Inquietud por la presencia de EE.UU en el tramo paraguayo de la Hidrovía

Inquietud por la presencia de EE.UU en el tramo paraguayo de la Hidrovía

El gobierno del Paraguay busca realizar obras con la presencia de miembros del Ejército norteamericano.


Analistas internacionales coinciden en que la guerra ruso-ucraniana tiene como telón de fondo la disputa por el poder mundial entre EEUU y China.

El reciente encuentro de empresarios paraguayos y el embajador de EEUU Marc Stanley para avanzar en el desembarco de capitales norteamericanos en el vecino país –fuerzas militares incluidas– amenaza con extender la disputa del Hemisferio Norte a esta región del planeta.

El Río Paraná, llamado por el mundo agroexportador “hidrovía Paraguay-Paraná”, funciona como vía de salida para más del 70% de las exportaciones del país, conformadas mayormente por granos y minería. Un tramo de ese río está en territorio paraguayo y, sobre él, avanza una inversión que encendió las alertas de este lado de la frontera.

El Plan Maestro para la Navegabilidad del río Paraguay es una iniciativa paraguaya para maximizar la utilización de esa vía navegable. La obra está siendo apoyada por capitales de Estados Unidos y sería llevada adelante gracias a los servicios del Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano.

Cabe recordar que la Hidrovía Paraná-Paraguay es uno de los mayores sistemas navegables del mundo con 3.442 kilómetros entre Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. En nuestro país es administrada por gobierno nacional desde 2021, cuando venció la última prórroga de la concesión del consorcio Hidrovías S.A., conformado por la empresa belga Jan De Nul y la argentina Emepa.

En ese contexto, el diputado provincial del Chaco, Hugo Sager, presentó un proyecto en la legislatura de esa provincia para manifestar su preocupación por “la introducción de inversión financiera de Estados Unidos en la Hidrovía Paraná-Paraguay y la presencia militar norteamericana en el tramo paraguayo”.

A juicio del legislador, esto “amenaza directamente a los intereses económicos de nuestro país por la implicancia del control del territorio y de los capitales que la elaboración de un Plan Maestro para la Navegabilidad del Río Paraguay pueda significar para la región”.

Sager destacó que “el Plan Argentina Productiva 2030 aspira a duplicar las exportaciones, desde los actuales 87.000 millones a 174.000 millones de toneladas, y el Chaco es un interesado directo en esta agenda porque forma parte de las provincias de la hidrovía, que concentran el 80% de las exportaciones nacionales”.

En este escenario, manifestó que “no podemos ser indiferentes ante la posible militarización y los cambios en las reglas de juego por parte de Paraguay, uno de los socios de la hidrovía. Estamos invitando a una superpotencia a establecer enclaves militares permanentes en la región, y ya hemos visto que la disputa de EEUU con China no sólo impacta en el precio de los commodities y la energía o el suministro de semiconductores, sino que desencadena invasiones y guerras”.

Lobby de EE.UU hacia los legisladores paraguayos

El gobierno del Paraguay trabaja con el embajador de Estados Unidos en ese país Marc Ostfield para la llegada de inversiones en infraestructuras por parte de capitales norteamericanos que ya dejaron entender la necesidad de custodiar sus intereses mediante el Ejército habida cuenta del foco que tiene Washington en la Triple Frontera y la hidrovía.

Un camino sería la participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE por sus siglas en inglés) en trabajos de dragado.

En este escenario, empresarios locales y estadounidenses, impulsados por el embajador Ostfield, vienen realizando reuniones con legisladores paraguayos con la idea de incidir en el debate en el Congreso, que es quien destina fondos y presupuestos para obras y gestión de proyectos.

Refuerzo desde el lado argentino

El embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley, visitó la sede empresaria paraguayo-americana en Asunción reforzó la hipótesis que la potencia del Norte está preocupada por los negocios millonarios en la Triple Frontera y la Hidrovía.

La preocupación de EEUU por la presencia de China en la región reforzó el plan de instalar una base militar en la Triple Frontera, más que para controlar a posibles células de terrorismo islámico, para observar de cerca los movimientos del gigante asiático en la región, y serían varios los posibles escenarios que se estudian para que la “intervención” norteamericana no viole las leyes de ese país.

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