Daniel Lipovetzky es diputado bonaerense y está abocado a la campaña de Diego Santilli en la Provincia de Buenos Aires por la fuerza Juntos. Pide “dejar de lado las chicanas” entre los dirigentes de la misma fuerza, y enfocarse en el contraste con el Gobierno que, asegura, provoca “inseguridad” y “enojo” en la población bonaerense.
¿Cómo viene la campaña, teniendo en cuenta que hay roces en la interna entre Santilli y Manes?
La campaña viene bien, con mucho entusiasmo. Tenemos dos grandes desafíos. Primero están las PASO, y después las generales. Y lo que uno ve en las recorridas, yo en particular en La Plata, es mucho enojo con el gobierno. Hay mucha incertidumbre, generada por la falta de la segunda dosis de la vacuna, por el mal manejo de la pandemia, con la cuarentena tan extensa. Esto produjo un efecto devastador en la economía, y eso impactó en la calle. La gente visualiza en los candidatos de Juntos una forma de canalizar el enojo contra el Gobierno y se ve representada en los valores de Juntos. Eso es lo que uno ve en general y es lo que nos muestra una buena elección en la provincia. Las PASO no perjudican al espacio, sino que lo fortalecen. Yo defiendo ese instrumento para que los partidos puedan fortalecerse. Por supuesto, tenemos que focalizar la campaña hasta el 12 de septiembre en las cualidades de cada espacio, para que el electorado decida quién es el mejor candidato. Pero hay que evitar las chicanas, eso no es lo que la gente está esperando de nosotros. La gente nos ve como esperanza para 2023, para terminar con aquellas cosas que la enojan del gobierno. Si bien es saludable mantener una discusión interna, hay que evitar las chicanas y centrarnos en las propuestas de los candidatos.
¿Cómo veía el manual de convivencia, que al final terminó siendo descartado?
Más allá de la buena intención del manual, que está bien, puede haber candidatos que no necesiten una guía. Tiene que haber una responsabilidad de cada uno de cuidar a su espacio y fortalecerlo, evitando esto de las agresiones y las chicanas. Ése no es el camino de una PASO, ni es el camino de ninguna elección. No es lo que la gente espera de sus dirigentes. El manual era una buena intención, como guía, pero lo más importante es la responsabilidad de cada uno.
¿Frente a las críticas de otros candidatos del mismo espacio hay que responder? Manes dijo que esperaba que Santilli no usara los fondos públicos de la Ciudad para hacer campaña.
Facundo no volvió a hacer eso. Pero en todo caso, la sanción que va a tener es la electoral. La gente no espera esto, a eso me refería cuando hablaba de responsabilidad. A un candidato que entra en esa lógica no hay que responderle. Hay que tener templanza y responder con la lógica de las propuestas y las visiones de cómo está la Argentina. No con otra declaración más fuerte. Creo que en ese marco no es necesario tener alguna consecuencia directa. El voto de la gente es el que decide, al final. Yo creo que Santilli es coherente con sus declaraciones, y no ha entrado en esta lógica. Fueron parte del inicio, pero no ha seguido por ese camino.
“Por supuesto, tenemos que focalizar la campaña hasta el 12 de septiembre en las cualidades de cada espacio, para que el electorado decida quién es el mejor candidato. Pero hay que evitar las chicanas, eso no es lo que la gente está esperando de nosotros. La gente nos ve como esperanza para 2023, para terminar con aquellas cosas que la enojan del gobierno. Si bien es saludable mantener una discusión interna, debemos entrarnos en las propuestas de los candidatos”.
¿Cree que fue una “mala semana”, como dijo Macri?
Hay que tomar esas declaraciones en su contexto. Recién arrancaba la campaña, y eran las primeras declaraciones. Como siempre, los candidatos se van acomodando cuando va avanzando la campaña. Se debió a eso. Tengo un buen vínculo con Facundo, pero no he hablado sobre esto.
¿Cree que se va a respetar el acuerdo que se planteó esta semana?
Debería respetarse. Tenemos una gran responsabilidad. Hemos trabajado para mantener la unidad de Juntos. No era fácil, era un enorme desafío. Las coaliciones se dividen e hicimos un gran esfuerzo para que eso no ocurra. Mantuvimos el bloque unido y no podemos tirar por la borda estos dos años de esfuerzo.
Desde otros espacios plantean que el que debería haber hecho un sacrificio era Larreta, permitiendo que Manes encabezara una lista única consensuada.
El esquema que quedó armado estuvo bien, porque las PASO sirven a los espacios para fortalecerlos, no había que tenerle miedo a ir a una lista única. En este contexto, en el cual somos oposición en la Provincia y a nivel nacional, tenemos muchos dirigentes con aspiraciones políticas y nacionales y no hay lugares para todos. No tenés otro espacio, como el Ejecutivo, para canalizarlos. Las PASO son un buen mecanismo para canalizar las ganas de los dirigentes de participar en una elección. No creo que haya sido un error, creo que fue un acierto.
También se le cuestiona a Santilli haber cruzado la General Paz para competir en la provincia, a pesar de que venía de la Ciudad.
Podría haber sido Diego o cualquier otro candidato. Íbamos a unas PASO y hemos demostrado que las políticas del AMBA son casi las mismas que las de la Ciudad. No hay mucha diferencia entre Pompeya y Lanús, entre Vicente López y Núñez y Belgrano. Hay puntos en común entre ambas jurisdicciones. Y de hecho, el actual gobernador del Frente de Todos hizo campaña siendo diputado nacional en representación de los porteños. Hemos tenido buenos gobernadores de la Provincia que han venido de la Ciudad. Dos ejemplos son los de María Eugenia Vidal y Antonio Cafiero. La capacidad tiene que ver con la personalidad, no con el lugar donde vivieron.