyos. Había que atender otras demandas del propio electorado de la ciudad, que reclamaba posturas más combativas. Creo que la figura de López Murphy, con un perfil más liberal desde el punto de vista económico y de Adolfo Rubinstein, un radical, ayudan a contener la heterogeneidad del voto oficialista. Dentro de los votantes del Frente de Todos y de los de Juntos por el Cambio hay bastante heterogeneidad. El desafío electoral era contener la mejor oferta posible con la mayor demanda posible. Dirimir las candidaturas en las PASO es una forma que encontró JxC, no sólo para discutir las diferencias en el plano dirigencial, sino también para atender las disidencias entre sus votantes.

-¿Cuál es la interna de Juntos por el Cambio más competitiva?

-En la provincia estamos viendo una disputa relativamente pareja entre Manes y Santilli, con una leve ventaja para el exvicejefe de gobierno. Me inclino que la provincia, Córdoba y Santa Fe van a ser los tres escenarios en donde no hay que dar por cerradas las peleas por las candidaturas. Hay que prestales atención a esas contiendas, porque son discusiones internas que conllevan la disputa por el liderazgo y la identidad del espacio.

– ¿Juntos por el Cambio y el Frente de Todos se “comieron” a las terceras vías?

-Probablemente, estas dos grandes coaliciones sumen más del 60 por ciento del apoyo del electorado a nivel nacional. En la provincia seguramente reúnan el 80 por ciento de los votos. Con lo cual nos encaminamos a una consolidación de este bi-coalicionismo, en los términos que vimos en 2019 y esto pone serias dificultades a la aparición de una tercera vía. Sobre todo, porque no hemos visto grandes rupturas ni en JxC ni en el Frente de Todos.

 

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