Tras el inconveniente técnico sufrido este lunes 23, en la Línea D del subte, que provocó la detención durante media hora de una formación entre las estaciones 9 de Julio y Tribunales y una autoevacuación del pasaje, que se sumó al principio de incendio ocurrido en la Estación Alberti de la Línea A, el viernes pasado, el presidente del Ente Regulador de la Ciudad, Carlos Campolongo, volvió a denunciar las condiciones de seguridad de los subterráneos e insistió en que no cree en las casualidades sino en las causalidades.
“Seis accidentes en cinco meses ya dejaron de ser hechos aislados. Dije hace varios meses que no se trata de episodios aislados: ya suman seis los accidentes conocidos en lo que va del año. El 12 de mayo hubo un principio de incendio en la estación Callao de la Línea B; el 19 de mayo descarriló un convoy en Plaza Miserere, que provocó seis heridos leves; el 21 de junio se salió de las vías una formación de la Línea D en la Estación Palermo y el 10 de setiembre le sucedió lo mismo a un tren de la Línea C a la altura de Diagonal Norte. La frecuencia de los hechos me exime de hacer mayores comentarios”, advirtió Campolongo al referirse al tema en cuestión.
El funcionario basó sus afirmaciones en las tareas de fiscalización llevadas adelante por el Ente Regulador en las distintas estaciones de la red subterránea, que dejaron al descubierto las debilidades del servicio en materia de seguridad. Como consecuencia de esas inspecciones, en lo que va del año se le aplicaron varias multas a Metrovías por la falta de mantenimiento de las escaleras mecánicas y una sanción parecida tuvo lugar por irregularidades en el otorgamiento del boleto estudiantil.
Además, a instancias de uno de los directores del Ente, Miguel von Rozenberg, inspectores del organismo pudieron comprobar que -en esta oportunidad- los planes de evacuación se realizaron tal como marca el reglamento. Si bien no pudieron ingresar al túnel porque sólo estaba autorizada la policía, bomberos y personal de la empresa, los inspectores fueron testigos del procedimiento que fue lento por las características del mismo (hay que cortar la electricidad, poner escaleras, abrir las puertas manualmente, etc) y no por falta de celeridad.
Asimismo, el informe elaborado por los inspectores mencionó que la empresa no avisó de la interrupción de la línea por los altoparlantes, sino que adujo sólo demoras.