El Embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov, se refirió a la actual situación que se está viviendo en Ucrania y manifestó: “Desde el pasado febrero, Rusia ha apuntado repetidamente la práctica bárbara de las fuerzas armadas ucranianas de usar la población civil como escudo humano. En el curso de las hostilidades, los militares y miembros de los batallones nacionalistas Se esconden detrás de civiles y despliegan deliberadamente sus puntos de fuego en edificios residenciales, escuelas, hospitales, centros comerciales”.
En ese contexto, Feoktistov indicó: “Hay casos documentados de los masacres cometidos contra las personas que renunciaron a ceder su domicilio para las necesidades militares. Se informa regularmente sobre los bombardeos de parte de los ucranianos de las zonas pobladas en las ciudades de Donbass, que están fuera de su control, como Donetsk, Makeevka y Novolugansky, así como sobre ataques contra los convoyes humanitarios claramente identificados”
Además precisó que “se han recopilado numerosas pruebas de los bombardeos premeditados de tierras agrícolas y graneros por parte de las tropas de Kiev en la región de Zaporozhie. Sin embargo, es Rusia a la que se culpa de la hambruna mundial”.
El Embajador de Rusia en nuestro país manifestó también: “Si los datos de las fuentes rusas no bastan o no parecen confiables a alguien, los invito a estudiar el reciente informe de la organización global no gubernamental Amnesty Internacional. Tras monitorear la situación en las regiones de las hostilidades del abril al julio pasado, sus expertos concluyeron que las fuerzas armadas de Ucrania estaban violando todas las reglas de la guerra, escritas o no”.
“El régimen criminal usa como carne de cañón no solo a los civiles. En la noche del 28 al 29 de julio de este año, las fuerzas armadas de Ucrania, usando el sistema de lanzamisiles múltiple estadounidense HIMARS, atacaron un centro de detención en la localidad de Yelenovka, donde se encontraban los militares ucranianos y los militantes del batallón nacionalista Azov que se habían rendido. Como resultado, murieron 53 de las 193 personas que estaban allí, y más de 70 resultaron heridas”, agregó.
Sobre el hecho indicó: “Hay razones para creer que fue un ataque premeditado para intimidar a los que pudieran arrepentirse de las atrocidades cometidas y testificar sobre las órdenes criminales de Kiev. El Secretario General de la ONU, António Guterres, respondió a esta provocación anunciando que iniciaría una misión de investigación”
“A las autoridades ucranianas no les parece suficiente bombardear a su propia población y territorio. Están dispuestas a tomar como rehén a todo el mundo, al elegir como su blanco la central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa. Allí se emplaza desde el marzo pasado un escaso contingente militar ruso, solamente para garantizar la seguridad de las instalaciones. La artillería ucraniana lanza regularmente ataques contra el edificio de la central nuclear, los reactores y el almacenamiento de combustible nuclear usado”, explicó el diplomático.
Feoktistov, mostró su preocupación al sostener: “Sólo el 5 de agosto de 2022 las fuerzas armadas de Ucrania bombardearon la central nuclear dos veces en un día. Como resultado, se produjo un incendio, dos líneas eléctricas resultaron dañadas y los misiles impactaron contra el sitio de producción”.
“Es imperioso señalar estos acontecimientos a la atención de la comunidad mundial, ya que el accidente en las instalaciones nucleares puede provocar una catástrofe global que eclipsará las consecuencias de Chernobyl y Fukushima en términos de escala de contaminación radiactiva. No hay otra forma de llamarlo excepto un acto de terrorismo nuclear”, dijo el Embajador.
Por último el diplomático Ruso señaló: “Todos hechos mencionados indican que Ucrania está cometiendo violaciones flagrantes y sistemáticas de las reglas y costumbres de la guerra reconocidas internacionalmente, sin tener en cuenta las vidas de miles y millones de personas”.