Diputados: la oposición se rearma para imponer su propia agenda legislativa

Diputados: la oposición se rearma para imponer su propia agenda legislativa

Con los números muy ajustados, el Congreso se convirtió en un territorio en el que solo se obtienen mayorías transitorias.


En un año electoral, donde se juega a todo o nada, el Congreso de la Nación se transformó en territorio en disputa, en el que ninguno de los bloques logra imponer sus proyectos, algo que sólo se obtiene con mayorías transitorias y febriles negociaciones de último momento.

Las pulseadas políticas y el intento por lograr un equilibrio entre el oficialismo y la oposición han marcado la cancha a la hora de tomar iniciativas parlamentarias y lograr el quórum necesario -de 129 diputados presentes- para imponer sus agendas.

Desde la última elección legislativa, se ha visto un cambio en la dinámica a la hora de analizar el comportamiento del arco político.

La composición, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado de la Nación, ha sido el eje central en estos meses para abordar el tema de la grieta, debido a que ningún espacio cuenta con los números propios para avanzar sin los consensos necesarios.

Después de la jugada política del oficialismo de lograr el quórum con los bloques aliados e imponer su propia agenda antes de terminar el período de Sesiones Extraordinarias y votar la Reforma Previsional, ahora la oposición fue por el mismo objetivo, ya que presionó para avanzar sobre los créditos hipotecarios UVA.
Cabe recordar que estos préstamos se lanzaron en abril de 2016, durante la Presidencia de Mauricio Macri, con el propósito de que la gente pudiera acceder a una vivienda teniendo poco capital y se prometían cuotas accesibles. Pero la situación se vio alterada, porque las deudas terminaron siendo impagables.

Según informó la titular del Banco Nación, Silvina Batakis, hoy existen 97 mil créditos hipotecarios UVA, aunque, aclaró, la morosidad representa menos del 2% de la totalidad de los préstamos adquiridos.

Por otra parte, la rosca legislativa pasó por la iniciativa del diputado nacional Julio Cobos (UCR) que, junto a otros bloques y con la sorpresa de las firmas de algunos oficialistas, logró torcer la jugada del oficialismo y presionar para que se debata el tema.

La oposición había convocado a una Sesión Especial para el 22 de marzo, con la firma de los radicales Mario Negri, Facundo Manes, Ricardo Buryaile, Manuel Aguirre, Lidia Ascárate, Gabriela Lena, Miguel Bazze, Jorge Vara, Fernando Carbajal, Miguel Nanni, Martín Arjol, Soledad Carrizo, Jorge Rizzotti, Pedro Galimberti, Mario Barletta, Jimena Latorre, Víctor Hugo Romero, Juan Carlos Polini, Marcos Carasso y Lisando Nieri. Además, se sumaron sus pares del PRO: Omar De Marchi y Álvaro Martínez.

Desde el espacio de Evolución Radical, acompañaron las diputadas nacionales Gabriela Brouwer de Koning, Danya Tavela y Marcela Antola.

Así lo hicieron, los legisladores nacionales de Encuentro Federal: Emilio Monzó, Margarita Stolbizer y Domingo Amaya. También, apoyaron con su firma los socialistas de Santa Fe: Enrique Estévez y Mónica Fein. Y se unió el titular del Interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez.

Y tampoco faltaron los bloques federales, como Luis Di Giácomo (Juntos Somos Río Negro) Diego Sartori, (Frente de la Concordia Misionero), Carlos Gutiérrez y Natalia De La Sota (Córdoba Federal) y Carlos Zapata (Ahora Patria).

Asimismo, lo llamativo fueron las firmas de cuatro legisladores del oficialismo (Roberto Mirabella, José Luis Gioja, Adolfo Bermejo y Eber Pérez Plaza), que no mantuvieron la disciplina partidaria y que ayudaron a la oposición a posibilitar el debate parlamentario.

De esta forma, si bien no se llevó adelante la sesión, porque la desestimaron el propio Cobos y los diputados que acompañaron, el Frente de Todos tomó el camino del diálogo político y decidió avanzar con la iniciativa en el plenario de las comisiones de Finanzas y de Presupuesto y Hacienda.

Aunque para el tema en cuestión se presentaron once proyectos -que convocan a las diferentes fuerzas políticas- la decisión fue tomada por el mendocino Cobos, ya que su provincia fue la primera en fallar en contra del Banco Nación por los créditos UVA.

La medida consintió en eliminar la Unidad de Valor Adquisitivo como recurso para actualizar del préstamo hipotecario.

De esta manera, el exvicepresidente manifestó – durante la reunión de comisión- su preocupación por la situación de los créditos, vinculados a la vivienda, manifestando que “hoy no hay crédito hipotecario en Argentina, con un déficit estructural en materia habitacional muy grande, que se traslada a la problemática de alquileres con menos oferta, mayor demanda y los precios suben, lo que afecta a siete millones de familias”.

“Hay voluntad en el Congreso, alternativas viables, pero lo que no tenemos es tiempo, debemos dar respuestas urgentes”, se lamentó el legislador, que planteó que se acelere el tratamiento del proyecto.

En este mismo sentido, el titular del Interbloque Federal Alejandro “Topo” Rodríguez apoyó la propuesta de Cobos y solicitó que se pase rápidamente “a un trabajo donde los profesionales y los asesores permitan aproximar y unificar criterios para lograr una salida justa, razonable y sustentable, en el menor tiempo posible”.

En tanto, el diputado nacional Marcelo Casaretto (FdT) expresó: “Cualquier sistema financiero o de crédito está vinculado con una situación de estabilidad en la Argentina”.

“Si estamos con un 100% de inflación y se pide que las cuotas sean baratas, es imposible”, agregó el legislador, sobre la difícil situación que plantean quienes han tomado préstamos y no pueden pagar porque las cuotas se fueron incrementando.

Asimismo, uno de los diputados que acompañó con su firma para tratar el tema fue el santafesino Roberto Mirabella y aprovechó la ocasión –cuando se debatió el proyecto para fortalecer la Justicia de Santa Fe- para hablar sobre la importancia de generar consensos amplios para avanzar en los temas legislativos: “En este proyecto nos pusimos de acuerdo todos los legisladores santafesinos de todos los partidos políticos”.

Más allá de ser un tema que le permitió a la oposición imponer su agenda y debatir en el plenario de las comisiones, lo cierto es que es el Congreso de la Nación se transformó en una puja de poder constante, donde las fuerzas orbitan según los intereses de los bloques y la urgencia en sus distritos.

Si bien la paralización de las sesiones en Diputados giró en torno a dos cuestiones conflictivas, como son el Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema, que generaron la discordias entre el oficialismo y la oposición, parece ser que los intentos por continuar en esta misma línea se están modificando porque además transcurre un año electoral que pondrá en jaque la labor legislativa.

Todo indicaría que la jugada de Juntos por el Cambio de no posibilitar nunca el quórum al Frente de Todos cambió de rumbo y su objetivo pasó a ser ahora el de consensuar proyectos con los demás bloques para lograr imponer la “agenda de la oposición”.

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