Cuando el Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el secretario de Descentralización, Ariel Schifrin, se disponían a dejar constituido el Consejo del Plan de Presupuesto Participativo, el Edén se trocó en pocos segundos en el infierno tan temido. Los trabajadores de la empresa Metrovías -que opera los subterráneos de Buenos Aires- enarbolaron de repente sus carteles e iniciaron un "escrache" que obligó a Ibarra a retirarse desordenadamente, obviando decir su discurso ante la concurrencia.
Los furiosos trabajadores de Metrovías manifestaron de esta manera su disconformidad para con el jefe de Gobierno, que el día anterior había vetado la Ley 871, por medio de la cual los diputados porteños habían establecido una jornada laboral de seis horas para su actividad, que anteriormente era de ocho horas.
Enarbolando carteles en los que podía leerse: "Ibarra socio de Roggio" y "6 horas ya", los trabajadores del subte denunciaron además que dos días antes de vetar las seis horas, Ibarra autorizó la renegociación de las obras del subterráneo -proceso en el que se reconocerán mayores costos , necesariamente- con la constructora Benito Roggio e Hijo SA. Un sector del público -según los organizadores del "escrache"- apoyó el reclamo de los trabajadores.
A PESAR DE TODO, EL CONSEJO QUEDÓ CONSTITUIDO
Antes de que los trabajadores de Metrovías hicieran su aparición, se creó el Consejo, que estará conformado por 43 vecinos y al que se sumarán representantes de Poder Ciudadano, del IDEP -de ATE- , CIPEC y FLACSO, que hasta el momento funcionaron como veedoras del proceso. El Consejo tendrá, entre otras responsabilidades, controlar que se cumplan las prioridades presupuestarias votadas por los vecinos para el 2003 y realizar el seguimiento de la Ley de Presupuesto 2003 en la Legislatura. Próximamente, el jefe de Gobierno porteño elevará el proyecto de ley correspondiente a la Legislatura.
El secretario de Descentralización y Participación Ciudadana, Ariel Schifrin, manifestó que "en este Consejo hay representatividad, aunque sabemos que es una experiencia que cada año habrá más masividad, más organicidad y más representatividad".
"Esta experiencia es un aporte a la reconstrucción del espacio del estado y la política -agregó el funcionario-. Es un encuentro entre lo que se construye por abajo, en la sociedad, y los fragmentos del estado. Tiene que ver con la democracia directa, es una respuesta institucional a la crisis, porque articula lo económico, lo político y lo social".