La escena fue cuanto menos extraña, si se la compara con anteriores rondas en las que los ministros debieron explicar el presupuesto de su cartera y en qué se gastaría. Como si fuera su cumpleaños, pero sin medialunas, Mariano Naradowski -legislador electo, pero futuro renunciante y ministro de Educación porteño-, recibía uno por uno a los legisladores macristas que puntualmente se acercaron al Salón Montevideo de la Legislatura porteña para participar de la exposición del pedagogo, en lo que fue la primera presentación de una larga ronda en la que se escuchará hablar a los futuros funcionarios sobre las políticas a implementarse, pero sin poder expresar nada sobre el dinero que pudieran precisar.
Así, pasadas las 14.30, hora de la cita, dentro del buen humor reinante, se sumaron los legisladores Martín Hourest, Gerardo Romagnoli, Alejandro Rabinovich, Héctor Bidonde, Enrique Olivera, Verónica Gómez, Liliana Parada, a los que ya estaban, Marcos Peña, Santiago de Estrada, Diego Santilli, Daniel Amoroso, Álvaro González, Jorge Enríquez, Soledad Acuña, Roberto Destéfano, Martín Borrelli y Rodrigo Herrera Bravo. Los que dieron la nota, fueron los K, que notoriamente llegaron todos juntos, casi media hora después de lo anunciado –cuando Naradowski había comenzado a exponer-. Tras Diego Kravetz, llegaron las legisladoras Ana María Suppa, Ivana Centanaro, Silvia La Ruffa e Inés Urdapilleta.
Con sus asesores detrás, Mariano Naradowski expuso –presentación en power point mediante- los principales ejes en los que espera trabajar en su futura gestión. “Los lineamientos más innovadores”, como después afirmaría, fue lo que mostró.
Tal como lo afirmara a NOTICIAS URBANAS, sobre tres ejes: situación escolar y panorama, ejes políticos educativos por venir; y límites de acción; realizó la ponencia.
Naradowski resaltó que “cerca del 65 por ciento de los edificios está en situación grave o crítica”, habló de “colapso edilicio” en el sistema educativo y resaltó que “el 75 por ciento no son accesibles a los discapacitados motores”. “Necesitamos una fuerte presencia estatal y mejorar la inclusión escolar”, dijo.
Además, destacó las principales diferencias entre las zonas norte y sur de la Ciudad, los altos niveles que se registran en la matricula del sistema educativo privado, “en el sur es del 25 por ciento y en el norte es del 60 por ciento, algo que a nivel internacional es muy alto, incluso comparándolo con países muy desarrollados”.
Por otra parte, el educador manifestó la intención de “mejorar la calidad educativa”, de trabajar en que “el docente vuelva a ser legitimado, jerarquizado, necesita volver al lugar del saber”, además, de trabajar en la “alianza escuela-familia”. “La escuela es el borde, el límite de la exclusión social”, reforzó en su conclusión sobre el panorama actual.
Como Plan de Gobierno, destacó: mejorar la infraestructura, fortalecer el programa de mitigación de riesgos; mejorar la informatización de procesos; intensificar los programas de becas; fortalecer el vínculo educación-trabajo (rescató el programa Empleo Joven); y achicar la brecha digital. “No pensamos en grandes modificaciones de los planes educativos, pero sí habilitar a los colegios para que ellos hagan sus adecuaciones”.
Una vez finalizada la exposición se abrió la tanda de preguntas y como si tuvieran un papiro enrollado, las diputadas kirchneristas Ivana Centanaro, Silvia La Ruffa y Ana María Suppa, formularon decenas de preguntas que, tratando de no repetirse, Naradowski contestó. Las tres hicieron hincapié en el Programa Adultos 2000, que fue ratificado por el futuro ministro, quien pidió que Empleo Joven pase a manos de Educación y salga de la cartera de Producción. También formularon preguntas Enrique Olivera y Liliana Parada.
