Cristina y Kicillof chocan por el control del Senado provincial

Cristina y Kicillof chocan por el control del Senado provincial

La pulseada refleja tensiones internas en el oficialismo bonaerense.


La reciente designación de las autoridades en el Senado de la provincia de Buenos Aires ha desatado una nueva lucha de poder entre las facciones del kirchnerismo lideradas por Cristina Kirchner (CFK) y Axel Kicillof. Durante la sesión preparatoria para la jura de senadores, las negociaciones que normalmente preceden a este tipo de eventos se desmoronaron rápidamente, evidenciando una vez más la fragilidad de las alianzas dentro del peronismo.

El choque se centró en la repartición de las vicepresidencias del Senado, instancias clave que deben regularse entre el oficialismo y la oposición. Las vicepresidencias primera y tercera son actualmente ocupadas por figuras cercanas a CFK, lo que intensifica las tensiones en la búsqueda de un equilibrio de poder que parece cada vez más distante entre ambos sectores.

Representantes de Kicillof han manifestado su descontento al considerar que el sector de CFK pretende monopolizar los cargos sin una verdadera negociación. Un legislador del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), bajo el liderazgo de Kicillof, expresó: “Vinieron a la sesión con un pliego de condiciones y querían llevarnos puestos. Así es imposible llegar a un acuerdo”.


Una de las principales controversias gira en torno a quién ocupará la vicepresidencia primera, un cargo estratégico en la línea sucesoria de la vicegobernadora Verónica Magario. Los seguidores de CFK están presionando para que este cargo sea ocupado por un representante de su sector, potenciando así su influencia en el recinto legislativo.

Los desacuerdos han llevado a ambos sectores a un clima de desconfianza y falta de acuerdos, un fenómeno que se ha hecho habitual en la relación entre el kicillofismo y el cristinismo. A pesar de un acuerdo legislativo reciente sobre el endeudamiento que habilita a Kicillof a tomar deuda, persisten recelos sobre el apoyo de La Cámpora en momentos críticos para la administración provincial.

Este nuevo capítulo en el Senado bonaerense resuena como un recordatorio de las luchas internas que caracterizan al peronismo, donde la ambición por el control de espacios de poder puede eclipsar la posibilidad de colaboración. A medida que el año se cierra, la incertidumbre persiste en un contexto donde los acuerdos son cada vez más necesarios, pero cada vez más difíciles de alcanzar.

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