Podría decirse que la legisladora electa Ana María Suppa es una representante fiel del proyecto de "transversalidad" que impulsa el gobierno. Como kirchnerista, apoya a Ibarra, pero su jefe político es el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien planea candidatearse para suceder al actual titular del Poder Ejecutivo porteño.
"Alberto todavía no la ha definido y todo es muy prematuro, pero desde ya que si se presentara sería mi candidato", destaca.
Para completar su cuadro de situación política, afirma tener una relación "excelente" con el ex presidente Eduardo Duhlade. Junto a Juliana Marino y a Eduardo Luis Duhalde pertenecen al partido Memoria y Movilización, ahora integrado al ibarrismo.
Su área predilecta, aunque no excluyente, es la vinculada al tema Mujer y a los temas sociales en general. "Aunque también podría integrar la Comisión de Presupuesto", dice y lo justifica: "es un muy buen lugar para el área social, curiosamente, porque allí se define adónde va y cómo se distribuye el dinero".
Suppa fue directora de la Mujer de la municipalidad porteña, durante el gobierno de Carlos Menem y entre 1996 y 1998 ocupó la vicepresidencia del PJ Capital, con el que finalmente terminó rompiendo.
Su relación con Alberto Fernández es, en verdad, de vieja data. Se gestó en tiempos de la campaña presidencial de Eduardo Duhalde. Entonces se unió al actual jefe de Gabinete y al actual diputado electo Jorge Argüello para disputar, desde el duhaldismo, la conducción del peronismo metropolitano que hegemonizaba el menemismo.
No lo lograron, pero dos años más tarde, junto con Marino, se unieron a Ibarra desde el peronismo.