En 1998, la Federación Colombófila Argentina firmó un convenio con las Secretarías de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano del gobierno porteño para utilizar el sector del antiguo helipuerto de la Reserva Ecológica de la Costanera Sur y celebrar allí el campeonato mundial de colombofilia.
Después del evento, realizado los días 28, 29 y 30 de noviembre de ese año, la asociación debía desocupar el predio y entregarlo a la ciudad en las mismas condiciones en las que lo había recibido.
Pero esto nunca sucedió y el defensor adjunto del Pueblo porteño Antonio Elio Brailovsky, se encarga periódicamente de recordárselo a las autoridades del Gobierno de la Ciudad.
En esta ocasión, Brailovsky le envió un escrito a la secretaria de Gobierno y Control Comunal, Silvana Giúdici, pidiéndole que haga cumplir de una vez el decreto del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, por el cual se ordenaba la desocupación del predio para el día 6 de marzo de 2002.
En este decreto, Ibarra señalaba que en el caso de que la asociación no desocupara el predio en los tiempos previstos, se "procederá a la desocupación administrativa del inmueble, lo que efectivizará con el auxilio de la fuerza pública y de las dependencias del Gobierno de la Ciudad que estime necesarias". Y agregaba que "una vez concretada la desocupación administrativa del predio mencionado (…) se procederá a la demolición de las instalaciones y construcciones realizadas por la Federación Colombófila Argentina".
Además, establecía que se le cobrarían a esta entidad los alquileres adeudados por todo el período de usurpación, más los costos que significara el desalojo. Al momento en que Ibarra firmó el decreto, este resarcimiento se estimaba en los 150 mil pesos.
BRAILOVSKY VS. GIÚDICI
"¿El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene algún mecanismo para enterarse de si sus órdenes se cumplen o si sus subordinados se olvidan de cumplirlas?. ¿Las respectivas autoridades de las distintas áreas del Gobierno de la Ciudad, hacen un seguimiento de lo que ordenan los Decretos del jefe de Gobierno que les conciernen?. ¿Le informan del cumplimiento de sus órdenes o de los motivos de retraso de ese cumplimiento?", se pregunta indignado Brailovsky.
De todos modos, aún los porteños no se han enterado de la respuesta de la Secretaría de Gobierno y Control Comunal. No porque haya sido mantenida en secreto por medio de complicados mecanismos de ocultamiento, sino, sencillamente, porque -al igual que en estos cuatro años- no hubo ninguna acción, ni tampoco ninguna respuesta.