Holanda es el país de los tulipanes y de la marihuana libre, de Vermeer y de Van Gogh, de Cruyff y de Rembrandt, pero también es la cuna de Endemol, la productora que factura millones en todas las monedas por el formato televisivo de Gran Hermano, "la vida en tiempo real".
Exito en todo el mundo, GH completó varios cuadros: con gente común, famosos, freaks, enanos, mujeres, hombres, homosexuales, gordos, sexópatas, etcétera. Este es el primero que pone en juego una moribunda, donante, y tres potenciales receptores (o eventuales moribundos).
"The Big Donorshow" será puesto en pantalla el 1 de junio en horario prime time (aunque por la temática, cualquier horario puede ser prime time): una mujer, de 37 años, enferma terminal, elegirá uno de los tres candidatos como bendecido receptor.
Es interesante -además de las expectativas de los protagonistas- estudiar la conducta de los televidentes, que tendrán la oportunidad de votar (en sólo 80 miniutos) quién debería ser el elegido.
Interesante porque se supone que en esa elección estarán representadas las características más apreciadas, en este caso por los holandeses de lo que debe ser una persona merecedora de semejante honor.
Si el programa se traslada a otros países, habrá oportunidad de extraer un promedio-valor, una singularidad apreciada a todo nivel. Eso que en un mundo homogeneizado por los usos y las costumbres hace las veces de singularidad global.
"Las opciones de un riñón son de 33 por ciento para cada concursante. esto es mucho más alto que para la gente que está en lista de espera, dijo Laurens Drillich, el presidente de BNN, la cadena que emitirá el concurso, para justificar un divertimento que no tiene justificación.