La peor crisis de Boris Johnson lo deja al borde de la destitución

La peor crisis de Boris Johnson lo deja al borde de la destitución

El primer ministro británico, cada vez más amenazado en su cargo.


El gobierno del primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, fue sacudido el martes por una crisis de consecuencias imprevisibles, iniciada por el escándalo sexual en el que se vio involucrado Chris Pincher, un parlamentario conservador cercano al mandatario, que provocó la dimisión de más de 15 miembros de su gobierno que denunciaron falta de “integridad”.

Sin embargo, Johnson enfrentó los pedidos de renuncia y se comprometió este miércoles a “seguir adelante”.

”El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer”, afirmó el primer ministro británico durante la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes.

▶ El último escándalo

La última controversia en torno a Johnson surgió la semana pasada, cuando trascendió que Chris Pincher, miembro del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes y el segundo a cargo de la disciplina de la formación, acosó a dos hombres en un lugar público mientras estaba en estado de embriaguez. Como resultado, Pincher renunció a su puesto y fue suspendido del partido.

Desde entonces, se reveló que Johnson nombró a Pincher para altos cargos en el partido y el Ejecutivo pese a que estaba al tanto de las acusaciones de otros casos de conducta sexual inapropiada protagonizados por el parlamentario.

▶ ¿Cómo está implicado Boris Johnson?

Aunque el primer ministro británico no es quien ha incurrido en conductas sexuales inapropiadas, el escándalo de Pincher lo coloca en una situación difícil debido a que se está cuestionando su buen juicio así como la transparencia con la que el gobierno ha manejado el caso.

El pasado 1 de julio, la oficina del gobierno le dijo a la prensa que Johnson no sabía que hubiera acusaciones contra Pincher antes de su nombramiento.

El portavoz del gobierno dijo que el primer ministro no era consciente de “acusaciones específicas” sobre Pincher. Esa fue la misma línea que mantuvieron en los días siguientes varios miembros del gabinete.

Sin embargo, el 4 de julio, el portavoz del mandatario dijo que Johnson conocía sobre “acusaciones que fueron resueltas o no progresaron hasta la fase de queja formal” y que no se había considerado apropiado detener el nombramiento de Pincher debido a “acusaciones no sustentadas”.

▶ Las consecuencias

Conocido el suceso, varios de sus colaboradores decidieron dar un paso al costado, hasta el momento, el secretario de Salud, Sajid Javid; el canciller de Hacienda, Rishi Sunak; el ministro de Infancia y Familia, Will Quince; y el titular de Escuelas, Robin Walker, anunciaron su decisión de abandonar sus puestos.

A ellos se sumaron Victoria Atkins, ministra del Estado que depende del Ministerio de Justicia; la ministra de Medio Ambiente Jo Churchill; y John Glen, secretario económico del Tesoro, junto con varios cargos importantes dentro del Partido Conservador.

Dimitieron también el vicepresidente de los conservadores, Bim Afolami; el enviado especial a Marruecos, Andrew Murrison; y los secretarios privados del Parlamento de la bancada conservadora Jonathan Gullis y Saqib Bhatti.

▶ El antecedente del ‘Partygate’

La crisis en el Gobierno llega un mes después de que los ‘tories’ sometieran a Johnson a un voto de confianza. Aunque el mandatario contó con 211 votos de respaldo y mantuvo el cargo, 148 parlamentarios conservadores expresaron su desconfianza, lo que representa más del 40 % del grupo.

La moción de censura se materializó tras la publicación de un informe en el que se investigaron los pormenores del escándalo llamado ‘Partygate’, relacionado con la celebración de varias fiestas en la sede del jefe del Ejecutivo en Downing Street en medio del primer y segundo confinamiento nacional por la pandemia del covid-19. Los eventos se celebraron en un momento cuando las normas sanitarias prohibían las reuniones sociales en el país.

▶ ¿Qué puede ocurrir ahora?

En teoría, tras haber sobrevivido a la moción de censura en su contra hace apenas un mes, Boris Johnson está protegido de otra iniciativa semejante durante un año. Esto se debe a que así lo establecen las reglas actuales del Comité 1922, el grupo que agrupa a los legisladores comunes del Partido Conservador británico. Estas señalan que ese es el periodo que debe transcurrir para poder volver a someter a cuestionamiento al líder del partido.

Sin embargo, los críticos de Johnson quieren aprovechar la convocatoria para renovar a la directiva de ese comité para intentar tomar el control del mismo y cambiar esa regla para hacer posible una nueva moción de censura.

▶ Los sondeos lo dejan expuesto

Una encuesta publicada este miércoles por la empresa YouGov refleja que el último escándalo relacionado con Pincher hizo que el 69 % de los británicos quieran que Johnson dimita, la cifra más alta registrada desde enero, cuando el porcentaje se elevaba al 63 % en medio de la salida a la luz de los detalles del ‘Partygate’.

Además, el 54 % de los que votaron a favor de los ‘tories’ en las elecciones de 2019 también quieren ver al jefe del Ejecutivo fuera de Downing Street, siendo la primera vez que este índice es más alto que el porcentaje de votantes conservadores que siguen apoyando a Johnson (el 33 %).

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