El peronismo espera envuelto en dilemas, Cristinas y añejas místicas

El peronismo espera envuelto en dilemas, Cristinas y añejas místicas

Si bien todo futuro es incierto, Ella jugará, aunque no se sabe en qué lugar. La Corte sabe algo que no saben los peronistas. Por eso jugó fuerte esta semana.


Un dilema es un argumento que está integrado por dos premisas opuestas y disyuntivas. El expositor que llegó al dilema, negando o concediendo cualquiera de las dos, podrá demostrar la tesis que deseaba sustentar.

La existencia del dilema fue el motor de la filosofía, las ciencias exactas y aún de las matemáticas. Hasta la literatura de amores contrariados cayó bajo su embrujo.

Todo esto viene a cuento porque uno de los actores que se debate entre dilemas es el actual oficialismo que conforma el muy heterogéneo Frente de Todos. En realidad, lo que moviliza la polémica es la presencia y el accionar, siempre inquietante para el Círculo Rojo, de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. En el otro extremo, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, encarna a un peronismo más previsible, más receptivo a las demandas del Círculo antes mencionado. El problema que sufre el Fernández masculino es que no tiene suficientes votos propios y quizás sea esa misma docilidad la que se los quita.

Definiciones

La presencia de Cristina en el Plenario de Delegados de la Unión Obrera Metalúrgica marcó una divisoria de aguas. En su discurso de “outsider” –los “meta” son muy celosos de su organización y es excepcional que un “forastero“ sea invitado a dirigirse a su público-, si bien no definió su futuro político, la vicepresidenta entregó algunas pistas sobre sus planes futuros.

En primer término, dejó en claro que será de la partida. Aún es prematuro, para ella y para todos, definir si será candidata a presidenta. Lo que es seguro es que será, al menos, una de las que defina las candidaturas importantes.

En segundo lugar, al definir que “voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro Pueblo, nuestra sociedad, pueda organizarse en un proyecto de país, que vuelva a recuperar la ilusión, la fuerza y la alegría”, planteó un escenario posiblemente similar al de 2019, cuando decidió retirar su nombre del primer término de la fórmula y pasar a un papel secundario. Aunque no habría que descartar que esta vez juegue en primera.

A veces hay quienes critican las constantes alusiones a sus actos de gobierno, pero ella está convencida de que “cada uno muestra lo que tiene para mostrar” y así busca diferenciarse de su sucesor, Mauricio Macri, que ejecutó un gobierno de signo opuesto al que ella dirigió. Y su esperanza es que los electores definan cuál será el modelo que prefieran. Y que elijan el suyo, claro.

Cristina vuelve a Mar del Plata

Cuando se cumplan dos meses y medio del atentado, la vicepresidenta volverá a enfrentar a las masas peronistas en Mar del Plata, en un acto organizado por el Partido Justicialista bonaerense que preside Máximo Kirchner.

El motivo es que el 17 de noviembre se cumplen 50 años del regreso del General Juan Domingo Perón a su Patria, después de 17 años de exilio. Aquel día, en medio de una lluvia torrencial, miles de peronistas debieron jugarse la vida, en medio de tanques y fusiles que apuntaban de manera amenazante sobre sus cuerpos, pero ni aún así cejaron en su empeño de llegar al Aeropuerto de Ezeiza, donde aterrizó el avión de Alitalia que lo traía de Roma, la última escala de su periplo.

Los que fueron a recibir al líder depuesto por la Revolución Fusiladora debieron conocer las aguas turbias del Río Matanza y la petulancia de un oficial del Ejército que asomaba por la torreta de un tanque estacionado sobre la avenida Riccheri. Asombrado, el joven oficial debió guardarse su soberbia, ante el arrojo de los militantes, que no retrocedieron a pesar de sus amenazas. Primero hubo insultos, pero luego la escena culminó con un abrazo fraternal entre el oficial y uno de los manifestantes, no se sabe si motivado por la bondad o por el miedo, ya que el tanque se encontraba rodeado por impacientes y ansiosos caminantes.

Algunos de ellos, incluso, llegaron hasta la misma pista de aterrizaje de Ezeiza y presenciaron la llegada del Douglas DC-8 “Giusseppe Verdi” acostados en el suelo, con las manos en la nuca, mientras eran apuntados por los sempiternos FAL, el aderezo con el que los militares sazonaban las fiestas populares.

Esa fecha del calendario fue incorporada más tarde a las efemérides peronistas, apenas por debajo del nivel de la fecha fundacional del 17 de octubre de 1945.

Obturando el camino

Más allá de las especulaciones, otros factores de poder están intentando –después del atentado en el que casi la matan- disuadirla de presentar su candidatura y aún de que se convierta en la eminencia gris de un posible gobierno en el que ella no sea la presidenta.

Por de pronto, fueron reactivadas algunas causas judiciales en las que ella estaba en proceso de ser sobreseída, como la del Dólar Futuro y Hotesur-Los Sauces. Para ayudar a obturarle el camino, la Corte Suprema de Justicia de la Nación hasta desconoció un decreto parlamentario del Senado, que firmó la vicepresidenta, por el que se designaba al senador Martín Doñate como miembro del Consejo de la Magistratura. Los supremos alegaron que la decisión del Frente de Todos de partir el bloque para sumar un senador al Consejo de la Magistratura “desconoce el principio de buena fe, cardinal en las relaciones jurídicas”.

Todas estas consideraciones, cercanas a interpretaciones antojadizas de las leyes, dejan suponer que la conducción del Poder Judicial está entreviendo algunas circunstancias que la conducción del PJ no está interpretando adecuadamente. De esta forma, la Corte tomó partido en la política de comité, que cae por fuera de sus atribuciones.

El propio abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez sostuvo que “la decisión de la Corte, jurídicamente, no es muy sólida y tiene un altísimo contenido político. La Corte no sostiene que se violó una norma en sí, sino que es una práctica que viola la buena fe y el pluralismo”.

Por otra parte, hasta el Papa Francisco, en una carta fechada el nueve de noviembre, que le envió al presidente de la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal, el juez Alejandro Slokar, afirmó que “para que la función penal no se convierta en un mecanismo cínico e impersonal, necesitamos personas nutridas en formación técnica, pero sobre todo apasionadas por la Justicia, conscientes del gran deber que cumplen”.

En realidad, el dilema es una operación binaria, pero la solución está en la tríada dialéctica: tesis-antítesis-síntesis.

Pero aquí nadie estudia filosofía. Cerebros perezosos.

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