Protagonistas en PBA: Tolosa Paz, Manes, Santilli, Gollán y ¿Cafiero?

Protagonistas en PBA: Tolosa Paz, Manes, Santilli, Gollán y ¿Cafiero?

Por Horacio Ríos

Los nombres toman forma, pero no definitiva. Las estrategias. Las polémicas. Macri se desmacriza. Pegar sin herir.


Mientras el oficialismo reflexiona acerca de su estrategia, la realidad objetiva vigente en la Provincia de Buenos Aires deja entrever la aparición de una nueva realidad, que comienza a asomar tras los ocultos visillos del misterio.

El ocaso del predominio empresarial en la propuesta de Juntos por el Cambio es una de las premisas que regirán en esta circunstancia.

La sola aparición de Facundo Manes en el universo radical forma parte de varias operaciones que confluyen en un punto. Los herederos de Hipólito Yrigoyen necesitan el resurgimiento de su centenario partido tras la traumática caída de 2001, a la que le siguió una crisis de identidad que terminó ubicándolo a la cola de la propuesta de Cambiemos, en la que casi no tuvo voz, más allá su imprescindible presencia en el plano electoral.

Este constante ninguneo, que a su dirigencia le dificultó seriamente la ya difícil tarea de conducir el partido, diluyó su tradición popular, generando el reproche de muchos de sus afiliados, que migraron hacia otras propuestas políticas. El caso de la escisión que protagonizó Lilita Carrió al crear la Alianza para una República de Iguales (ARI) es emblemático. También lo es la incorporación de algunos de sus más conspicuos referentes hacia el kirchnerismo, como fueron los casos de Julio Cobos y Leopoldo Moreau.

La irrupción de Manes en el escenario electoral alborotó el proyecto de Horacio Rodríguez Larreta de lanzarse por la conducción del espacio opositor, tanto como el de Mauricio Macri de perpetuarse en la misma posición. El primero pensaba a Diego Santilli como su hombre de confianza en la provincia para su proyecto 2023 y el segundo pensaba en enviar al sacrificio a María Eugenia Vidal para desbaratar los planes de Larreta, a la vez que buscaba potenciar a su primo Jorge, para que remachara su estrategia. Pero hay tiros que salen por la culata. Tan en desgracia se encuentra el expresidente que el primo Jorge comenzó su campaña con un aviso en el que un locutor en “off” termina afirmando: “Macri, más Jorge que Macri”. En la política, a eso se le llama sangres divididas.

Ahora, ambos están recalculando su plan. Larreta negocia por estos días a paso de carga para sumar a la opción Santilli a Jorge Macri, Emilio Monzó y Joaquín de la Torre. Si lo lograra, estas presencias le darían más volumen a su proyecto presidencial.

Macri, por su parte, debió resignarse a la caída de su protegida, Patricia Bullrich en la Ciudad, lo que provocó el desbande de parte de sus huestes en la provincia. Ni siquiera el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, que saltó desde Socma a la política, se quedó a su lado y ahora suma para Rodríguez Larreta.

Por el lado de los radicales, Manes significa la vuelta a la política, una inquietante opción que abandonaron en 2010, que les valió la confluencia con el Pro y la CC-ARI y duró apenas por un período de cuatro años de gobierno. La presencia del neurólogo debilita al Pro, por más que consiga muchos votos, porque ubica a JxC en el centro ideológico, obligando a su fuerza a esgrimir de ahora en más una práctica que no esté reñida con la política, como ahora.

El peronismo prefiera a Manes enfrente

El peronismo, por su parte, cuestionará a Manes sin mayor animosidad. Para los herederos del general Perón, es mejor que el científico pierda por puntos que por un knock-out arrasador. Si se moderan los ánimos, después se puede negociar. Y la política es el arte de la concordancia, no de la beligerancia.

De todos modos, allí surge la paradoja, porque si a Manes le va bien le cabe la fábula de Ícaro. Si se acerca demasiado al sol, la cera se puede derretir y sus alas ya no lo sostendrán. En ese caso, el duro suelo lo espera. Es que las heridas políticas leves que le cabrían en esta etapa, podrían ser más serias en los años que vienen. Se sabe, a mayor crecimiento político, mayor hostilidad.

Un conspicuo referente del justicialismo comparó, en su entrevista con Noticias Urbanas, al neurólogo radical con Nicolino Locche, “un boxeador hábil, que no jugaba sucio”, contrastándolo con la estrategia del Pro, más cercana al boxeo tramposo de Antonio Margarito, que usaba yeso en sus guantes para darle potencia a sus golpes.

Inclusive, Axel Kicillof, que llevará sobre sus hombros una parte importante del peso de la campaña, ya fue instruido para que en sus discursos se escuchen las bondades de su propia gestión y que centre sus críticas en Diego Santilli, dejando de lado al neurólogo.  

En cuanto a la estrategia contra Santilli, el peronismo va a recordar que “Santilli es Macri”. Sobre él va a recaer la batería de críticas sobre el pasado reciente y la dudosa herencia que Macri legó a los argentinos tras su efímero paso por la Casa Rosada.

Otro paso de la estrategia del peronismo es acallar a Eduardo Duhalde. La presencia de Manes trajo a colación nuevamente la perdurable alianza que éste armó con Alfonsín, que le dejó amigos de todo pelaje en el partido de la boina blanca. Esto llamará a silencio al antecesor de Martín Insaurralde, al menos por un tiempo.

Una ciudad partida

La necesidad tiene cara de hereje. El proyecto 2023 de Horacio Rodríguez Larreta lo obligó a entregar amplias parcelas de su gabinete a sus aliados de adentro y de afuera del Pro. Ya le quedan menos purasangres en su elenco gubernamental porteño. Es más, también entregará a sus aliados varios lugares en sus listas legislativas, además de tener que cederle algunos más a su mentor y actual contrincante, el expresidente Mauricio Macri.

En la ciudad existe una contienda sin tregua entre los radicales y el Pro, que como no hace política acapara todas las decisiones sin sentirse obligado a ceder nada en ninguna circunstancia.

Esta ausencia de empatía desató el surgimiento de Manes, a lo que se sumó la decisión de Larreta a traer a María Eugenia Vidal de nuevo a la ciudad, rompiendo así el pacto con Martín Lousteau, que esperaba verse recompensado en 2023 con la Jefatura de Gobierno porteña. Este regreso de Vidal a Capital refleja, además, una debilidad del jefe de Gobierno, porque no le faltaba razón a Macri cuando reclamaba que si ella fue alguna vez la gobernadora bonaerense, afianzara su presencia en ese territorio para favorecer las posibilidades de competir del partido amarillo.

La intención de Larreta al decidir el enroque de Santilli a la provincia por Vidal a la ciudad tiene como único objetivo el apoyo a su proyecto presidencial. De esta manera, él se preserva pero pone en cuestión el futuro político de dos de sus principales alfiles, al mandarlos a la guerra sin armamento.

Nuevamente, el referente peronista comparó esta situación con una hipotética invitación a Lionel Messi para jugar un picadito el viernes próximo, que imposibilitaría en consecuencia su presencia en la final de la Copa América, a jugarse al día siguiente en el Maracaná.

El peronismo, entretanto, reordenará su tropa detrás de la candidatura del exradical Leandro Santoro. Una vez que pase el 14 de noviembre, se verá cómo sigue todo. La coalición que encabeza el peronismo sólo busca marcar su presencia en la ciudad, alejado como está de aspirar a imponer a uno de sus hombres en Bolívar 1 (o en Uspallata 3150).

Algunos nombres posibles, en medio del hermetismo

Si dependiera de la voluntad del presidente, Victoria Tolosa Paz sería la cabeza de la lista de diputados nacionales en la Provincia de Buenos Aires.

Si, en cambio, la decisión estuviera en las manos de Máximo Kirchner –uno de los infaltables en la reunión de la Mesa Política de los lunes, en Olivos-, esa postulación recaería sobre Santiago Cafiero. El presidente no comparte el patrocinio de esta iniciativa, que le haría perder a su jefe de Gabinete, quizás a manos del imbatible Aníbal Fernández. Lo defenderá con uñas y dientes, pero la discusión está abierta y resultará definitoria en el debate sobre el futuro del rumbo gubernamental.

Paralelamente, para el caso de que Rodríguez Larreta postulara en la ciudad a su ministro de Salud, Fernán Quirós, es posible que una de las espadas principales en la provincia sea su par bonaerense, Daniel Gollán.

Suenan otros nombres para diferentes postulaciones, pero no existen certezas, dado el hermetismo reinante. La lapicera de Máximo Kirchner está escribiendo tantos nombres a pedido, que corre peligro de quedarse sin tinta.

Se sabe que el Frente de Todos busca repetir el esquema que lo llevó al triunfo en 2019, que incluyó a La Cámpora, el Frente Renovador, el Parido Justicialista, los movimientos sociales, el movimiento sindical y las organizaciones feministas. Paralelamente, en los partidos en los que gobierna el peronismo no habrá internas distritales para evitar desgastes y divisiones en las listas nacionales y provinciales.

En ese esquema, el experonista Florencio Randazzo se muestra con un discurso más cercano a JxC, que es lógico, dada su necesidad de pescar en la pecera del Pro, porque los votos del peronismo disidente que fueron con Lavagna ya los tiene.

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