El oficialismo ha presentado el Presupuesto 2026, que ya cuenta con dictamen de mayoría, pero enfrenta un desafío crucial: la falta de votos en el recinto. La estrategia del gobierno consiste en cerrar acuerdos con aliados clave, especialmente considerando el impacto que el interbloque de Provincias Unidas puede tener en la votación. Este interbloque incluye a diputados que no responden directamente a los gobernadores, complicando aún más el escenario.
Menem se reunió con representantes de este nuevo bloque, aunque se reportaron cambios de agenda debido a un llamado desde la Casa Rosada, lo que refleja la presión que el entorno gubernamental siente en este crucial momento. La intención del encuentro era abordar el presupuesto y los reclamos de los gobernadores, quienes han expresado sus demandas ante la falta de recursos asignados a sus regiones.
Nuestra prioridad es un Presupuesto 2026 equilibrado, piedra angular del rumbo que impulsa @JMilei. Un marco fiscal ordenado, estabilidad macro y reformas que aseguren previsibilidad para el país. pic.twitter.com/H5aAuMZkmf
— Martin Menem (@MenemMartin) November 13, 2025
En el ámbito del Pro, la situación es delicada. Este bloque respaldó inicialmente el proyecto del Ejecutivo, pero ha planteado disidencias relacionadas con los fondos destinados a la Ciudad de Buenos Aires, los cuales no están incluidos en el presupuesto. A pesar de las negociaciones en curso, los representantes del Pro mantienen su posición firme ante el gobierno, lo que sugiere que aún queda un largo camino para llegar a un acuerdo satisfactorio.
El oficialismo también se está moviendo para sumar votos de otros bloques, como Independencia y Producción y Trabajo, buscando alcanzar al menos 132 votos, que son necesarios para garantizar la aprobación del proyecto. La presión para cerrar estos acuerdos se intensifica, con reuniones programadas con los gobernadores y otras fuerzas políticas.
La inminente sesión extraordinaria del Congreso marca el inicio de una nueva etapa en la política argentina, donde el oficialismo y la oposición están en un tira y afloja constante. Con dirigentes políticos buscando maximizar el apoyo y mostrar resultados, la aprobación del presupuesto no solo representa un desafío legislativo, sino una prueba de fuerza en el contexto de un nuevo Congreso que comienza a transitar su camino.