Cuando asistimos a la cultura del unisex, cuando domina la mímesis, la copia de la conducta ajena, cuando deseamos lo que tiene el otro y al obtenerlo lo desechamos, cuando todo se entremezcla, lo masculino con lo femenino, lo ético y lo amoral, el orden con el desorden, se desencadena un desencuentro profundo, una crisis general. Shakespeare afirma que para que haya bodas, las cosas tienen que ordenarse. Según reflexiones de su directora Alicia Zanca, Sueño de una Noche de Verano es una experiencia de pasar por todo ese desorden pulsional de indiferenciación, para llegar a una boda donde cada uno encuentra su lugar, su papel.
Teseo ultima los preparativos su boda con Hipólita. Titania y Oberón se disputan el objeto deseado y entre los jóvenes enamorados atenienses Hermia, Lisandro, Helena y Demetrio) se producen curiosos enredos sentimentales mientras pululan las hadas y duendes del bosque. Puck es el encargado de mezclar pociones mágicas para enamorar a los humanos.
Roberto Catarineu representa a Shakespeare, Andrés D’ Adamo a Teseo, Joaquín Furriel a Oberón y Paola Krum hace de Titania, entre otros muchos actores y actrices, cantantes, asistentes y técnicos. Es destacable la actuación de "los reos" que preparan una obra de teatro para la boda de los amantes.
La escenografía es sencillamente sorprendente, están armadas composiciones de color, luces, efectos especiales de imágenes en movimiento con música en vivo: en guitarra Tomás Becú, contrabajo Federico Llach y piano Ernesto Jodos y Miguel Marengo.
El público llena cada noche la Sala Martín Coronado del San Martín, ríe feliz y alimenta su alma de belleza mientras sueña que cualquier noche de verano sus deseos se conviertan en realidades.