"Muchas veces critican al sistema público hospitalario, pero en realidad suelen hacerlo quienes no lo conocen. Nuestro sistema es un orgullo para la Ciudad", manifestó el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, durante una visita que realizó al Hospital Argerich.
Tanto Ibarra como el secretario de Salud porteño, Alfredo Stern, visitaron a dos pacientes que fueron trasplantados allí durante un tipo de intervención quirúrgica que se realizó por primera vez en la Argentina. El jefe de Gobierno, que se postula para la reelección, afirmó que el orgullo que siente se justifica "al ver que se hacen determinadas intervenciones, que se hacen con nuestro personal, nuestro equipamiento y con nuestros recursos".
La intervención -que consistió en un doble trasplante- duró en total unas 30 horas y se realizó entre el 17 y el 18 de abril pasados. Desde el inicio de la operación, que se conoce con el nombre de trasplante hepático secuencial o trasplante dominó, participaron alrededor de 40 profesionales médicos.
La ardua secuencia quirúrgica fue la siguiente: a un hombre de 32 años se le trasplantó un hígado donado por una persona fallecida, y éste a su vez donó su hígado a una mujer de 68 años que tenía muy pocas expectativas de vida. Según informaron fuentes de la Secretaría de Salud porteña, en estos días "ambos pacientes evolucionan favorablemente".
Asimismo, en ocasión de la visita del jefe de Gobierno y del máximo funcionario del área de Salud de la ciudad, las autoridades del Argerich anunciaron que en el hospital se puso en pleno funcionamiento un sistema informático de turnos que permitirá acelerar la entrega de turnos a los pacientes, acortar el tiempo de espera y optimizar la organización de los consultorios, ya que el sistema permite tomar turnos con hasta 30 días de anticipación.