Los Curas en Opción por los Pobres llamaron a “consolidar el camino iniciado en 2019”

Los Curas en Opción por los Pobres llamaron a “consolidar el camino iniciado en 2019”

Los Curas en Opción por los Pobres llamaron a “consolidar el camino iniciado en 2019”.


L os sacerdotes que conforman el grupo Curas en Opción por los Pobres (COPP) se identifican como tales desde 1986, cuando se declararon herederos de los mandatos del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), aquel grupo original que moldearon los padres Carlos Mugica, Rolando Concati, Alejandro Mayol, Rodolfo Ricciardelli, Alberto Carbone, Miguel Ramondetti, Osvaldo Catena, Rubén Dri, Jorge Adur, Domingo Bresci, Luis Farinello, Miguel Hesayne, José María “Pichi” Meisegeier, Jorge Vernazza y Lucio Gera, entre muchos otros.

La mayoría de los integrantes de COPP viven en las barriadas populares de todo el país, evangelizan en esas urbes olvidadas y predican un Evangelio que no siempre coincide con las opiniones de la jerarquía eclesiástica.

Como sus antecesores del MSTM, que adhirieron en 1973 al Frente Justicialista de Liberación y a la doctrina peronista, los COPP apoyaron en 2019 al Frente de Todos y lo volvieron a hacer en los últimos días, ante la circunstancia de las elecciones legislativas que se realizarán el 14 de noviembre próximo.

Lo hicieron en un documento que titularon “Ante las próximas elecciones PASO – Buscando interpretar los signos de este tiempo”, en el que los sacerdotes plantearon sumarse a la “reflexión, el análisis, el discernimiento necesario para interpretar los signos de este tiempo. Y este ejercicio no lo hacemos desde un lugar neutral o aséptico. Son los caminos del pueblo los que queremos andar. Atentos a los y las más pobres y sufrientes. Desde allí queremos mirar para hacer este ejercicio que nos propone el evangelio (cf. Mt 16,3)”.

Entrando de lleno en el tema, los curas advirtieron que éstas “serán elecciones de medio término y, como tales, constituirán un momento donde puede ser refrendado el camino iniciado en diciembre de 2019 o podremos asistir, quizás, a un llamado de atención para el frente gobernante. Pero ciertamente no podemos perder la discusión de fondo: asegurar un proyecto de país con inclusión, trabajo y futuro para todos y todas (empezando por los más pobres) o ceder al proyecto de un país para pocos, donde los grupos dominantes y dueños del capital sigan acumulando y concentrando riqueza. En realidad, no hay dos proyectos de país. Hay un proyecto de país y otro de colonia”.

Al comparar la situación de estos días con el pasado reciente, en el documento se plantea “que como grupo de curas dispuestos a caminar con los sectores populares hemos celebrado el fin de la pandemia neoliberal 2015-2019: endeudamiento externo histórico; economía de ajuste y empobrecimiento acelerado con una cada vez más profunda e injusta desigualdad en la distribución del ingreso; enriquecimiento de los mismos actores del poder económico concentrado; ciertos medios de comunicación y sectores del poder judicial al servicio del “lawfare” (“guerra judicial”) y de las “fake news” (“noticias falsas”) para intentar destruir  al adversario político; etc., etc. Fueron cuatro años de profundo padecimiento para el país” resumieron.

Definiendo la coyuntura política, los curas recordaron que “la victoria popular del 2019 hizo que renaciera la esperanza. No sólo en Argentina, sino en la región, nuestros pueblos comenzaron a reaccionar: Chile nos conmovió, especialmente con las luchas de los y las jóvenes y del pueblo mapuche, con la conquista de una reforma constitucional; Perú logró que un sencillo maestro ocupe hoy la conducción del país hermano; en Brasil, Lula vuelve a ser una esperanza cierta después de tanta infamia vivida; Bolivia recuperó su rumbo popular después de aquel golpe vergonzoso y mesiánico contra Evo Morales, por dar algunos ejemplos”.

“Estábamos en pleno aprendizaje observando cómo los poderes más concentrados llegan por la vía democrática al poder, incluso captando a los sectores más pobres, cuando sobrevino la pandemia del Covid. Pandemia más pandemia. Devastadora experiencia que ya hemos reflexionado en otra carta”, evocaron los COPP.

Poniendo en blanco sobre negro el centro de la crisis, los religiosos plantearon que “siempre hemos valorado los esfuerzos del oficialismo gobernante ante la emergencia, tanto a nivel sanitario como a nivel de asistencia económica. Pero, ¿cómo avanzar en algunos temas acuciantes para la realidad de nuestro pueblo?”.

En este punto, los sacerdotes se sintieron obligados a advertir al oficialismo que “a veces pareciera faltar la fuerza necesaria para la implementación de algunos cambios de fondo. Por citar uno más urgente: el control inflacionario, para que no se licúen los esfuerzos de mejoras económicas de los sectores más pobres y los esfuerzos que se hacen para mantener el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones”.

Luego, pintando el panorama que observan en el polo opositor, cuestionaron que “ante los comicios de septiembre, vemos una oposición sin ninguna propuesta concreta y sin memoria. Hablan como si en los cuatro años del macrismo no hubieran estado en el país y sólo apuestan a construir relatos novelescos que deterioren la figura presidencial, buscando que hechos mínimos se amplifiquen de manera sorprendente, y generando malestar instalando un clima de malhumor en la opinión pública con la complicidad de los medios de comunicación hegemónicos”.

Adelantando algunos puntos que se pueden notar en el panorama político próximo, los religiosos expresaron que “creemos que no podemos perder de vista la gravedad de la hora. En estas PASO se necesita una consolidación del camino comenzado en 2019, asegurando el acompañamiento legislativo con una mayoría significativa para el Frente gobernante”, definiendo que “como Grupo de Curas en Opción por los Pobres estaremos apoyando aquellas políticas que favorezcan a los sectores populares y a un proyecto de país inclusivo con justicia social. Celebramos los avances en las políticas de salud: el impresionante y efectivo operativo de vacunación y la recomposición del sistema público; las inversiones en obra pública; los esfuerzos por crecer en trabajo genuino (más allá de la política de subsidios propios de toda emergencia), entre otras cosas”.

Pero, entre los puntos a destacar en cuanto a las medidas gubernamentales, los curas observaron que “también vemos un repunte económico que se comienza a observar en la macroeconomía, pero sabemos que no siempre crecimiento es distribución de la riqueza. También aquí esperamos justicia. Como esperamos la reforma del poder judicial, o el control estratégico del Estado sobre los recursos de nuestra tierra, o la democratización de los medios de comunicación, o la atención a “los clamores de la tierra” antes de que sea demasiado tarde. La preocupación por la recuperación económica no debe acelerarse sobre la base de prácticas extractivistas que ponen en peligro el medio ambiente y la salud de nuestro pueblo (como ciertas formas de la minería y de la explotación agrícola), ni tampoco hipotecar la soberanía de nuestra Patria. Vale aquí destacar la valentía y el aporte de los campesinos santiagueños con su lucha contra la utilización de agrotóxicos y la usurpación de sus tierras por parte de grandes empresarios agrícolas que han sido protegidos e incluso puestos como ejemplo por algunos poderes políticos”.

Finalmente, los Curas en Opción por los Pobres plantearon que “la campaña electoral no debería ser para discutir sobre fotos o lanzar frases marquetineras de autoayuda ―a menudo superficiales― que ocultan las reales intenciones de los que las utilizan. Hay que discutir el modelo económico de desarrollo y crecimiento, desde un proyecto de país más justo para el futuro y el bienestar de nuestro pueblo”.

Padre Ignacio Blanco: “La madre de todas las batallas es la lucha por la tierra y el hábitat”

El padre Ignacio Blanco, uno de los voceros habituales de los Curas en Opción por los Pobres, le expresó a Noticias Urbanas que “nosotros lo que decimos es que no hay que olvidar los cuatro años de pandemia neoliberal. Por esta razón, nos pone felices que en la región avanzan los movimientos populares. Por el contrario, si lo que avanzara fuera la derecha neoliberal, tendríamos un enorme retroceso”.

Sobre el documento, el sacerdote advirtió que “es crítico en algún punto con el Gobierno, aunque el país que queremos va adonde va el Frente de Todos, que es la opción que gracias a Dios marginó al macrismo”.

Sobre sus razones, el cura explicó que “entendemos que hay que sostener al Frente de Todos, porque enfrente hay un enemigo implacable”.

De todos modos, el padre Blanco sostiene que es necesario mejorar algunos aspectos, como “ajustar los controles de precios y hacer frente al poder concentrado, para lo cual hay que implementar inmediatamente la reforma judicial y volver a dictar otra Ley de Medios, distinta de la que fracasó hace doce años”.

Entrando de lleno en su propio terreno, el cura –que fundó y atiende un hogar para niños en Quilmes- entiende que “la madre de todas las batallas es la lucha por la tierra y el hábitat, un tema en el que hay un déficit enorme. Hay miles de personas en el Conurbano que no tienen ni siquiera acceso a una vivienda, que es uno de los derechos básicos del Pueblo”.

Sobre algunas apenas perceptibles mejoras en la economía, el padre Blanco responde que en su barrio “apareció algún tipo de empleo en industria y quizás algo en la construcción”, por lo que asegura que es necesario “consolidar el camino iniciado en 2019”, ya que si “existe alguna diferencia en las elecciones legislativas se podría avanzar en la gobernabilidad y en otros proyectos transformadores”.

Finalmente, el sacerdote expresó que “los Curas en Opción por los Pobres apostamos a la Utopía y a la Esperanza. Queremos una Patria en la que reine el Amor y la Igualdad, en la que exista realmente felicidad para nuestro Pueblo”.

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