Mucha electrónica, mucha tecnología y poco lugar para el diálogo cara a cara, para el reclamo. Las computadoras no saben contestar, todavía, las preguntas ni atienden a las necesidades reales de los que se conectan. Éste es el panorama que encontraron los padres de los chicos en edad escolar que intentaban inscribir a sus hijos en las escuelas públicas porteñas.
El panorama optimista que manifiesta en los medios el ministro Esteban Bullrich no se condice con los reclamos de muchos padres que intentan delinear el futuro de sus hijos por medio de la educación. Quizás porque un sistema online aporta respuestas absolutamente insuficientes para un “usuario” y ellos no lo son. Y todo el mundo sabe que las empresas de servicios -y una escuela no es una de éstas- utilizan este “exitoso” sistema para eludir responsabilidades y seleccionar los reclamos de sus usuarios, que se dividen en los que no generan gastos para ser resueltos en tanto que los otros, los que exigen una inversión, son enviados al departamento judicial, que es el cementerio de los elefantes, en el que muy pocos asuntos tienen oportunidad de arribar a una solución.
El lunes, un grupo de padres que no encontraban ni vacantes para sus hijos ni tampoco respuesta de las autoridades educativas, cortaron el tránsito en la esquina de Rivadavia y Campichuelo para reclamar una solución a sus problemas. Los indignados reclamaban porque tampoco consiguieron respuestas en el número 147, que el Ministerio de Educación ofrecían como alternativa.
En el perfil de Facebook creado para canalizar los reclamos pendientes, una madre, llamada Paula García, posteó su protesta. “No se respetó el reglamento escolar a la hora de asignar vacantes a aquellos aspirantes de ingreso directo, como tampoco se cruzó la información de solicitudes entre la modalidad on-line y presencial luego que el sistema colapsara por la demanda. Como mamá solicito se vuelva al sistema tradicional y que la escuela ordene su matrícular”.
Otra madre, que se identificó con el mote de Noe No, posteó: “Hola, soy docente del Junta, inscribí a mi hija en sala de 2 en el Ravioli y a mi bebé de casi 2 meses en sala de lactarios en el JM (Jardín Maternal) del Durand donde por convenio tengo ingreso directo por docente del GCBA, además de que vivo a 3 cuadras y trabajo en el radio. Sin embargo al no recibir ningún mail para confirmar vacantes al ingresar al sistema con la cuenta que me dieron veo con sorpresa que solo figuraba inscripta mi hija con vacante asignada en el Ravioli, pero había desaparecido la inscripción de mi otro hijo. Ni sí, ni no, sencillamente no estaba. Ya seguí todos los procedimientos que me indicaron y nadie me contesta, ni por sí, ni por no. Increíble, angustiante”.
Los reclamos están concentrados en una web que se muestra colapsada, una línea 147 que no atiende los reclamos y, en especial, en la incerteza acerca de lo que sucederá con la escolaridad de los chicos, aseguraron los padres que se autoconvocaron en Campichuelo y Rivadavia.
María Fernando Seijo le expresó a un cronista de Infobae que “mi hija estudia en el Normal Nº 8 desde los 3 años. Es estos momentos está cursando 7º grado, por lo cual yo la inscribí en el primer año en esa misma institución. Según lo informado, el ingreso directo estaba asegurado, ya que seguía estudiando dentro de la misma escuela. Pero recibí un mail en donde se me informa que no tengo vacante. Al intentar ingresar en la página del gobierno de la Ciudad me doy cuenta que mi hija ya no figura en el sistema. por lo que no puedo buscar otra vacante. Tampoco me permite inscribirla nuevamente porque rechaza su DNI debido a que ya está dentro del sistema. Es decir, se quedó afuera y sin posibilidad de anotarla en otra Institución, eso sin mencionar que no se respetó el ingreso directo”, denunció, para explicar a continuación que “mi hija no es la única con este problema, ya que sus compañeros están en la misma situación. Los papás no sabemos dónde reclamar. La escuela no tiene repuesta y el 147 no atiende”.
Otros padres denuncian que algunas escuelas no respetan la premisa de que tienen prioridad los inscriptos que tienen hermanos en la escuela a la que intentan ingresar. “Mi hija no aparece en las listas del jardín en el que la anoté y al cual va mi otro hijo. O sea, o hay 66 hermanos o no sé. Voy a llamar al área para ver qué hay qué hacer. A alguno/a le pasó?”, preguntó una madre en Facebook.
“En el Jardín Leopoldo Marechal, mi nena de 2 años quedó en lista de espera a pesar que decían que tenía ingreso directo por tener una hermana en el mismo jardín. O sea que no respetaron el reglamento escolar”, posteó otra mamá.
La respuesta del Ministerio
Entretanto, Bullrich contrapuso que el nuevo sistema “funciona bien”, además de comunicar que él se comunicó al número telefónico 147 “sin problemas”, agregando, que “si no está la vacante se da una alternativa”.
Luego, el funcionario posteó en Twitter que ya hay 45.000 vacantes asignadas y 730 reclamos, que “fueron atendidos cada uno personalmente”, dejando abierto un camino al afirmar que pedía “disculpas a todos ellos, trabajamos para resolverlos”.
También afirmó Bullrich que el lunes “a las 6 de la mañana empezaron a salir las vacantes asignadas; las que no están asignadas se puede ir al sitio, para ver las otras opciones elegidas. El sistema ofrece alternativas, pero quizás la escuela elegida está muy demandada y no se le asignó” vacante, agregando que “si entran al sistema, en el mismo lugar donde se inscribieron, te dice que tenés asignada la vacante o no. Sino, te ofrece alternativas. Eso está funcionando ahora”, aseveró.
Luego, el funcionario macrista aseguró que en el nivel de jardín de infantes se otorgaron “más del 95% de las vacantes solicitadas”, mientras que en el nivel primario quedaron “menos de un 8% de vacantes no asignadas”.
