El oficialismo bonaerense acelera la campaña por el interior de la Provincia, donde Juntos mantiene supremacía electoral. Por eso el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, recorrerá los distritos de Azul y Olavarría, en la Séptima Sección electoral para tener reuniones con empresarios y comerciantes e intentar componer con un sector que por momentos tiene un posicionamiento esquivo a la propuesta electoral del peronismo.
Las dos ciudades elegidas son centrales para las intenciones del Gobierno provincial de tener mayor representación legislativa en el Senado, ya que por la Séptima Sección electoral se ponen en juego tres bancas por la Cámara alta que hoy están en manos de la oposición.
Además de Kicillof, también recorrerán esa sección la vicegobernadora Verónica Magario y la primera precandidata a diputada nacional por el Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz.
Los distritos de Azul y Olavarría reúnen más de 153 mil electores de un total de 271 mil habilitados para votar en la elección 2019 por la Séptima Sección Electoral. Este año se eligen tres senadores provinciales por la Séptima sección electoral y acortar la diferencia de seis bancas es uno de los “fines” que se puso el gobierno provincial para avanzar con ciertas medidas. Por eso, la apuesta es ir al territorio políticamente hostil y mostrar cercanía.
En Azul gobierna Hernán Bertellys, un peronista que en los primeros meses de la gestión de María Eugenia Vidal se pasó a Juntos por el Cambio y desde esa época reporta al espacio opositor. En Olavarría gobierna Ezequiel Galli, un PRO puro.
La boleta a senadores provinciales por el FdT la encabeza el diputado nacional y ex intendente de Bolívar, Eduardo Bali Bucca, quien regresó a la órbita del peronismo K antes del cierre de listas, luego de acompañar a Florencio Randazzo en las elecciones de 2017.
El Frente de Todos debe alcanzar el 33% de los votos como piso. Si solo una de las fuerzas políticas que compiten llega a ese porcentual automáticamente se lleva los tres lugares en juego. Tanto en el oficialismo como en la oposición coincidían en que la división de bancas será 2 a 1. Dos para Juntos y la restante para el FdT.
