"Después de muchos meses de conversaciones con los artesanos, diferenciando a los que realizan artesanías de aquéllos que revendían artículos de cuero o mercadería de dudosa procedencia, llegamos a una solución: interactuando con la Secretaría de Cultura y con las asociaciones de amigos de Avenida de Mayo y de Florida, logramos un espacio en el cual los artesanos no sólo pudieran ofrecer sus mercaderías y ejercer la actividad legítimamente, sino también se pudieran constituir en docentes de sus propios oficios", explicó la secretaría de Gobierno y Control Comunal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Silvana Giúdici.
El Gobierno porteño va a pagar por el edificio 6.000 pesos mensuales porque éste es un predio del Correo Argentino, y la idea es que luego los artesanos puedan pagar por mes parte de ese alquiler justamente, serían unos 60 pesos por mes por artesano, aproximadamente.
Giúdici señaló que "este miércoles estamos firmando el contrato de alquiler de un lugar sito en Avenida de Mayo al 600. Se trata de un local que tiene planta baja y subsuelo y salida por Avenida de Mayo y también por la calle Rivadavia. La planta baja va a ser destinada a instalar los puestos de artesanías y, en un futuro, el subsuelo va a ser reacondicionado para que la Secretaría de Cultura instale una escuela de artesanías, en donde los propios artesanos se van a poder constituir en docentes. Ellos no sólo van a poder ejercer su actividad, sino que también van a poder preservarla y difundirla".
"Tal como hemos llegado a otras soluciones, como en la feria del Paseo del Retiro o en el galpón de Retiro, donde fueron realojados los vendedores ambulantes de la calle Ramos Mejía, en este caso también los artesanos se han constituido en una suerte de cooperativa. Así que los permisos serán entregados no solo a cada artesano, sino que también pueda legitimar el origen de su mercadería. Esto es solamente para el que elabore sus productos", puntualizó la funcionaria.
Con respecto a la situación general de los vendedores ambulantes, Giúdici sostuvo que están trabajando "en cada lugar de la Ciudad en operativos conjuntos para recuperar el espacio público. Lo que hacemos es realentar a los vendedores de cada espacio a ordenarse, a legitimar el origen de cada mercadería y así empezar a llegar a las soluciones. Está sucediendo en este momento en Pueyrredón con los vendedores de Once que, si bien tienen algunos problemas para organizarse porque se trata de distintos grupos con distintas culturas, también están conversando con nosotros para lograr alguna solución definitiva".
