Hubo momentos en que se lo vio perdido, como desbordado por la situación. Es que conducir una de las legislaturas más heterogéneas del país no es una tarea fácil, y menos para alguien que no está familiarizado con el trabajo legislativo. De todas maneras, el debut del vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Telerman, en su carácter de presidente de la Legislatura porteña, aprobó con lo justo.
Telerman -que se quedó ejerciendo en la presidencia gran parte de la extensa sesión- dirigió al principio unas palabras a los legisladores, donde manifestó su predisposición para con todos los integrantes del Cuerpo y que podían contar con él siempre. Además sostuvo que era un honor presidir su primera sesión, más aún debido a los temas que se iban a considerar en ella.
Luego, comenzaron los errores y algo parecido a falta de carácter -o de "cancha" – para poner orden el recinto que hicieron que, en algunos pasajes de la sesión, el ex secretario de Cultura porteño llegara a parecerse a Cecilia Felgueras en sus mejores épocas. Muchos legisladores con experiencia previa fueron más que indulgentes con su actuación, al principio plena de nerviosismo. Será cuestión de estudiar un poco el reglamento y empezar a ejercer esa simpatía que lo caracteriza para hacerlo cumplir en un recinto difícil para el más pintado.