Atento a Macri y a los radicales, Larreta avanza en su proyecto 2023

Atento a Macri y a los radicales, Larreta avanza en su proyecto 2023

Opinión.


El 85 por ciento de los votantes de Patricia Bullrich votaría a Mauricio Macri si éste se presentara dicen las encuestas del cuartel de Uspallata, lo que de alguna manera marca el poco “voto propio” que tiene Patricia como candidata. Es una de las herederas del voto de Macri, pero por supuesto no la única, ya que Horacio Rodríguez Larreta también contiene buena parte de los votos del fundador del submarino amarillo. Lo demostró en las dos elecciones que ganó.

Lo que sucede es que en la ruta del “liderazgo nacional”, el ex Presidente sigue siendo un referente partidario que tiene, depende del lugar donde se lo mida, altos niveles de adhesión (Córdoba) o de rechazo (Buenos Aires). En ese rubro, Larreta no tiene tan consolidado el tema nacional, pero cuenta con dos cosas a favor: por un lado, todas las buenas noticias que tuvo la coalición Juntos por el Cambio en noviembre desde el interior fueron votos cooptados por él mismo o por sus dirigentes más cercanos , y además Larreta empatiza mucho más a lo largo y ancho del país, en las distintas alianzas con los dirigentes de todos aquellos espacios, integren o no la coalición en este momento.

La conclusión a la que arriban cerca del jefe de Gobierno hoy es que hay que estar atento a lo que hace Macri, no confrontar y menos en 2022 abiertamente con él, y tratar de ir definiendo, no en críticas, sino en situaciones concretas por donde pasa el poder en la oposición. Una muestra clara de esto se dio en la reunión del pasado domingo de la Mesa Nacional de JxC, en la cual Macri tuvo que desertar a los diez minutos e irse, producto de que su moción de no adherir al acuerdo con el Fondo fue rechazada de plano por la mayoría de los presentes. Esas actitudes caprichosas de no aceptar la diversidad como el no verticalismo tanto dentro de su fuerza política como de la coalición, ya le jugaron en contra en su momento y se lo siguen cuestionando al ex Presidente, sobre todo sus aliados.

Desde el gobierno porteño son conscientes que no todo se define puertas adentro, y que la realidad irá llevando de a poco la solución a las candidaturas. En un escenario donde la Argentina transite de manera relativamente normal este año y medio que le queda al gobierno, el candidato de la oposición –piensan- debería ser Larreta, ya que dentro de la confrontación política que se avecina, el jefe de Gobierno es quien acumula mayor volumen para lo que interpretan se viene en el voto del año entrante. Sin embargo, intuyen que si el país se desmoronara y la pasara mal por cualquier razón y entrara en un espiral de cuestionamientos sociales e ingobernabilidad, ahí es donde Macri, que juega siempre a todo o nada, será quién tome la rienda. En ese caso habría que ver qué pasa con los radicales. Y además sería un conflicto de difícil pronóstico.

Los de boina blanca ya tienen claro que serán importantes accionistas de cualquier opción electoral del 2023, y tienen varios juegos en mente, en parte de acuerdo al poroteo interno y por otro –al igual que sus socios amarillos- de acuerdo al escenario nacional que tengan que afrontar. No es lo mismo un moderado y más cercano al gobierno como Gerardo Morales, que el mendocino Alfredo Cornejo, aunque ambos también podrían competir nuevamente para conducir sus provincias. En el medio está Martín Lousteau que tiene a mano muchas ofertas, desde competir en la Capital Federal en tándem con Larreta hasta las promesas infinitas que le realizan sus correligionarios, aunque parecen de dudosa concreción.

Hablando de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires allí hay otro nudo interesante para desabrochar. Mientras Lousteau deshoja la margarita acerca de si se va o se queda, Jorge Macri ya se posiciona como el hombre fuerte a batir en el distrito. El primo del ex Presidente, tiene un buen entendimiento con el jefe de Gobierno actual, en el cuál ambos se necesitan en los distritos que integran el AMBA. Además, ese apellido concita más apoyos que críticas en este particular distrito.

Un párrafo aparte para María Eugenia Vidal que ha quedado desdibujada de los primeros planos en ambos lados de la General Paz. En CABA curiosamente donde compitió y ganó con claridad, tiene un panorama complicado por lo que explicamos antes de Lousteau y Jorge Macri, sumado a las facturas internas (y externas) que le siguen llegando. Y en Provincia la conducción hoy se la reparten Diego Santilli (que abandonaría la campaña nacional por el adelantamiento de las elecciones en su distrito) y el trío de intendentes conformado por Néstor Grindetti (ex jefe de campaña), Julio Garro y Diego Valenzuela. Jorge Macri no está ajeno a las decisiones, pero le es difícil mantener la “pole position” en dos distritos a la vez, y acompaña como influencer. Tampoco allí la Leona ruge.

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