Tarjeta roja

Tarjeta roja

El economista desapareció sin aviso de las listas de octubre. Luego, Melconian dudó de la voluntad del Pro de imponer su candidatura y se lamentó por su alto perfil, pero lo concreto es que no está.


Como poseído por una especie de “síndrome de abandono”, Carlos Melconian se mostró comprensivo a la hora de evaluar su inesperada ausencia de las listas de candidatos a diputados bonaerenses por el Frente Renovador. De todos modos, una crítica subrepticia se pudo avizorar en su aparentermente desapasionada evaluación sobre su eclipse electoral, cuando expresó que “no sé si el Pro no me presentó en la lista o si Massa no quiso integrarme”.

“La decisión del Pro no me afecta anímicamente, porque la vocación está y el trabajo se hace con la responsabilidad y el perfil que corresponde. Si para determinado momento histórico, el perfil que uno tiene luce alto para lo que hay que conformar, se esperará otra etapa, desde la vocación y el lugar para aportar algo a la Argentina. No sé si el PRO no me presentó en la lista o si Massa no quiso integrarme”, dudó.

Antes del 22 de junio, Melconian debió someterse a frecuentes caminatas por distintos distritos del conurbano bonaerense, adonde Mauricio Macri lo convocó para difundir la propuesta Pro. En esas circunstancias, el economista comenzó a abrigar la esperanza de convertirse en el mentor del Pro en su área, pero fue rápidamente desplazado de esa función por Federico Sturzenegger y Miguel Braun, entre otros, que le marcaron la cancha amarilla y lo enviaron al banco de suplentes. Incluso, cuando Macri evaluaba a otros candidatos, intentó sumar a Roberto Lavagna -ahí, Melconian no podía competir en su especialidad- y a Martín Redrado, contra quien el excandidato de Carlos Menem al Ministerio de Economía cargó con dureza, tratándolo de “nene” y “estrellita” y autodefiniéndose como un “tronco”.

“Yo quedo amigo de todo el mundo, incluyendo de Macri, ésto es una cuestión que trasciende. He tenido una mirada crítica y no hipócrita, sobre la actualidad de Argentina y esa mirada crítica se ha venido cumpliendo. Yo he tenido un espíritu crítico permanente y simultáneamente he dicho, haciendo campaña, que soy amigo de Scioli y de Massa y me tocó estar en la vereda de Mauricio en términos del espacio que se me abrió para hacer politica”, declaró, hundiéndose cada vez más.

A pesar de que “el perfil que uno tiene luce alto” y de su conformidad acerca de que “se esperará otra etapa”, trascendió que el propio Massa le bajó el pulgar, influenciado por la opinión negativa del poderoso expresidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio De Mendiguren. De todos modos, aseguraron los negociadores del intendente de Tigre, que pesó en su evaluación el bajo nivel de conocimiento del economista, que posee una escasa potencia a la hora de traccionar votos.

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