Massa afina su perfil centrista enfocado en las presidenciales

Massa afina su perfil centrista enfocado en las presidenciales

El ministro de Economía no habla de candidaturas esperando por un "operativo clamor" del FdT.


Las recientes reuniones de Massa, en su carácter de responsable de Economía con la Mesa de Enlace del campo, los industriales grandes o pequeños, o el enviado de Joe Biden , el senador Chris Dodd, persiguen el mismo objetivo: volver a acercar ese voto “ moderado” y “de centro” que en 2019 votó -cuando menos en parte- al Frente de Todos (FdT), y que históricamente formó parte del caudal electoral del Frente Renovador, con el que en 2013 Massa propinara un duro golpe al kirchnerismo.

La estrategia massista de acercarse a algunas de las “bestias negras” del kirchnerismo está, según afirman desde ambos sectores, “conversada” puertas adentro del Frente de Todos (FdT), y ni Cristina Kirchner ni Alberto Fernández se sorprenden por esos movimientos, aunque desde el cristinismo se resignan a aceptar su perfil como eventual tabla de salvacion presente y futura.

Tanto en público como en privado, Massa repite que “no le entra más temas” que las problemáticas que integran la agenda económica diaria, y que no será candidato. “No es compatible ser ministro de Economía y candidato”, dijo el tigrense en el asado “de la paz” en Merlo, al que llegó luego de su foto con la Mesa de Enlace.

En una cena con líderes afines en el quincho de su casa en Tigre, Massa ratificó que no quiere ser candidato a presidente este año. “No tengo ganas ni condiciones familiares para enfrentar una candidatura”, dijo delante de su esposa, Malena Galmarini, y de Ariel Sujarchuk, Juan Andreotti y Rubén Eslaiman. De todos modos, Massa consume encuestas que le dan “muy bien”.

En su entorno, Massa pidió “no hablar de candidaturas hasta abril”, aunque en el Frente Renovador (FR) dan por descontado que, se postule o no, él o sus operadores de confianza pelearán por los lugares en las listas de candidatos nacionales y provinciales.

“Este año nos irá mejor que el pasado en la negociación por las listas, tenemos ventaja”, se entusiasman desde el massismo, aunque el propio Massa les dejó claro de modo indirecto que no habrá una “nueva Cámpora” en caso de llegar al poder .

“Si todo se da y ganamos, vamos a ser un partido más de la coalición, Sergio va a gobernar para todo el frente”, anticipa un dirigente que, micrófonos apagados mediante, se permite imaginar un Massa presidente, y sueño con un “operativo clamor” en tres o cuatro meses.

Esto incluye la Cámara de Diputados, donde se vencen los mandatos de dirigentes renovadores como Cecilia Moreau, Ramiro Gutiérrez, Carlos Selva y Jimena López; la defensa de las 14 intendencias bonaerenses propias y también los territorios “afines”, como Tigre -Malena Galmarini, también titular de AySA, no esconde su intención de competir por esa intendencia- más los gobernadores aliados como el salteño Gustavo Sáenz o el chubutense Mariano Arcioni, que pasó por el despacho de Massa para firmar acuerdos, al igual que el sanjuanino Sergio Uñac, el riojano Ricardo Quintela y el formoseño Gildo Insfrán.

Además de cuidar lo propio, Massa se esfuerza por sostener los vínculos indispensables con Cristina y el Presidente, los otros dos vértices del poder frentetodista. El vínculo de Massa con Máximo Kirchner, muy fuerte en el Congreso, también continúa estable, con Cecilia Moreau (actual presidenta de la Cámara baja) como polea de transmisión efectiva.

La economía, claro, es la obsesión del día a día de gestión. Contener el alza de precios, sosteniendo el precio del dólar, encontrar fondos adicionales (el swap con Brasil, la inauguración del gasoducto desde Vaca Muerta y el FMI podrían ser eventuales proveedores de dólares) y tener a raya la deuda interna en pesos son los objetivos más cercanos del ministro de Economía.

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