Lo único que importa es ganar la Provincia

Lo único que importa es ganar la Provincia

Opinión.


La importancia estratégica de ganar la provincia de Buenos Aires es una premisa fundamental en cada uno de los procesos electorales argentinos. Como antecedente cercano en el tiempo, es recordado cuando María Eugenia Vidal derrotó en un comicio histórico a Aníbal Fernández y le abrió la puerta de la Presidencia de la Nación a Mauricio Macri. Cuatro años después, perder allí provocó la hecatombe que se los llevó puestos, de manera simultánea.

La coalición del oficialismo tiene asentado justamente en ese distrito el poder del kirchnerismo en su máxima expresión, ya que la ex presidenta y actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández posee allí su principal bastión de votos. El gobernador Axel Kiciloff es quizás uno de los preferidos de quien maneja el Instituto Patria y el avance de Máximo Kirchner sobre el PJ provincial lo llevará sin dudas a “tener la lapicera” -como se dice en la jerga- para la confección de las distintas listas, algo que después de ganar es el principal objetivo de cualquier elección.

Si uno recorre el país, existen provincias de las denominadas “grandes” como Córdoba, Santa Fé, Entre Ríos y Mendoza, que junto a la Capital aportan una importante cantidad de votos en el plano nacional. Estos distritos con importantes centros urbanos se encuentran repartidos en las preferencias del electorado. Tucumán y las regiones como el NEA y el NOA –con excepciones como Jujuy- suelen constituir un terreno fértil para la sumatoria del peronismo.

 

Los intendentes del conurbano son absolutamente fundamentales para obtener una ventaja en la que el interior provincial a priori se muestra como esquivo desde los números para el gobierno nacional y aún más para el provincial.  

 

La estrategia desde la casa Rosada será atacar federalmente hasta el último voto que puedan lograr en todo el país, pero si algo queda claro es que el ganador de la Provincia de Buenos Aires, sobre todo si es por un holgado margen, será visualizado por todo el espectro político como el ganador indiscutido de octubre.

Es por eso que la sintonía entre Alberto Fernández y Kiciloff se va ajustando permanentemente para que no queden huecos por donde se produzcan fugas. Es por eso que preocupa la posición adoptada por Fernando Gray, actual vicepresidente del PJ local, que en desacuerdo con la imposición de Máximo como futuro candidato, se plantó con una rebelión de alcance aún desconocido.

Los intendentes del conurbano son absolutamente fundamentales para obtener una ventaja en la que el interior provincial a priori se muestra como esquivo desde los números para el gobierno nacional y aún más para el provincial.  Si bien el cierre provincial tiene controlados todos los resortes de poder que operan en la provincia, todavía no hay definiciones concretas ni definitivas en todas las intendencias aunque, salvo Gray, nadie se opone ni pública ni abiertamente por temor a las futuras represalias.

El otro jugador clave del oficialismo en este territorio es Sergio Massa, de buena llegada a sectores medios, incluso a algunos que no comulgan con el peronismo. La excelente relación con Máximo, forjada en el manejo de la cámara baja del Congreso, les permite a ambos armar un esquema bifronte hacia el distrito, en la medida que se acerquen los tiempos. Al tener partido propio -el Frente Renovador-, Massa ha bajado su perfil, esperando la resolución del conflicto en el PJ para empezar a accionar. También hay algunos dirigentes con trayectoria pasada en el peronismo operando para la oposición, como Emilio Monzó, Miguel Ángel Pichetto y Cristian Ritondo, por citar solamente a algunos de ellos y eso genera una competencia adicional, ya que son armadores con contactos, experiencia y financiamiento.

Las primeras encuestas marcan una ventaja clara para el peronismo, aunque todavía falta mucho y, dada la dinámica que tiene la política argentina, por supuesto que nada es definitorio. El plan de vacunación, la situación económica y el famoso “pasar el invierno” con la pandemia a cuestas, los detalles y los errores no forzados, principalmente, irán marcando la cancha, con un mojón fuerte en las PASO, en caso de que se concreten.

El gobierno sabe que ganar la Provincia le dará un espaldarazo a la gestión, que lo dejará vivo y en condiciones de intentar nuevas vías de acceso para llegar al 2023 con posibilidades concretas de reelección.

Pero vamos paso a paso.

Qué se dice del tema...