Deben respetarse los derechos de los adolescentes

Deben respetarse los derechos de los adolescentes


Uno de esos derechos es a ser “escuchados, a opinar, participar y expresarse libremente  sobre los asuntos que les conciernen”.  “Sus opiniones deben ser tenidas en cuenta conforme su madurez y desarrollo”. Así como a “recurrir a un superior si hubiera alguna decisión que los afecte”.  (Ley 26061 y Convención Internacional Derechos del Niño)

Ignoro la razón por la cual la autoridad educativa de la Ciudad incumple estas normas. ¿Ha devenido súbitamente hipoacúsica?   ¿Súbitamente también se olvidaron de la convención y la ley que rigen los derechos de los niños y de los adolescentes? Es raro: ese ministerio siempre fue un espacio de excelencia. Fíjense por favor que la Constitución porteña ordena  (art.39)  “que (los chicos) sean informados, consultados y escuchados” en los temas que les conciernen.

Recordémosle a los agentes del Estado que tienen la obligación de ser garante de los derechos.

Y a los jóvenes que ejerzan democráticamente todos sus derechos.

Resulta contradictorio que los alumnos -principales beneficiarios de la educación pública y gratuita-, no utilicen métodos más idóneos para protestar, que dormir en la escuela, cuando gozan de una democracia que los habilita a debatir sobre la decisión ministerial que cuestionan. ¿Por qué no usan sus derechos?

Tomar la escuela tiene patas cortas (¿hasta cuándo?) Mejor sería dialogar  en las aulas,  primero entre todos, tomar nota de los puntos de modificación o de rechazo del plan educativo cuestionado y sus fundamentos, y luego elegir representantes para ir al Ministerio o adonde corresponda para plantear las opiniones cosechadas y participar usando todos y cada uno de los derechos.  Incluye el derecho a ser respetado y el deber de respetar a los otros.

Este conflicto debiera convertirse en una mesa de diálogo ciudadano, entre autoridades,  docentes y jóvenes estudiantes, donde no se juegue a ganar o perder, sino a comprometerse racionalmente en mejorar al sistema educativo que todavía deja mucho que desear.

Y por sobre todas las cosas, cuiden la democracia, obvio que no es perfecta, pero es lo mejor que tenemos desde hace 34 años.

Más columnas de opinión

Qué se dice del tema...