“Hoy vivimos de tocar en vivo”

“Hoy vivimos de tocar en vivo”

Por Daniel Gaguine

Lucas Cervetti se define más como compositor que como instrumentista, al tiempo que acaba de sacar un disco conceptual que habla del amor incondicional pero no romántico.


“El 25 de febrero de 1987 cerca de la medianoche nació Lucas. Se asomó al mundo por primera vez en San Fernando, bien cerca del río y bajo el sol de piscis, lo que signó para siempre su forma sensible de interpretar el mundo”, arranca Guido Cervetti, guitarrista de la banda, a contar la historia de Lucas, casi con la misma impronta que este joven artista le imprimirá a su carrera: poética, conceptual.

–Lucas, el disco atrapa desde el arte de tapa y el título…

–Había pensado en un amanecer pero esto tiene una historia. Nuestro sol gira alrededor del sol central de la galaxia. Esto tarda 26 mil años en dar una vuelta entera. Son 13 mil años de noche y 13 mil años de día. Ahora estamos entrando en el amanecer solar. Vamos a estar 13 mil años de día a partir del 21 de diciembre. Quería que la tapa del disco represente ese amanecer. Hablé con Javier Delfino, que es mi primo y es dibujante. Le propuse hacer la tapa del disco. Le conté que quería un amanecer, que tenía ganas de representar el proceso por el cual compuse el disco, que fue encerrado solo con el piano. Surgió la idea de un muñequito en caricatura, que sería yo, con el piano flotando en el aire, como si fuera un globo, caminando por un paisaje como si fuera un amanecer. Nos juntamos un día y lo dibujó a mano. Después lo pintó en acuarela, se le sacó foto y fue la tapa del disco. Además quería que la tapa mostrara la energía de alegría que tiene. Tengo el disco en la mano y es muy linda. ¡Medio aniñada (la tapa) pero está muy bueno el disco!

–Para la grabación del disco, contaste con Amílcar Vázquez en la producción y en la instrumentación. ¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Se juntaban? ¿Le pasaste los demos?

–Durante todo el 2011 fui grabando maquetas de las ocho canciones del disco “13.000 años de día”. Lo llamé a Amílcar en noviembre. Somos amigos y lo empecé a ayudar a montar una sala para que él pueda trabajar. Compré el preamplificador Avalon y ahí llevé todo mi proyecto a la computadora de Amílcar. Empezamos a trabajar canción por canción. Por ahí, me decía “a esta canción hay que sacarle la introducción” y resultó que tenía que ser así, que yo entrara más rápido y directo. Todas las canciones están preparadas para ser cortes de difusión por separado. Después le pasaba los acordes y la línea de bajo que había grabado yo en los demos y él los sacaba e iba grabando. Nos juntamos todo el verano más marzo, abril y mayo, dos veces por semana, e íbamos grabando todo. Siempre trabajamos juntos, menos los pianos que los grabé solo.

 –¿Hoy te sentís más compositor que instrumentista?

–Sí, totalmente. Me siento más compositor; si bien estudié mucho piano y también batería en los años de conservatorio. Me encanta tocar el piano pero me siento más compositor. Siento que es el lugar donde mejor me desenvuelvo. Tiene que ver con la energía que uno tiene. Soy recontra pisciano y eso de la sensibilidad está relacionado con la armonía, que es el lenguaje de la música. En la composición es donde más se explora la armonía.

 –¿Tuviste inconvenientes con la gente de Sony? ¿No te brindaron lo que buscabas?

–Sí. Así como está cambiando el planeta, pasa lo mismo con el sistema de comercialización de la música. Antes se vendían muchos discos y ahora no se venden. Las personas o las entidades que invertían en la música y en hacer que un artista se haga conocido, eran las discográficas. Estas ya no tienen tanto dinero porque su entrada de plata eran los discos. Como no tienen más dinero, te empiezan a quitar porcentajes de la autoría de las canciones y es un porcentaje muy grande. Entonces, te hacen firmar el contrato, garantizándote que van a mover tu carrera pero hay un montón de casos en los que dicen que no alcanzó el presupuesto y no te mueven. El problema es que te hicieron firmar el contrato. Después, si vos por tu propia cuenta, te empezás a hacer conocido, ellos aparecen y te quitan el porcentaje que está en el contrato.

–La famosa frase “El contrato lo dice”.

–Claro. Entonces es aniquilador. Tengo amigos que me aconsejaron sobre el ambiente de la música. Mario Breuer y Leandro Chiappe son algunos de los que me decían “Olvidate, abrite”, “hacete independiente”. Por otro lado, hay muchos artistas que tienen diez años más que yo pero que hicieron su carrera independiente y les fue bien. Hoy se abre el panorama. Por eso es que el disco está gratis para descargar por internet.

–Me acuerdo de hace un par de años, el ser independiente era como una mala palabra…

–Sí, ¿viste? Se transformó en una muy buena opción. Internet es una herramienta buenísima y destrabó todo. Personalmente crecí descargando discos de internet, por lo que me parece justo que mis discos estén gratis en la web. Después, económicamente, uno vive de tocar en vivo.

–¿Donde se puede bajar todo ahora?

–En www.lucascervetti.com.ar. La presentación del disco será en una terraza muy linda, al aire libre, con mucha energía positiva. Estoy tocando con La Marea, que es la banda que me acompaña. Está compuesta por Juan Manuel Otero en batería, Marshan Ponz en bajo y Guido Cervetti en guitarras.

–Este es un disco conceptual, a la vieja usanza, ¿no?

–Sí. Trata de la alegría, la energía positiva y el sentirse bien. El descubrir que nosotros mismos somos los amores de nuestras vidas y no depositar la felicidad en otro. El ser libre de la opinión ajena, creer en el amor incondicional. Descubrir lo que queremos ser y que estamos esperando, que nos llegue para ser felices; nos está esperando dentro nuestro desde hace rato.

–Un disco de amor, pero no romanticón…

–¡Claro! Está basado en un amor incondicional que es esta energía que está empezando a soplar, de los nuevos 13 mil años de vida. Nada de “si te vas de mi vida, estoy hecho pelota”. Al contrario, si te vas de mi vida, ¡todo bien!, sigo con la mía. Esos 13 mil años nos dan la oportunidad de redescubrir que el amor de nuestras vidas somos nosotros mismos. No depositar nuestra felicidad en otra persona, esperando que algo suceda o venga tal persona para ser feliz.

Lucas Cervetti presenta su disco “13.000 años de día” en el Centro de Conciencia Catalinas. Marcelo T. de Alvear 405, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sábado 1 de diciembre, a las 20.

 

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