El sábado por la noche, las autoridades decidieron que el paseo "El Retiro" permaneciera cerrado durante el domingo debido a que estaban pronosticadas lluvias. Pero, pese a la inclemencia del tiempo, algunos feriantes fueron al predio para trabajar. Gran sorpresa se llevaron cuando no los dejaron pasar, amparándose en el reglamento del paseo -el cual los artesanos desconocían porque no había copias para todos- que indica que si el servicio metereológico nacional pronostica antes de las 20:30 que al día siguiente va a llover, todas las actividades se suspenden.
Pero más furiosos se pusieron los feriantes que concurrieron por la mañana cuando se enteraron de que a los colegas que intentaron instalarse por la tarde los dejaron trabajar, sin hacer ninguna referencia al reglamento.
Las desinteligencias de las cuatro organizaciones no gubernamentales que están a cargo de la organización del predio feriante -La Fundación Huésped, la Fundación Garrahan, la Asociación Cooperadora del Hospital de Niños Pedro de Elizalde y el Pequeño Cotolengo Don Orione-, provocaron que los artesanos que fueron desalojados de los espacios públicos porteños no pudiesen trabajar durante todo el último fin de semana.