Mientras las autoridades anunciaban que en las últimas 16 semanas bajaban paulatinamente los contagios por Coronavirus y el 63,67 por ciento de los argentinos había recibido al menos una dosis de la vacuna, la ministra de Salud, Carla Vizzotti anunció este miércoles 22 de septiembre el fin de una serie de restricciones, una medida que entrará en vigencia desde el 1° de octubre.
Entre las nuevas autorizaciones, ya no será obligatorio el uso de tapabocas en los lugares públicos al aire libre, mientras que las personas mantengan la distancia adecuada. De lo contrario, el protocolo sigue siendo el mismo de siempre: tapabocas, distancia y luego higiene de manos y ventilación en los hogares y en los sitios comerciales cerrados.
Paralelamente, se permitirá el aforo (índice de ocupación) del 50 por ciento en los eventos masivos. Las reuniones sociales ya no tienen límite y serán autorizados los viajes grupales.
En cuanto a los boliches nocturnos, regirá el aforo del 50 por ciento aunque a los asistentes se les exigirá que estén vacunados con las dos dosis.
Por otra parte, habrá una apertura gradual de las fronteras para los argentinos que están en el extranjero y para los foráneos que entren al país por motivos laborales.
Existirá un aforo del 100 por ciento en las actividades económicas, industriales, comercio, servicios religiosos, actividades culturales, recreativas, deportivas y sociales. En lugares cerrados, lo mismo seguirá siendo obligatorio el uso de tapabocas, la distancia de dos metros y una adecuada ventilación.
Además, los jubilados y los egresados de escuelas secundarias podrán viajar, respetando los protocolos vigentes.
Una de las medidas polémicas es la apertura de las discotecas, que deberán respetar un aforo del 50 por ciento. Los asistentes deberán poseer las dos dosis de vacunas anticovid. Según la propia ministra Vizzotti, “ésta es la situación de mayor riesgo”.
Los salones de fiesta y los bailes estarán habilitados para personas que posean las dosis completas o, en su defecto, deberán presentar en los 14 días previos PCR negativo entregado 48 horas antes del evento.
Los eventos de más de 1.000 personas autorizados tendrán un aforo del 50 por ciento y protocolos específicos.
Las fronteras
El 24 de septiembre se eliminará el aislamiento para argentinos residentes y para los extranjeros que vengan al país con visa de trabajo.
El 1° de octubre se autorizará el ingreso de extranjeros de países limítrofes sin que tengan que quedar en aislamiento. Éste fue un pedido de los gobernadores de las provincias cercanas a las fronteras. Se abrirán corredores seguros, aprobados por las autoridades sanitarias, con cupos por jurisdicción.
Entre el 1° de octubre y el 1° de noviembre se incrementarán los cupos en los corredores seguros, en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres.
Para ingresar, los viajeros deberán presentar los esquemas de vacunación completos, certificados 14 días antes del ingreso. En su defecto, será obligatorio el test PCR realizado 72 horas antes de embarcar y será necesario realizarse otro test después de cinco días del arribo. Si el pasajero no tiene el esquema de vacunación completo deberá realizar además la cuarentena.
Hasta el 22 de septiembre, se contaron 29.169.808 (el 63,67%) personas vacunadas con una dosis y 20.840.361 (el 45,49%), con las dos dosis.
Paralelamente, al 15 de agosto, la tasa de mortalidad argentina era de 2.388 muertos por cada millón de habitantes. En el resto de Sudamérica, Paraguay (2.135); Chile (1.887); Ecuador (1.776); Uruguay (1.721) y Bolivia (1.534) mostraban números menores, en tanto que Perú (el peor promedio del mundo, con 5.895); Brasil (2.658) y Colombia (2.398) tenían números mayores a los de nuestro país.
Doctor Luis Cámera: “El virus vino para quedarse”
NU: ¿Se está acabando la pandemia?
LC: Se está agotando, tal como lo dije en agosto. De todos modos, la variante Delta lo complica todo. De todos modos, no va a ser como en Europa, no va a tener esa gravedad. Aun así, el virus vino para quedarse por un buen tiempo y va a rebrotar otras veces.
NU: ¿El virus Delta es menos grave que las variantes originales o la de Manaos?
LC: Esta variante contagia más y mataría más si no estuvieran las vacunas. Si hubiera llegado el año pasado, hubiera sido muy grave. Nos hubiera elevado los contagios al doble. De todos modos, la tasa de mortalidad es de cada 1.000 contagiados, derivan entre 14 y 16 muertes. La segunda ola, que llegó con los virus Andino y de Manaos trajo cepas más letales y más infecciosas. La peor fue la cepa de Manaos, porque evadía las vacunas y era muy letal. Por eso tuvimos tantos muertos en Argentina y Sudamérica. El virus Delta es el principio del fin de la pandemia. Es el virus que va a quedar.
NU: ¿Son adecuadas las medidas que anunció hoy el Gobierno?
LC: Sí, están bien, aunque hay algunas que pueden ser criticables, como las de las discotecas, el fútbol y la apertura de la frontera con Brasil. Esta es complicada de controlar y allí hay altas tasas de infección. Nosotros medimos por región el nivel de contagios del virus, no por países, porque esto nos da la tasa de circulación y contagios.
NU: Entonces, ¿la pandemia terminó?
LC: En agosto ya estábamos bien, con una baja de contagios. De todos modos, el barbijo hay que seguir usándolo. La solución es barbijo+vacuna. No hay otra. Igualmente, lo que venga ahora va a ser más controlable.
