L a batalla final -o el balance de esa pelea- recién se conocerá en la noche del 24 de julio, fecha límite para la inscripción de candidaturas, de cara a las PASO del 12 de septiembre que viene, pero la puja interna en Juntos por el Cambio, sobre todo por las listas en las dos Buenos Aires, ofrece novedades casi hora por hora.
En la Ciudad, la baja de Patricia Bullrich allanó el camino para que María Eugenia Vidal vuelva al distrito que le permitió dar sus primeros grandes pasos, primero como ministra de Desarrollo Social y luego como vicejefa de Gobierno de Mauricio Macri. Con ese sendero allanado, la ex gobernadora dio otro paso y presentó al economista Martín Tetaz como su segundo. Éste llegó de la mano del radical Martín Lousteau, quien mantiene su acuerdo para suceder a Larreta en 2023, pero generó recelos en un sector del radicalismo que prefería un dirigente más tradicional para ese lugar.
Esa tensión explica, por caso, la foto que Luis Brandoni y Facundo Suárez Lastra se sacaron esta semana como señal de apoyo al también radical (aunque exiliado) Ricardo López Murphy. El economista encabeza la lista que dará pelea en la PASO porteña contra Vidal y se ofrece como ambulancia para los radicales heridos o excluidos. Suárez Lastra tiene que renovar este año. ¿Si no consigue lugar, desembarcará en la lista del ex ministro?
Sin el apoyo de varios intendentes clave, que ya salieron a jugarse por Diego Santilli (la carta de Larreta), parece cuestión de tiempo que Jorge Macri se corra. Ni siquiera cuenta con el aval de su primo Mauricio, de gira y varado en Europa.
Por lo pronto, López Murphy eligió a una compañera para la lista, la investigadora del Conicet Sandra Pitta. Es una activa militante anti K en las redes, que tuvo un cruce con el propio Alberto Fernández en la campaña 2019. El perfil de la compañera explica el objetivo del postulante de Republicanos Unidos: captar el voto anti kirchnerista que ya no tiene a Bullrich como opción. Incluso, por lo bajo, cerca de este espacio se ilusionan con algún apoyo subterráneo de la propia ex ministra de Seguridad. Se conocen desde hace años con el Bulldog y antes fueron aliados alguna vez.
En Provincia, entretanto, hay dos tensiones abiertas. Por un lado, con el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza, aumenta le presión para que Jorge Macri se baje como Bullrich. El intendente de Vicente López resiste y, sobre todo, negocia. Este miércoles surgió la versión de que desistía de su postulación 2021, pero eso fue luego desmentido por su entorno.
Sin el apoyo de varios intendentes clave, que ya salieron a jugarse por Diego Santilli (la carta de Larreta), parece cuestión de tiempo que Jorge Macri se corra. Ni siquiera cuenta con el aval de su primo Mauricio, de gira y varado en Europa.
Por el lado del radicalismo bonaerense, en tanto, hay enojo con el armado de Facundo Manes, el neurocientífico que decidió esta vez, por fin, dar el salto y que reanimó las expectativas de la UCR. Ocurre que para engrosar su lista, Manes abrió lugares para aliados externos, como los experonistas Emilio Monzó y Joaquín de la Torre y mujeres como Margarita Stolbizer, Isela Costantini y María Eugenia Estenssoro y esto redujo los cargos que podría renovar la propia UCR. Son tres los diputados nacionales que terminan sus cargos y muchos más los que quieren colar en las boletas para las legislaturas provinciales.
La pelea seguirá hasta la noche del 24 de julio, con final ¿feliz?
