Con un guiño de Máximo se reunieron los intendentes peronistas

Con un guiño de Máximo se reunieron los intendentes peronistas

Intendentes de las secciones electorales primera y tercera se autoconvocaron, más cerca de Cristina que de Alberto.


En San Justo se reunieron el martes 22 de marzo último 16 intendentes e intendentas peronistas de la primera y la tercera sección electoral, para compartir su mirada sobre la complicada coyuntura que transita en estos momentos el Gobierno nacional, jaqueado por desavenencias y amagos de ruptura.

Los jefes comunales elaboraron un documento, en el que plantearon que “en 2019 le pedimos todos los esfuerzos a Cristina para unirnos y ganarle a Macri y Vidal, tras los cuatro años de un gobierno neoliberal que nos dejó una deuda impagable, 50 por ciento de pobreza, megatarifazos del 3000 por ciento, pérdida del poder adquisitivo en los salarios y una desocupación del 12 por ciento. La actual Vicepresidenta, en un gesto extraordinario, cambió el rumbo de la historia y pudimos consolidar la victoria del Frente de Todos en primera vuelta. Hoy, le pedimos al presidente Alberto Fernández los máximos esfuerzos para, luego de la pandemia y siendo conscientes de las dificultades que atraviesa el mundo por la guerra, garantizar la mesa de las familias argentinas. Estamos a disposición para, desde nuestro rol, ayudar en lo que sea necesario”.

Luego, desde la mesa política de hecho en la que se constituyeron los mandatarios comunales, volvieron a plantear que “los intendentes e intendentas queremos que la gente viva tranquila. Además de la preocupación por la suba de los precios, el otro tema que es mencionado siempre en cada conversación por los vecinos y vecinas es la inseguridad. Al respecto, le pedimos al Gobierno provincial y nacional que nos convoque a una mesa de trabajo para, junto con los Municipios, enfrentar este problema que tanta angustia genera”.

“Sabemos que nos toca atravesar tiempos difíciles –plantearon los jefes territoriales del Conurbano-. Macrismo, pandemia, guerra. Por eso, unidos tenemos la fuerza para superar todos los obstáculos. Queremos cuidar a nuestro pueblo, que sea feliz. Estamos reconstruyendo una Argentina para todas y todos, como lo hicimos entre 2003 y 2015 con Néstor y Cristina, trabajando en el hoy y para las nuevas generaciones. Como intendentes peronistas, queremos aportar nuestro granito de arena para que reine en el pueblo el amor y la igualdad”.

La contundente definición dejó apreciar el alineamiento de la conducción peronista de dos de las principales secciones electorales provinciales con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y con el diputado Máximo Kirchner, hoy presidente del Partido Justicialista provincial.

Estuvieron presentes en el encuentro la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario, el jefe de Gabinete Martín Insaurralde y el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos Leonardo Nardini.

Por parte de los intendentes e intendentas, estuvieron Fernando Espinoza (La Matanza); Juan Fabiani (Almirante Brown); Alejo Chornobroff (Avellaneda); Juan José Mussi (Berazategui); Fabián Cagliardi (Berisso); Marisa Fassi (Cañuelas); Carlos Ramil (Escobar); Andrés Watson (Florencio Varela); Alberto Descalzo (Ituzaingó); Marina Lesci (Lomas de Zamora); Juan Ustarroz (Mercedes); Gastón Granados (Ezeiza); Karina Menéndez (Merlo); Federico Achával (Pilar); Mayra Mendoza (Quilmes) y Nicolás Mantegazza (San Vicente).

El otro estamento presente lo constituyeron los jefes comunales que ocupan funciones en el Gobierno provincial, entre los que se contaron el diputado nacional Julio Pereyra (exintendente de Florencio Varela); el diputado provincial Mariano Cascallares (exintendente de Almirante Brown) y el administrador de la Dirección de Vialidad de la Provincia, Hernán Yzurieta (exintendente de Punta Indio).

Es necesario aclarar que el actual jefe de Gabinete provincial, Martín Insaurralde es el exintendente de Lomas de Zamora y el ministro de Infraestructura y Servicios Leonardo Nardini es el exintendente de Malvinas Argentinas.

Una breve historia 

Los intendentes bonaerenses peronistas se pronunciaron de manera tan contundente en contadas ocasiones. La primera vez fue el 19 de enero de 2016, cuando se reunieron en Merlo jefes nueve comunales –que en realidad eran doce, pero tres no pudieron concurrir, por distintas razones- para firmar el Pacto de San Antonio de Padua, que fue el punto de partida de los primeros intentos de reorganización del peronismo, tras la derrota ante Cambiemos, en los finales de 2015.

En esa ocasión, entre los firmantes de aquel primer atisbo organizativo se encontraban Magario (por entonces, intendenta de La Matanza); Cascallares, Nardini, Insaurralde y Descalzo, que también estuvieron entre los firmantes de este último documento, elaborado el 22 de marzo pasado, hace tres días.

Pasado el tiempo, en aquel 2016 de adversidad, los intendentes peronistas se fragmentaron, volvieron a reunirse y luego continuaron disgregándose y reaglomerándose, como suele ocurrir cuando el peronismo está en el llano, es decir, fuera de la Casa Rosada. Pelea y reproducción, como reza el viejo apotegma peronista.

Entonces, fue el tiempo de disputarle a la gobernadora María Eugenia Vidal algunas migajas del presupuesto provincial, que les era retaceado de manera poco elegante por las fieras de Cambiemos.

El Pacto de San Antonio de Padua se transfiguró después en los Grupos Fénix y Esmeralda, al tiempo que aparecieron otras expresiones, como el Grupo El Establo. El 25 de octubre de 2016, entretanto, todos estos agrupamientos, a pesar de estar desperdigados, volvieron a reunirse en defensa propia para peticionar ante el Gobierno Bonaerense por su participación en el Presupuesto provincial, que amenazaba con encogerse cada vez más, al menos para los municipios peronistas. Ése fue el segundo pronunciamiento que debieron realizar.

De esta manera, ellos encarnaron la resistencia al proyecto que Mauricio Macri intentó imponer al país, amigable con las entidades financieras y enemistado con cualquier clase de empresas productivas, las que habitan en la economía real.

Hoy, para sobrevivir, estos mandatarios consideraron que es necesario oponerse a un proyecto muy querido, pero que opera en línea con el mismo mundo financiero que antes casi destruyó a la Argentina y hoy regresó a nuestro país tras el ropaje mentiroso de los burócratas del FMI.

Volviendo al presente

Finalmente, después de muchos avatares políticos y de muchas idas y vueltas y aún más adversidades, los intendentes se unificaron tras las principales figuras que conformaron el Frente de Todos, Alberto Fernández y Cristina Fernández y en 2019, la victoria fue el resultado.

En octubre de 2021, estos intendentes aportaron 2.625.000 votos al Frente de Todos, sumando el 75 por ciento del total de los votos que la coalición consiguió en la Provincia de Buenos Aires.

De esta manera, el FdT salvó milagrosamente la ropa en una elección desafortunada, correlato de las políticas de achicamiento que le impuso el FMI al Gobierno y éste aceptó.

Esta es la realidad que se manejó en el encuentro de los dirigentes territoriales bonaerenses, que sólo buscan la supervivencia tras la pérdida de los cuatro millones de votos que sufrió el FdT en la última elección legislativa.

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